Todo sobre la diverticulitis: bolsas inflamadas en el colon

La diverticulitis es una enfermedad dolorosa en la que se forman pequeñas bolsas abultadas, divertículos, en las paredes del colon. La formación de estas bolsas se conoce como diverticulosis y si estas bolsas se infectan o se inflaman, la enfermedad se conoce como diverticulitis. El riesgo de desarrollar diverticulitis aumenta a medida que se envejece. Aunque empiece por algo pequeño, puede ser muy incómodo, y puede convertirse en algo mucho más grave.

¿Qué causa la diverticulitis?

Los médicos no están seguros de la causa de los divertículos, pero sospechan que la culpa la tiene una dieta baja en fibra. Sin suficiente fibra, el colon tiene que trabajar más para empujar las heces hacia delante. Esto puede acumular una presión inmensa dentro de su colon, que puede empujar contra los puntos débiles de la pared del colon, causando la formación de divertículos. Cuando estas bolsas se infectan con bacterias y se inflaman, pueden producirse divertículos.

¿Cuáles son los síntomas de la diverticulitis?

La diverticulosis es bastante común y casi la mitad de las personas mayores de 60 años la padecen. Y es posible que la mayoría de ellas ni siquiera sepan que padecen la enfermedad a menos que aparezca en una colonoscopia rutinaria, ya que no suele causar síntomas. Sólo entre el 10 y el 25 por ciento de las personas con diverticulosis llegan a desarrollar diverticulitis, ya que los residuos tienden a acumularse en las bolsas con el paso del tiempo y favorecen la proliferación de bacterias.

La diverticulitis tiene algunos síntomas:

Dolor abdominal desencadenado por el tacto
Calambres abdominales en la parte inferior izquierda
Gases
Hinchazón
Náuseas
Eructos
Estreñimiento
Diarrea
Heces muy finas o líquidas
Sangre en las heces
Fatiga

¿Cómo se diagnostica la diverticulitis?

Si experimenta alguno de estos síntomas, es aconsejable que vaya a que le examine un médico. El médico le preguntará detalladamente por sus síntomas y le examinará a fondo. Es posible que le haga una colonoscopia y que le realice pruebas como una radiografía o una tomografía computarizada y un análisis de sangre como un hemograma completo para comprobar si tiene o no una infección. Se asegurarán de que no padece ninguna otra afección o enfermedad antes de diagnosticarle diverticulitis y tratarle en consecuencia.

¿Cómo se puede prevenir y tratar la diverticulitis de forma natural?

Hay muchos ingredientes naturales que puede tener para curar su intestino y hacer que vuelva a estar sano. Estos son algunos de los alimentos que debes consumir.

Cebada: La cebada tiene propiedades antiinflamatorias que reducirán la inflamación de tu intestino. Puedes añadirla a sopas y guisos para que a tu sistema digestivo no le cueste digerirla.

Arroz integral: Dado que la fibra es importante para garantizar un movimiento intestinal saludable, debes intentar tomar alimentos ricos en fibra. Así que si consumes arroz blanco de forma habitual, deberías cambiarlo por arroz integral, que es rico en fibra que te ayudará a facilitar tus movimientos intestinales.

Papaya: Si tu diverticulitis es muy molesta, puedes tomar papaya madura directamente de la nevera para aliviar tu intestino. Puedes cortarla en trozos y tomarla o licuarla y tomarla en forma de zumo.

Ajo: El ajo tiene poderosas propiedades antiinflamatorias. Te ayudará a prevenir infecciones en tu intestino y aliviará la diverticulitis. Puedes masticar un diente de ajo 3 veces al día o añadirlo a tus comidas.

Patatas: Las patatas no sólo son sabrosas y nutritivas, sino que también son extremadamente calmantes para tu intestino. Tomarlas puede ser muy reconfortante cuando se tienen problemas digestivos. Debe limitarse a las patatas hervidas o al horno cuando sufra de diverticulitis, ya que el aceite y la grasa pueden agravar su condición.

Otras opciones de tratamiento para la diverticulitis

El tratamiento que necesita para la diverticulitis depende de la gravedad de sus síntomas.

Es posible que tenga que consumir sólo líquidos durante cierto tiempo hasta que empiece a sentirse mejor.

El médico también puede recetar analgésicos para adormecer el dolor y antibióticos para reducir la infección en el intestino.

También debes intentar relajarte meditando y respirando lentamente para que se reduzca la presión en el abdomen.

Es posible que necesites una intervención quirúrgica si la diverticulitis no mejora con otras formas de tratamiento o si padeces dolor crónico, una obstrucción intestinal o una fístula.