Síntomas de deshidratación en bebés, niños y adultos
El agua es fundamental para la vida. Constituye más de dos tercios del cuerpo y desempeña muchas funciones importantes, como lubricar los ojos y las articulaciones, mantener la piel sana, eliminar toxinas y desechos del organismo y ayudar a la digestión. La mayoría de los adultos necesitan entre ocho y diez vasos de agua al día, aunque esto puede variar en función de factores como el clima.
Pero, ¿qué ocurre si tu cuerpo está privado de agua? Cuando estás deshidratado, tu cuerpo ya no tiene la cantidad de líquido que necesita para funcionar correctamente. La pérdida de agua puede alterar el equilibrio mineral (azúcares y sales) de tu cuerpo. Si la deshidratación no se corrige, puede tener consecuencias graves como daños cerebrales y, en casos extremos, incluso la muerte. Por eso la deshidratación grave se considera una urgencia médica que requiere atención urgente.
Veamos algunos signos que podrían indicar que estás deshidratado.
Síntomas de deshidratación
La sed es uno de los primeros signos de deshidratación. También lo es orinar de color oscuro, a diferencia de la orina normal, que suele ser de color pajizo. Estos signos se desarrollan a medida que el cuerpo intenta controlar la deshidratación aumentando la ingesta de agua y reduciendo su pérdida.
Aparte de estos dos, aquí tienes algunos signos de deshidratación a los que debes prestar atención.
Signos de deshidratación en bebés
Los bebés pueden estar deshidratados si observas lo siguiente:
- Lloran sin lágrimas o derraman pocas lágrimas.
- Los bebés tienen puntos blandos (conocidos como fontanelas) donde los huesos del cráneo aún no se han unido firmemente. Un punto blando hundido es indicativo de deshidratación.
- Tienen la boca seca.
- Orinan con menos frecuencia y hay que cambiar los pañales con menos frecuencia: no mojan los pañales durante unas 3 horas.
- La orina es de color amarillo oscuro.
- Está inusualmente somnoliento.
- Respira inusualmente rápido.
- Tiene las manos y los pies fríos y con manchas.
Signos de deshidratación en niños
Los signos de deshidratación moderada en niños son los siguientes:
- Pueden parecer sentirse mal en general.
- Pueden parecer letárgicos o irritables.
- Pueden orinar menos.
- Su respiración puede volverse más rápida. Es decir, un niño de 6 a 12 meses puede respirar más de 50 veces por minuto y un niño de más de 12 meses puede respirar más de 40 veces por minuto.
- Los latidos de su corazón pueden volverse inusualmente rápidos. Es decir, puede observar una frecuencia cardiaca superior a 160 latidos por minuto en un niño menor de 1 año, superior a 150 latidos por minuto en un niño de 1 a 2 años y superior a 140 latidos por minuto en un niño de 2 a 5 años.
Si la deshidratación es grave, aparecen los siguientes síntomas:
- El nivel de consciencia disminuye.
- La piel se vuelve pálida o moteada.
- Las manos y los pies se enfrían al disminuir la circulación.
- La respiración y el ritmo cardíaco pueden acelerarse a medida que empeora la deshidratación.
Signos de deshidratación en adultos
Estos son los síntomas de la deshidratación moderada en un adulto:
- Puede orinar menos.
- Puede sentirse apático o cansado.
- Puede perder resistencia y fuerza.
- Puede sentirse mareado o aturdido.
- Náuseas.
- Puede tener dolor de cabeza o calambres musculares.
- Puede tener la boca, los labios, la lengua y los ojos secos.
- Puede tener los ojos hundidos.
- El pulso puede acelerarse.
Si la deshidratación es grave puede que:
- Se sienta cada vez más apático y débil.
- Se sienta confuso.
- No pueda orinar durante un periodo prolongado (unas 8 horas).
- Está pálido y tiene el pulso acelerado.
- Pierde el conocimiento.
- Se marea al ponerse de pie y el mareo no desaparece al cabo de unos segundos.
¿Qué debe hacer al respecto?
Ingerir líquidos puede ayudarte a rehidratarte. Pero ten en cuenta que a los bebés y niños no se les debe dar sólo agua cuando se deshidratan, ya que esto puede diluir los niveles de minerales en su cuerpo. En su lugar, hay que dar a los niños una solución de rehidratación oral y a los bebés leche materna, además de una solución de rehidratación oral, para ayudarles a reponer las sales y azúcares que han perdido.
¿Cuándo se debe acudir al médico?
La deshidratación grave debe tratarse como una urgencia médica. Consulta a un médico si tu bebé o niño pequeño presenta signos de deshidratación, aunque no parezcan graves. Habla también con un médico si tu bebé tiene seis o más episodios de diarrea en 24 horas o vomita tres o más veces en 24 horas.
Quizá sea mejor buscar ayuda médica si sigue mostrando signos de deshidratación a pesar de tomar líquidos. Es posible que el médico le haga análisis de sangre u orina para averiguar si el equilibrio de sales (potasio y sodio) de su organismo es saludable.