Sorprendentes formas en que las bacterias pueden ayudarle

Los restos de bacterias que viven en el intestino y la piel nos ayudan de muchas maneras. De hecho, algunas personas están de acuerdo en que tenemos más bacterias viviendo sobre y dentro de nosotros que en nuestras propias células. Estas bacterias comparten una relación simbiótica con nosotros y nos ayudan en la digestión, nos protegen de las infecciones, inhiben el crecimiento de las células cancerosas y nos ayudan a vivir una larga vida. En nuestro organismo hay más de 1.000 especies de bacterias vivas. Conocidos colectivamente como la microbiota, estos «gérmenes» nos ayudan más de lo que podemos imaginar.

¿Cómo pueden ayudarnos las bacterias?

Las bacterias intestinales mejoran la función intestinal

Las bacterias intestinales, como se les llama, son las que residen en el estómago y el intestino y ayudan en el proceso de digestión. Este tipo de gérmenes luchan contra los microbios nocivos que entran a través de los alimentos y ayudan a eliminar los subproductos nocivos de la digestión. También contribuyen a la absorción del contenido nutricional de los alimentos digeridos, a la síntesis de vitaminas y al metabolismo de los ácidos en el proceso digestivo. Por tanto, desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la salud. No es de extrañar, pues, que la salud intestinal se haya convertido en el tema más candente de los últimos tiempos.

Las bacterias intestinales ayudan a controlar el peso

¿Aumenta de peso con facilidad y le cuesta perder esos kilos de más? La concentración de bacterias en el intestino puede ser la causa del aumento de peso. En el intestino humano existen dos grupos de bacterias beneficiosas, y la concentración de uno de ellos es elevada en las personas obesas. Un metabolismo irregular puede alterar la concentración de la población bacteriana, lo que puede indicar inflamación en el organismo y, a la larga, causar obesidad. Una dieta adecuada que sea favorable para la flora intestinal es esencial para mantener el peso corporal.

Las bacterias intestinales combaten las infecciones

La mayoría de los gérmenes amistosos que se encuentran en el intestino desempeñan un papel vital a la hora de mantener el cuerpo a salvo de la entrada de organismos extraños. El sistema inmunitario del cuerpo está controlado directamente por estos pequeños organismos del estómago. Defienden el cuerpo luchando contra los organismos patógenos que intentan formar colonias en el interior del estómago, lo que puede ser un importante factor desencadenante de enfermedades. Lo que es importante tener en cuenta es que estas bacterias sólo intentan sobrevivir en su entorno y, en el proceso, nos proporcionan inmensos beneficios.

Las bacterias intestinales aumentan la longevidad

Un interesante estudio demostró que ciertos rastros bacterianos pueden transmitirse entre generaciones, lo que puede prolongar la vida de los individuos, como la de sus antepasados. Estos individuos compartían el rasgo común del equilibrio de peso y una inmunidad estable entre ellos, con las bacterias intestinales intactas durante décadas. Por tanto, tú también puedes heredar bacterias intestinales beneficiosas de tus padres. Un uso excesivo de antibióticos en el tratamiento de enfermedades puede matar a estos organismos amistosos que pueden perjudicar el mecanismo de defensa natural de su cuerpo.

Las bacterias intestinales curan las heridas

Las bacterias presentes en la superficie de la piel ayudan a curar las heridas más rápidamente al luchar constantemente contra los organismos que intentan entrar en el espacio expuesto. Cuando la población bacteriana es menor en comparación con la concentración de organismos externos, la herida se infecta. Estos factores influyen en la rapidez con la que cicatrizan las heridas.

Las bacterias intestinales combaten el cáncer

El cáncer es una de las principales enfermedades mortales del mundo actual. Los gérmenes amigos del organismo ayudan a prevenir la aparición del cáncer combatiendo la inflamación dentro del cuerpo. La inflamación y la interrupción de las tareas rutinarias realizadas por las bacterias buenas del organismo son una de las vías por las que se desarrollan los tumores. Por ejemplo, las bacterias del intestino pueden prevenir la aparición del cáncer colorrectal. Una dieta rica en probióticos puede ayudar a estabilizar el entorno en el que se desarrollan estas bacterias.

Es hora de sacar los botes de yogur y entablar amistad con los organismos que viven en ellos, porque son realmente importantes para la salud en general.