Signos y gestión de una recaída en la depresión

La depresión puede superarse con un tratamiento meticuloso y técnicas de relajación. Sin embargo, a muchas personas les cuesta mantenerse en esa zona de felicidad. La depresión, como muchos otros trastornos de salud, puede recaer. Se calcula que alrededor del 50% de las personas que siguen un tratamiento para la depresión vuelven a experimentar episodios depresivos al cabo de 4 meses.

Causas de una recaída de la depresión

No es de extrañar que cualquier motivo que te desestabilice pueda provocar una depresión o su recaída. A continuación se enumeran las causas más comunes.

Duelo
Rechazo en el amor o en el trabajo
Experiencias traumáticas
Acontecimientos vitales estresantes
Divorcio o mudanza de los hijos
Cambios hormonales con el embarazo y la menopausia

Identifique los síntomas de una recaída

Esté atento a cómo se siente mental y físicamente para analizar si está teniendo una recaída. A continuación se enumeran los síntomas a los que debe prestar atención.

Sentirse irritable sin motivo

Uno de los principales signos de recaída es enfadarse fácilmente por las cosas más insignificantes. Debe tener especial cuidado si se irrita por los problemas cotidianos sin motivo. También se sentirá malhumorado y es posible que empiece a tomarse como algo personal todo lo que le digan o hagan en casa o en el trabajo.

Fatiga y falta de iniciativa

Sentirá que incluso después de descansar o de no estar tan ocupado, sigue sintiéndose totalmente agotado. No le interesan las actividades cotidianas que solía hacer en casa. Incluso sus proyectos favoritos o sus aficiones empiezan a parecerle poco atractivos. Lo único que quiere es holgazanear en casa todo el día.

Disminución de la libido

Muchas personas que están pasando por una recaída de la depresión afirman que no se sienten excitados acerca de hacer el amor. La falta de intimidad e interés a menudo hace que muchas relaciones se agrien. Estallar en los seres queridos y estar constantemente de mal humor hacer las cosas se complican.

Poca concentración y confusión

Mientras realiza tareas que le resultan fáciles, tiene la sensación de estar bastante olvidadizo y desorientado. Tu cerebro parece nublado y sientes que tu mente no es capaz de concentrarse en nada. Se preocupa constantemente por el futuro o se arrepiente de algunas acciones pasadas.

Sueño interrumpido o inexistente

Uno de los signos clásicos de la depresión son los signos de sueño interrumpido y falta de sueño. Las personas deprimidas se ponen a pensar demasiado cuando están solas y se retiran a dormir. El estrés acumulado debido a los pensamientos negativos les lleva a dar muchas vueltas en la cama en lugar de dormir. La falta de sueño también agrava la fatiga y la confusión mental.

Aislamiento y sentimientos de autodesprecio

Independientemente de lo extrovertido o introvertido que seas, cuando recaes querrás escapar del resto del mundo. Esta naturaleza reclusiva durará mucho tiempo y también te sentirás abrumado por sentimientos de odio hacia ti mismo. Te vuelves hipercrítico contigo mismo y prefieres la soledad.

Pensamientos suicidas

Si sientes que serías más feliz si tu vida terminara, es una seria llamada de auxilio. Las tendencias suicidas son bastante comunes en individuos con depresión severa. Las autolesiones y el odio hacia uno mismo pueden empeorar esta tendencia. Lo mejor es buscar ayuda profesional inmediatamente.

Dolores inexplicables

Un problema de salud mental como la depresión puede manifestarse con síntomas físicos como dolores inexplicables en la espalda, la cabeza, el pecho y el estómago. La falta de apetito, incluso por sus comidas favoritas, también puede indicar que está experimentando una recaída.

Formas de afrontar una recaída

Si ha recibido tratamiento para la depresión en el pasado, lo mejor es que vuelva a reunirse con su profesional sanitario. Sea sincero sobre lo que está experimentando para que pueda recetarle un tratamiento revisado con fármacos o terapia. En estos casos suelen administrarse fármacos que potencian la serotonina y la dopamina.

Para algunos, simplemente pasar tiempo con la familia y los amigos o un buen descanso lejos de lo habitual puede ser muy útil. Aprenda alguna técnica de relajación, como la meditación o el yoga, para fomentar la atención plena. Cíñete a la rutina que te haya recomendado tu profesional y nunca la abandones sin consultarlo antes.