Signos de que tu pareja te engaña por Facebook
Aunque no haya sexo de por medio, el dolor de la infidelidad puede ser real. Con la llegada de las redes sociales, ha surgido un nuevo tipo de engaño: el flirteo y la intimidad digitales, que violan los límites del matrimonio. Los signos de este tipo de infidelidad incluyen que tu pareja se pierda con frecuencia en sus pensamientos en el teléfono o que sea posesiva con su teléfono. Otra señal a tener en cuenta es que la pareja se ponga a la defensiva sobre el tiempo que pasa con el teléfono.
Coqueteo digital e intimidad
En mis años como psicóloga clínica, he visto de primera mano que la infidelidad tiene muchas formas, desde el sexo fuera de una relación establecida hasta ocultar una cuenta bancaria secreta. Sin embargo, con la llegada de las redes sociales, ha surgido un nuevo tipo de engaño: el flirteo y la intimidad digitales, que violan los límites del matrimonio o del compromiso. De hecho, algunas investigaciones recientes sugieren no sólo que los usuarios activos de Facebook, Instagram y Twitter corren un mayor riesgo de conflicto en la relación debido a su uso de las redes sociales, sino que esta actividad se correlaciona significativamente con un mayor riesgo de infidelidad y divorcio.
El flirteo leve en persona suele ser fugaz y superficial, pero cuando la comunicación se extiende a las redes sociales, los mensajes de texto y el correo electrónico, la pareja está disponible 24 horas al día, 7 días a la semana, para caer en la tentación y aumentar la conexión emocional. «¿Me está engañando?», te preguntarás. Pero la pregunta puede no ser tan blanca o negra como crees.
Independientemente de si alguien está teniendo relaciones sexuales fuera de la relación o no, aquí tienes seis señales de que la actividad online de tu pareja es una amenaza para tu relación. (Aquí utilizo el pronombre «él», pero, por supuesto, la infidelidad trasciende el género y la orientación sexual).
Uso constante del teléfono
A menudo está ensimismado en sus conversaciones de texto y nunca comparte de qué tratan. El uso compulsivo del teléfono inteligente puede ser una fuente constante de fricción dentro de las relaciones románticas, ya que uno de los miembros de la pareja se siente aislado de la persona que está más ocupada con un dispositivo que con la conversación en persona que se supone que deberían estar teniendo. Cuando tu pareja se ríe o responde emocionalmente a su dispositivo, pero no hace ningún esfuerzo por contarte lo que está pasando por su cabeza en ese momento, se crea un gran muro entre vosotros. No, no esperes que nadie sea un libro abierto sobre todo lo que hace en Internet: los límites y una cierta privacidad tienen un lugar importante en cualquier relación sana. Pero si sus conversaciones digitales le alejan con frecuencia de tu presencia y no hace ningún esfuerzo por llenar ese vacío, es posible que su atención y sus prioridades estén en otra parte.
Noticias a altas horas de la noche
Recibe mensajes a todas horas, incluso a altas horas de la noche. Hace veinte años, si un amigo o un compañero de trabajo llamaba a tu pareja a las 11 de la noche mientras los dos os estabais acostando, probablemente te habrías quedado sorprendido. Pero los teléfonos inteligentes han cambiado todo eso, y cada vez es más aceptable enviar mensajes de texto a alguien -e incluso esperar una respuesta- a altas horas de la noche. Un mensaje de texto a destiempo de los amigos a altas horas de la noche no es necesariamente motivo de preocupación, y algunas parejas optan por relajarse en sus dispositivos, uno al lado del otro. Pero cuando sus conversaciones en Internet empiezan a llegar a tu dormitorio a altas horas de la noche, ya sea por iniciativa suya o de la otra persona, puede que ya estés jugando un papel secundario en otra relación.
Oculta su actividad en Facebook
Te has despertado y le has visto en Facebook o en su teléfono, pero se apresura a guardarlo cuando te ve. Cada vez hay más gente que duerme con el móvil en la mano -lo que no favorece precisamente un sueño saludable-, por lo que también aumenta la probabilidad de que alguien tenga comunicados privados en Internet. Una cosa es que esté navegando por Facebook a las 3 de la mañana, pero si intenta desesperadamente ocultártelo cuando te despiertas, tendrás que preguntarte por qué.
Oculta la comunicación por teléfono
Es muy posesivo físicamente con su teléfono o iPad. Las personas que se comportan de forma inapropiada e intentan ocultarlo suelen tener una mayor vigilancia para que no les pillen, y eso se nota en su comportamiento físico automático. Si parece proteger su teléfono de forma casi compulsiva, cerrar las ventanas del navegador o evitar que veas sus comunicaciones, es muy probable que esté desesperado por evitar que las veas, probablemente por algún motivo. Esto puede manifestarse en una mayor respuesta de sobresalto o irritabilidad si coges su teléfono por razones inocentes.
Amigos en Facebook
Ves a gente comentando en su muro de Facebook y compartiendo chistes internos, y no tienes ni idea de quiénes son. Muchas personas ni siquiera pueden reconocer a todos sus amigos de Facebook, por no hablar de los de su pareja. Puede que todos tengamos compañeros de trabajo, amigos de amigos y gente del equipo de debate del instituto en nuestra lista de amigos que nuestra pareja no sería capaz de reconocer en una rueda de reconocimiento. Pero si alguien está en todos los muros de tu pareja y parece mostrar un nivel de intimidad y humor con él que tú desconoces, el hecho de que no haya hablado de esa persona podría ser una señal de que realmente hay algo que ocultar.
Pasa mucho tiempo al teléfono
Se pone a la defensiva sobre el tiempo que pasa en su teléfono, o incluso intenta acusarte de mal comportamiento. Si tu pareja está haciendo algo que sabe que no debería, es posible que pase primero a la ofensiva o que acumule defensas en un intento desesperado por evitar que te des cuenta. Puede que ni siquiera se plantee hablar de cuánto tiempo pasa con el móvil o que se apresure a criticar tus hábitos en Internet. ¿Por qué le preocupa tanto? Podría ser una señal de que se está protegiendo de algo que ya sabe, pero que no quiere que sepas.