Síntomas de amigdalitis aguda que hay que tener en cuenta

La amigdalitis es una de las enfermedades más comunes entre niños, adolescentes y adultos jóvenes. Por desgracia, muchos de los síntomas de la amigdalitis pueden confundirse con los de la tos o la gripe y no tratarse. ¿Cómo detectar los síntomas? Tanto si tienes las amígdalas inflamadas debido a una infección vírica como bacteriana, es posible identificar el problema; sólo tienes que estar atento a los primeros síntomas y recibir tratamiento antes de que sea demasiado doloroso.

Inflamación de las amígdalas con síntomas clásicos

Situadas en la parte posterior de la garganta, las amígdalas son soldados del sistema linfático del cuerpo, que ayudan a eliminar las infecciones y mantienen el delicado equilibrio de los líquidos corporales. Actúan como trampas para los gérmenes que entran en el cuerpo a través de la nariz y la boca, atrayéndolos y evitando que se propaguen a otras partes del cuerpo donde podrían causar más daño. La amigdalitis aparece cuando las amígdalas se inflaman y se hinchan. El resultado es una serie de síntomas clásicos de amigdalitis que puedes aprender a detectar fácilmente. Si tienes niños pequeños en casa, esto es algo en lo que pronto te convertirás en un experto, ya que son especialmente propensos a padecer este problema.

Dolor de garganta

Es posible que notes la amigdalitis por primera vez debido al dolor de garganta. Como este dolor de garganta suele estar provocado por la bacteria estreptococo, se suele llamar «faringitis estreptocócica». Lo normal es que te administren antibióticos para tratar el problema. Si el médico determina que la amigdalitis se debe a un virus, no necesitarás antibióticos, pero te ayudará beber mucha agua, descansar la voz y tomar un analgésico suave de venta sin receta si te molesta el dolor o la irritación.

Voz apagada o ronca

Además del dolor de garganta, si tus amígdalas están muy inflamadas y obstruyen la garganta, tu voz tiende a cambiar un poco. Una voz apagada o ronca no es infrecuente. Algunas personas se quejan de perder la voz por completo durante un tiempo. La amigdalitis aguda no suele provocar cambios tan graves en la voz como otras afecciones, como un absceso lleno de pus en las amígdalas debido a una amigdalitis no tratada.

Amígdalas dolorosas, hinchadas y rojas

Cuando las bacterias y los virus invaden el tejido de las amígdalas, éstas se inflaman. Las amígdalas inflamadas tienden a hincharse y suelen doler. Las amígdalas, si las examina usted o su médico, suelen tener un color rojizo.

Dolor de oído

El dolor de oído también es un síntoma común de la amigdalitis. Si tus amígdalas aumentan de tamaño, también podrías tener infecciones de oído recurrentes. ¿Le resulta difícil o doloroso tragar? ¿Le duele la garganta? Si tienes estos problemas, ese dolor de oídos bien podría ser el resultado de una infección de garganta como la amigdalitis.

Manchas blancas en las amígdalas

Tus amígdalas desarrollan una capa blanca o amarillenta cuando tienes amigdalitis. En algunos casos, las amígdalas también podrían tener manchas blancas llenas de pus.

Fiebre de más de 38 grados

La amigdalitis está causada por una infección subyacente, ya sea vírica o bacteriana. Como el cuerpo está luchando contra los microbios, puede producir fiebre. Si detectas una fiebre alta de más de 38 grados centígrados junto con otros síntomas respiratorios, puede indicar una inflamación vírica de las amígdalas. Si la fiebre es repentina y las amígdalas están hinchadas, pero no tienes ningún otro signo de infección de las vías respiratorias superiores, es posible que tengas problemas bacterianos de amígdalas.

Mal aliento

Tanto si padeces amigdalitis aguda como amigdalitis crónica, debes estar atento a los signos de mal aliento. El mal aliento puede convertirse en un problema continuo si tienes amigdalitis crónica y puede provocar halitosis o mal aliento persistente. Las bacterias que causan la amigdalitis prosperan en el moco producido debido a la infección y provocan ese desagradable mal olor.

Dificultad para tragar

Cuando usted tiene un caso de amigdalitis aguda, puede experimentar algunos problemas con la deglución. La dificultad para tragar, también conocida como disfagia, así como la odinofagia o experimentar dolor al tragar, son quejas comunes.

Deshidratación

Si no se cuida la ingesta de líquidos y agua, la amigdalitis puede provocar deshidratación. Presta atención a los signos de deshidratación, como orinar con menos frecuencia de lo habitual o tener la lengua y la boca secas y resecas.

Manchas (petequias palatinas) debidas a amigdalitis por bacterias

La faringitis estreptocócica causada por bacterias también puede provocarte la aparición de pequeñas manchas hemorrágicas rojas llamadas petequias en el paladar blando. Pueden ser tan pequeñas como la punta de un alfiler o tan grandes como la cabeza de un alfiler.

Respirar por la boca

Si notas que respiras por la boca, puede deberse a que tienes las amígdalas inflamadas a causa de una infección. Aunque la respiración por la boca también puede deberse a una obstrucción nasal, debe considerar la posibilidad de un agrandamiento obstructivo de las amígdalas.

Síntomas gripales de la amigdalitis

La amigdalitis se confunde a menudo con la gripe, sobre todo porque muchos de sus síntomas son similares. Por ejemplo, es posible que tenga secreción nasal, dolor de garganta y ojos llorosos a causa de la amigdalitis. Muchos casos de amigdalitis van precedidos de todos estos síntomas antes de que las propias amígdalas se hinchen o inflamen notablemente o desarrollen puntos llenos de pus.

Síntomas de la amigdalitis en niños pequeños

La amigdalitis suele aparecer sólo en niños mayores de dos años, siendo la amigdalitis de origen vírico más frecuente entre los niños más pequeños. La amigdalitis bacteriana causada por la especie Streptococcus tiende a ser más frecuente en niños de 5 a 15 años. Éstos son algunos de los síntomas que hay que tener en cuenta en los niños más pequeños:

Dolor de garganta que dura más de dos días
Dolor o dificultad para tragar
Debilidad
Sentirse muy enfermo
Náuseas
Vómitos
Dolor de estómago
Inquietud inusual

En caso de que su hijo tenga problemas para respirar, babee en exceso o experimente mucho dolor o problemas para tragar, debe llevarlo al médico lo antes posible.