Signos y síntomas de la infección urinaria
Las infecciones del tracto urinario superior (riñones y uréteres) son mucho más graves que las del tracto urinario inferior (vejiga y uretra). Sus síntomas también difieren.
Síntomas de la infección del tracto urinario inferior
Reconocer los síntomas de las infecciones del tracto urinario inferior (uretritis y cistitis) le ayudará a tomar algunas medidas para tratar la afección. Aunque las infecciones del tracto urinario inferior no son muy graves, descuidarlas puede acabar provocando infecciones graves del tracto urinario superior. Estos son los síntomas de la infección
- Dolor o sensación de quemazón al orinar.
- Ganas frecuentes de orinar.
- Necesidad de vaciar la vejiga inmediatamente después de orinar.
- Orina maloliente, turbia o con sangre.
- Dolor en el bajo vientre.
- Sensación de no poder vaciar completamente la vejiga.
- Sensación de cansancio o malestar.
Síntomas de una infección del tracto urinario superior
Las infecciones del tracto urinario superior son mucho más graves que las del tracto urinario inferior. Si experimenta los siguientes síntomas, es posible que padezca una pielonefritis aguda.
- Fiebre alta de 38 ºC o más.
- Escalofríos y escalofríos.
- Dolor lateral o de espalda.
- Confusión.
- Inquietud.
- Estar y sentirse enfermo.
- Náuseas y vómitos.
¿Cuándo debe consultar a un médico?
Debe consultar a un profesional médico si nota alguno de los síntomas de una infección del tracto urinario inferior, que persisten durante más de 2 días. Necesita ayuda médica inmediata si experimenta dolor al orinar acompañado de fiebre y escalofríos, náuseas y vómitos, dolor intenso en el abdomen y los costados. Es posible que la infección se haya agravado y tu médico podrá sugerirte antibióticos para tratarla.
No dudes en pedir ayuda si estás embarazada y experimentas síntomas, aunque sean leves, de una infección del tracto urinario inferior. Durante el embarazo, la hormona progesterona induce cambios en el sistema urinario que facilitan la entrada de microbios a través de la uretra. Los microbios pueden llegar incluso a los riñones debido a la dilatación de los uréteres. El tamaño creciente del bebé también impide que la vejiga se vacíe completamente. Todas las embarazadas deben someterse periódicamente a pruebas de detección de infecciones urinarias para prevenir complicaciones innecesarias, como la sepsis neonatal y el parto prematuro.