Tipos individuales de depresión y cómo se manifiestan
Hoy en día, la depresión es uno de los trastornos mentales más prevalentes y tiene la capacidad de afectar a nuestro funcionamiento diario. Debido a las circunstancias, cada uno de nosotros sufrirá depresión moderada o leve al menos una vez en la vida. Gracias al creciente debate sobre el tema, cada vez más personas buscan ayuda y pueden recuperarse y llevar una vida más normal. En realidad hay varios tipos de depresión, y no todo el mundo sufre el mismo tipo. Aunque los síntomas de la depresión siguen siendo los mismos, hay diferencias en la forma en que se expresa, la duración y los desencadenantes, entre otros. A continuación se enumeran algunas de las distintas manifestaciones de la depresión:
Trastorno depresivo mayor
El trastorno depresivo mayor es uno de los trastornos más debilitantes, si no el que más. Se estima que alrededor del 7% de la población sufre trastorno depresivo mayor, y los síntomas son lo suficientemente fuertes como para hacer que una persona quiera hacerse daño a sí misma. Los síntomas mentales más frecuentes son irritabilidad, inquietud, falta de concentración, desesperanza, impotencia, inutilidad, sentimientos de culpa, falta de energía y tristeza extrema. Los síntomas físicos son dolores inexplicables, cambios en los hábitos de sueño, cambios en el apetito, falta de libido, problemas gastrointestinales y pérdida o aumento de peso. A menudo, los desencadenantes se deben a un acontecimiento determinado, pero a veces, también puede desarrollarse sin ningún desencadenante. Si existen antecedentes familiares, el riesgo de desarrollar la enfermedad es mayor. La mayoría de las veces, una combinación de medicamentos y terapia de conversación ayuda al 80-90% de las personas a superar y recuperarse de la depresión.
Distimia
La distimia es un trastorno prácticamente desconocido, pero también puede ser uno de los tipos de depresión más frecuentes en la actualidad. Este tipo es mucho menos grave que el trastorno depresivo mayor, pero la angustia es bastante real y dolorosa. El bajo estado de ánimo en la distimia dura mucho tiempo, normalmente más de un año. A diferencia del trastorno depresivo mayor, las personas con distimia pueden funcionar, pero no lo hacen de forma adecuada u óptima. Los síntomas incluyen falta de concentración, fatiga, cambios en el sueño y el apetito, junto con un estado de ánimo bajo y constante. El desencadenante puede deberse a un acontecimiento, pero no es necesario para que se desarrolle la distimia. Este tipo de depresión responde más positivamente a la terapia de conversación, y puede no ser necesaria la medicación.
Depresión posparto
Se dice que alrededor del 85% de las madres sienten algún tipo de tristeza una vez que nace su bebé, pero entre ellas, alrededor del 16% de las nuevas madres pueden ser diagnosticadas con una tristeza que interfiere con sus actividades diarias. Esta depresión se caracteriza por sentimientos de tristeza extrema, soledad, fatiga, desesperanza, pensamientos suicidas, miedo a hacer daño al bebé y sentimientos de desconexión con el niño. Casi siempre aparece al año de dar a luz y puede durar al menos unos meses. Se ha comprobado que una combinación de medicación y terapia conversacional es útil para quienes sufren depresión posparto.
Trastorno afectivo estacional
Alrededor del 4 al 6 por ciento de la población adulta podría padecer trastorno afectivo estacional (TAE), que es cuando aparecen episodios depresivos en los meses de invierno. Aunque muchas personas pueden sentirse mal durante los meses de invierno, el trastorno afectivo estacional se caracteriza por una mayor irritabilidad, fatiga diurna, aumento de peso y algunos síntomas de ansiedad. Se cree que la disminución natural de la luz solar durante los meses de invierno podría contribuir a los sentimientos de depresión, pero no se conoce del todo el desencadenante. La depresión puede variar de leve a moderada, pero también puede ser grave en ocasiones. Sin embargo, la depresión mejora al comenzar la primavera y suele tratarse con fototerapia o fototerapia artificial.
Depresión psicótica
La psicosis es un estado mental que se distingue por imágenes o sonidos falsos, conocidos como alucinaciones, y creencias falsas, conocidas como delirios. A veces, la depresión puede llegar a ser tan grave que una persona desarrolla psicosis junto con la depresión. Esto significa que los pacientes pueden quedar catatónicos, no salir de la cama y empezar a ver y oír cosas que no existen. Se ha visto que una combinación de fármacos antipsicóticos y antidepresivos ayuda, pero es necesario evaluar cada caso individual antes de establecer un plan de tratamiento definitivo.
Trastorno bipolar
El trastorno bipolar es una de las formas más incomprendidas de depresión, y puede requerir un tratamiento más riguroso. Esta depresión se caracteriza por largos periodos de depresión que van seguidos de periodos de manía o hipomanía antes de volver de nuevo a los episodios depresivos. Aunque los síntomas de la depresión son muy similares a los del trastorno depresivo mayor, los episodios de manía la diferencian de otros tipos de depresión. Los síntomas de la manía incluyen una gran energía, pensamientos acelerados, excitación, comportamiento arriesgado e impulsivo, cambios en los patrones de sueño, falta de juicio y comportamiento errático. Este trastorno afecta a entre el 2 y el 3 por ciento de la población y tiene un riesgo de suicidio muy elevado. Los antecedentes familiares de este trastorno aumentan el riesgo. El tratamiento consiste en medicación conocida como estabilizadores del estado de ánimo.