TDAH y problemas de sueño: ¿Cuál es la relación?
¿Qué le viene a la mente cuando piensa en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, o TDAH? Gira en torno a la conducta, por lo que no es de extrañar que la afección se considere un trastorno mental. Los síntomas suelen aparecer entre los 3 y los 6 años, pero puede existir en niños aparentemente tranquilos. Para algunas personas, el TDAH persiste también en la edad adulta.
En concreto, el TDAH se define como un trastorno del neurodesarrollo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. El tratamiento suele consistir en medicamentos y terapia cognitivo-conductual.
Pero, ¿y si el TDAH fuera en realidad un trastorno del sueño? Según investigaciones recientes, podría ser así, ya que el TDAH y los problemas de sueño provocan síntomas similares. Y gracias a recientes investigaciones, podríamos estar un paso más cerca de comprender mejor el TDAH.
¿Qué es el TDAH?
Por definición, el TDAH provoca un patrón continuo de falta de atención y/o hiperactividad-impulsividad.
La falta de atención significa que una persona no puede concentrarse en una sola tarea. La desorganización, la escasa concentración y la falta de persistencia también son comunes, pero todos estos síntomas no tienen nada que ver con la incapacidad de comprensión.
La hiperactividad es el movimiento constante, incluso en situaciones en las que es innecesario. Los ejemplos incluyen hablar excesivamente, estar inquieto y dar golpecitos. Las personas con TDAH suelen ser vistas como personas con mucha energía.
La impulsividad es el acto de hacer cosas sin pensarlas. Las acciones se realizan en el momento, pero a veces pueden causar daños a la persona o a los demás. A menudo, las decisiones importantes se toman precipitadamente.
La falta de atención y la hiperactividad-impulsividad pueden aparecer por separado o juntas. En los niños pequeños, la hiperactividad es el síntoma más común.
Síntomas de la falta de sueño
Dormir poco es una mala noticia para cualquiera. Pero en el caso de los niños, puede provocar síntomas sorprendentemente similares a los del TDAH. Curiosamente, la somnolencia diurna puede provocar hiperactividad. La impulsividad y los problemas de comportamiento también pueden desarrollarse en algunos niños.
¿Cuál es la relación?
En un estudio publicado en la revista Sleep Medicine, los científicos especularon que el TDAH podría ser alimentado por la falta de sueño regular. Los investigadores descubrieron que el TDAH tiene una fuerte conexión con los trastornos relacionados con el sueño, como la apnea del sueño, el síndrome de las piernas inquietas y el síndrome de la fase de sueño retrasada.
Además, en el 75 por ciento de los pacientes con TDAH, las fases cruciales del sueño se retrasan 1,5 horas. Esto incluye cambios en el movimiento, la melatonina y la temperatura corporal, todo lo cual ocurre durante el sueño normal.
Y luego está el hecho de que alrededor del 70 por ciento de los adultos con TDAH tienen ojos hipersensibles a la luz. Son más propensos a llevar gafas de sol durante mucho tiempo, lo que puede provocar un cambio en el reloj corporal. Además de los síntomas compartidos, el TDAH y la falta de sueño tienen seguramente mucho en común.
¿Qué significa esto para las personas con TDAH?
Se necesitan más investigaciones para precisar la relación entre el TDAH y los problemas de sueño. Sin embargo, las personas con TDAH deberían dar prioridad al sueño. Es una parte crucial de un plan de tratamiento multifacético. Para ayudar a controlar el TDAH a través de los hábitos de sueño, siga estos consejos.
1. Mantenga un horario de sueño
Puede que la estructura no sea un punto fuerte del TDAH, pero saber qué esperar marca la diferencia. Tanto los adultos como los niños deberían dormir y levantarse a la misma hora cada día. En el caso de los niños, las técnicas de comportamiento pueden ayudarles a permanecer en la cama. Con un horario repetitivo, es más probable que el sueño mejore con el tiempo.
2. Planificar una rutina para ir a la cama
Al igual que un horario de sueño, una rutina para acostarse ofrece una estructura. Los niños son conocidos por prosperar con las rutinas, así que esto es especialmente importante para los más pequeños. Los adultos pueden adoptar rituales nocturnos relajantes como beber té de manzanilla o usar mascarillas.
3. Minimizar las distracciones
El dormitorio debe ser para dormir y nada más. Deja la televisión, los ordenadores y otros aparatos electrónicos en otro lugar. La luz azul simplemente retrasará aún más la melatonina. Si es necesario, mueva los libros y otros objetos que puedan distraerle.
4. Haga ejercicio durante el día
La actividad física es una forma estupenda de mediar la hiperactividad. En el caso de los niños, esto también sirve como tiempo de juego, pero la actividad no debe realizarse demasiado cerca de la hora de acostarse. Esto puede dificultar excepcionalmente el descanso. En cambio, los expertos recomiendan terminar el ejercicio al menos 3 horas antes de acostarse.
5. Comer bien
Las comidas copiosas tardan mucho en digerirse, así que no coma demasiado antes de acostarse. Sin embargo, los tentempiés ligeros pueden evitar las punzadas de hambre. Los niños con TDAH que no ingieren suficientes calorías durante el día también se beneficiarán de un pequeño tentempié.