Síntomas raros de la esclerosis múltiple y sus tratamientos
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad de por vida que afecta al cerebro y/o a la médula espinal. Esta enfermedad autoinmune afecta a unos 2,5 millones de personas en todo el mundo. Pero la EM puede ser difícil de diagnosticar debido a sus síntomas variables e imprevisibles.
No hay dos personas con la enfermedad que experimenten los mismos síntomas. Si conoce a alguien que padece la enfermedad, probablemente conozca los síntomas comunes que ha experimentado: fatiga, visión borrosa, debilidad, dolor, depresión, cambios cognitivos y problemas sexuales son algunos de ellos. Sin embargo, hay otros síntomas que la mayoría desconoce y que pueden pasar desapercibidos hasta que la enfermedad llega a una fase avanzada. A continuación se presenta una lista de algunos síntomas poco comunes de la esclerosis múltiple que puede experimentar.
Trastornos del habla
La forma de hablar, entender e interpretar todo lo que te rodea está controlada por el cerebro. Los trastornos del habla en los pacientes con EM pueden producirse debido a lesiones o daños causados en el tronco cerebral.
Los trastornos del habla van de leves a graves, por lo que puede resultar difícil hablar y hacerse entender. Los pacientes de EM con trastornos del habla presentan uno o varios de los siguientes problemas:
Discurso de barrido: En este caso, se interrumpe el flujo normal de las palabras. Por ejemplo, puede haber largas pausas después o entre cada palabra pronunciada.
Habla poco clara: En este caso, las palabras no se pronuncian con claridad, como debería ser. La falta de claridad en el habla, también llamada mala pronunciación, se debe a una debilidad o incoordinación de los músculos de la lengua, los labios, las mejillas y la boca.
Habla nasal: En este caso, los pacientes pueden hablar como si estuvieran resfriados o tuvieran una obstrucción nasal.
Tratamiento: Muchos pacientes con trastornos del habla se benefician de los terapeutas del lenguaje o del habla. Ayudan a mejorar los patrones del habla y la comunicación en general. En los casos graves en los que el paciente no puede hablar, ciertos dispositivos pueden ayudar a la comunicación.
Problemas de deglución
Las personas con trastornos del habla también muestran dificultades para tragar. Conocidos médicamente como disfagia, los problemas de deglución se producen porque los nervios que controlan la boca y la garganta están debilitados. Aunque este síntoma se produce con frecuencia en las fases avanzadas de la enfermedad, también puede darse en una fase mucho más temprana.
Toser después de beber agua y otros líquidos y atragantarse con ciertos alimentos, especialmente los de textura desmenuzable, es un signo de dificultad para tragar. Cuando esto ocurre, el alimento o el líquido entra en la tráquea en lugar de en el esófago. Esto puede dar lugar a otros problemas de salud como la neumonía.
Tratamiento: Los médicos utilizan un procedimiento de imagen especial llamado trago de bario modificado (videofluoroscopia) para evaluar cómo el paciente mastica y traga los alimentos y los líquidos. Un patólogo del habla o del lenguaje puede ayudar al paciente con sus dificultades para tragar. Las estrategias para comer y beber de forma más segura, los cambios en la dieta y los ejercicios para mejorar la deglución pueden ayudar a tratar el síntoma. En los casos graves en los que el paciente no responde bien a estas medidas, se pueden insertar sondas de alimentación directamente en el estómago para proporcionar los líquidos y la nutrición necesarios.
Dificultades respiratorias
Las dificultades respiratorias son otro síntoma inusual de la EM, que se produce como resultado de la debilidad muscular. Si el paciente experimenta una debilidad en los músculos de los brazos y las piernas, también puede afectar a los nervios que controlan el pecho o los músculos ventilatorios. Esto puede hacer que el paciente tenga que hacer un esfuerzo adicional para inhalar y exhalar.
Las dificultades respiratorias también pueden provocar trastornos del habla, dificultando que el paciente hable en voz alta o durante mucho tiempo. Además, como se ha mencionado anteriormente, los problemas de deglución también pueden causar dificultades respiratorias.
Tratamiento: Realice ejercicios que puedan fortalecer los músculos del pecho y mejorar la respiración. Los ejercicios de respiración caseros pueden ayudar a las personas con EM de leve a moderada con dificultades respiratorias. 30 respiraciones lentas y profundas realizadas dos veces al día con regularidad pueden ayudar.
