Síntomas de deficiencia de vitamina K que debes tener en cuenta

Cada vez que te haces un corte, un rasguño o una herida profunda, el mecanismo de coagulación de la sangre de tu cuerpo entra en acción. Y hay un nutriente vital que interviene para apoyar este complejo proceso. La vitamina K, tanto la K1 como la K2, desempeña un papel importante en la coagulación de la sangre y también ayuda a mantener los huesos sanos.

Aunque la carencia de vitamina K es poco frecuente entre los adultos sanos, algunas personas son vulnerables. Por ejemplo, las personas con afecciones médicas como la colitis ulcerosa, la enfermedad celíaca y el síndrome del intestino corto pueden no ser capaces de absorber la vitamina K con normalidad. Si se han tomado antibióticos o anticoagulantes durante mucho tiempo o se sigue una dieta estricta o deficiente, es más probable que se produzca una carencia de vitamina K. Los bebés recién nacidos también corren un mayor riesgo de sufrir una carencia de vitamina K. A continuación, le mostramos algunos signos que pueden indicar que tiene una carencia de este importante nutriente.

Aumento de las hemorragias y los hematomas

Dado que la función principal de la vitamina K es la coagulación de la sangre, las hemorragias son uno de los principales síntomas de una carencia. Puede ocurrir dentro o fuera del cuerpo. Exteriormente, puede ver que le sangran las encías y tiene hemorragias nasales frecuentes. También es posible que incluso las heridas o cortes menores sangren en exceso. Las hemorragias en la piel también pueden dar lugar a hematomas. Los bebés pueden rezumar sangre alrededor del muñón umbilical o tener moratones alrededor de la cabeza o la cara.

Sangre en el vómito

Las hemorragias en el estómago a veces pueden provocar el vómito y puede haber sangre en el mismo.

Sangrado menstrual abundante

Las mujeres con una deficiencia de vitamina K pueden experimentar un sangrado menstrual abundante. Si sus periodos duran más de una semana o si necesita cambiar la compresa o el tampón después de menos de un par de horas, se considera excesivo. También es motivo de preocupación si tienes coágulos de sangre del tamaño de una moneda o más. Las hemorragias menstruales abundantes también pueden provocar anemia y causar síntomas como debilidad y cansancio.

Sangre en las heces y la orina

La sangre en las heces o en la orina es otro indicio de una deficiencia de vitamina K. Puede notar sangre en las heces o manchas en el papel higiénico. A veces las heces pueden parecer alquitranadas. Por su parte, la sangre en la orina puede tornarse de color rojo, rosa o marrón oscuro. Muchas otras afecciones pueden ser también responsables de la presencia de sangre en las heces o en la orina, así que acude a un médico para averiguar cuál es la causa.

Somnolencia y vómitos en los bebés

En casos graves, una deficiencia de vitamina K puede provocar hemorragias alrededor o en el cerebro de los bebés. Y esto puede hacer que estén más inquietos o excesivamente somnolientos. Se pueden observar vómitos e incluso convulsiones en los bebés con una deficiencia de vitamina K.

Huesos débiles

Aparte de éstas, varias afecciones médicas también están asociadas a niveles bajos de vitamina K y sus signos pueden funcionar como una bandera roja. La vitamina K interviene en la formación de los huesos y los niveles bajos de este importante nutriente se han asociado a una densidad ósea deficiente. De hecho, las investigaciones demuestran que una mayor ingesta de vitamina K está relacionada con un menor riesgo de fractura de cadera. Los expertos sugieren que una deficiencia de esta vitamina puede reducir la mineralización ósea y contribuir a la osteoporosis. Algunos indicios de osteoporosis son el dolor de espalda, la pérdida de altura, el encorvamiento y las fracturas que se producen con demasiada facilidad.

Dolor de pecho y palpitaciones

Algunas investigaciones indican que una mayor ingesta de vitamina K está asociada a un menor riesgo de enfermedad coronaria. La vitamina K puede desempeñar un papel en la prevención de la calcificación de los vasos sanguíneos y, por tanto, impedir que se vuelvan estrechos y rígidos. El dolor en el pecho es uno de los signos más comunes de la enfermedad coronaria. Este dolor puede desencadenarse por el estrés o la actividad física y puede extenderse al cuello, los brazos, la espalda, la mandíbula o el estómago. Síntomas como la falta de aire o las palpitaciones también pueden ser indicativos de esta enfermedad.

Señales relacionadas con la diabetes

Los estudios también han descubierto que las personas con niveles bajos de vitamina K tienen una mayor probabilidad de desarrollar diabetes de tipo 2 y que el aumento de la ingesta de vitamina K puede reducir el riesgo de padecer esta enfermedad. Las primeras investigaciones también indican que la vitamina K puede mejorar la resistencia a la insulina y el metabolismo de la glucosa. Los síntomas de la diabetes pueden incluir un aumento de la micción, sensación de sed excesiva, cansancio, visión borrosa y pérdida de peso inesperada. También es posible que los cortes o las heridas tarden más en curarse si se tiene diabetes.

Dolor e inflamación de las articulaciones

Otra afección médica relacionada con la carencia de vitamina K es la artrosis. Se cree que el papel de la vitamina K en la regulación de la mineralización de los huesos puede ser la causa. La osteoartritis provoca inflamación y dolor en las articulaciones y también puede limitar la capacidad de movimiento. Las personas que padecen esta enfermedad pueden experimentar rigidez y dolor cuando no se mueven durante un tiempo y sus articulaciones pueden parecer más «nudosas» de lo normal.