Dolores de cabeza
Aunque los dolores de cabeza no son demasiado frecuentes en los pacientes con EM, varios estudios informan de la posibilidad de padecer cefaleas de tipo migrañoso en cualquier fase de la enfermedad. Si ya tiene una migraña y siente que sus síntomas de migraña empeoran con el tiempo, puede ser importante que se revise sin demora. Esto es especialmente importante si ha dejado de responder a los medicamentos prescritos.
Tratamiento: Los médicos pueden recetar medicamentos para aliviar el dolor de cabeza. Sin embargo, hay que atenerse a la dosis prescrita por el médico. Si el dolor de cabeza es leve, una alternativa natural es utilizar la escutelaria china, que está disponible en forma de polvo. Sin embargo, no se aconseja probar ninguna terapia natural sin la supervisión de su médico, ya que puede interactuar con otros medicamentos.
Temblores
Los temblores o las sacudidas incontrolables pueden producirse en varias partes del cuerpo, como los brazos y las piernas, como resultado del daño causado a los nervios que controlan el movimiento del cuerpo. Los temblores en los pacientes con EM pueden ser de diferentes tipos:
Temblor intencional: Es la forma más común de temblor y afecta al paciente durante un movimiento físico.
Temblor postural: Se produce cuando el cuerpo del paciente se apoya contra la gravedad. Por ejemplo, puede experimentarse al estar sentado o de pie.
Temblor de reposo: Se produce cuando el cuerpo está en reposo con mínimos movimientos físicos.
Nistagmo: Afecta a los ojos y puede provocar movimientos oculares bruscos.
Tratamiento: Los médicos pueden recetar ciertos medicamentos para controlar los temblores. Los terapeutas ocupacionales pueden recomendar la colocación de pesas u otros dispositivos en las extremidades para aliviar los efectos de los temblores. Para algunos pacientes con temblores leves, la meditación puede ayudar a reducir el estrés, que puede agravar el temblor.
Convulsiones
Las convulsiones se producen como resultado de la transmisión de señales eléctricas anormales a partes dañadas del cerebro. Aunque son poco frecuentes en los pacientes con EM, cuando se producen, adoptan diferentes formas:
Convulsiones tónico-clónicas generalizadas: Estas convulsiones pueden provocar breves episodios de inconsciencia con movimientos espasmódicos incontrolables de las extremidades, las manos o los pies.
Crisis de ausencia generalizada: En esta convulsión, el paciente puede experimentar lapsos momentáneos de conciencia sin movimientos anormales.
Crisis parciales complejas: Este tipo de convulsión puede provocar períodos de actividad repetitiva estereotipada en los que la persona parece estar despierta pero no responde a una acción externa que requiera una respuesta.
Tratamiento: Los médicos suelen diagnosticar las crisis registrando la actividad eléctrica del cerebro mediante un electroencefalograma (EEG). La mayoría de las crisis pueden controlarse con fármacos anticonvulsivos o antiepilépticos.
Picor
La sensación de picor en la EM se denomina picor disestésico, y no es similar a la sensación general de picor causada por una reacción alérgica. Estas sensaciones anómalas pueden ser desde una sensación de pinchazos y agujas y dolores lacrimógenos hasta sensaciones de quemazón y pueden sentirse en todo el cuerpo, incluida la cara. Se producen de forma repentina e intensa pero duran breves periodos.
Tratamiento: Los picores disestésicos no pueden tratarse con pomadas o cremas, ya que no producen ninguna irritación física ni erupciones. Si las sensaciones no desaparecen por sí solas y causan molestias a los pacientes, los médicos recetan medicamentos como anticonvulsivos y antihistamínicos para reducir el síntoma.
Pérdida de audición
Alrededor del 6% de las personas que padecen EM han declarado tener problemas de audición. Se cree que los trastornos auditivos en los pacientes con EM son el resultado de una inflamación o cicatrización del octavo nervio craneal (el nervio auditivo) cuando entra en el tronco del encéfalo, la parte del cerebro con los nervios que controlan la visión, la audición, el equilibrio y el balance. Sin embargo, las dificultades auditivas pueden deberse a otras razones que pueden haber dañado el tronco encefálico.
Tratamiento: Si experimenta una dificultad auditiva repentina, acuda a un neurólogo, a un otorrinolaringólogo (médico especialista en oído, nariz y garganta) o a un audiólogo para conocer la causa y tratarla en consecuencia.
Conocer los síntomas de enfermedades como la esclerosis múltiple es crucial para ayudar a diagnosticar y tratar la enfermedad en una fase temprana. Como se ha mencionado anteriormente, no hay dos experiencias iguales y sólo los tratamientos adecuados pueden ayudar a controlar los síntomas de la esclerosis múltiple.