Signos de desequilibrio hormonal en las mujeres
Las hormonas son mensajeros químicos que influyen en casi todas nuestras actividades diarias. La mayoría de las personas atribuyen los brotes de acné y los cambios de humor a las hormonas que están fuera de control. Sin embargo, los desequilibrios hormonales son mucho más que las rabietas de una adolescente o una futura madre sensible. La mayoría de las mujeres se enfrentan a estos 7 signos comunes de desequilibrio hormonal en algún momento de sus vidas.
Aumento de peso
Mientras que el aumento de peso podría ser un signo de hábitos alimenticios poco saludables, el aumento de peso persistente también puede ser una indicación de desequilibrio hormonal. Este desequilibrio puede ser de diferentes tipos:
Por término medio, las mujeres aumentan entre 1 y 2 kg durante la menopausia. Sin embargo, algunas mujeres corren el riesgo de alcanzar cifras más elevadas.
Cuando las hormonas sexuales están desequilibradas, las mujeres pueden sumar kilos e incluso enfrentarse a la obesidad.
La resistencia a la insulina -una condición en la que las células del cuerpo dejan de responder a la hormona insulina- también provoca un aumento de peso en las mujeres, lo cual es otro indicio de desequilibrio hormonal. Este problema es evidente en las mujeres posmenopáusicas.
Reducción del deseo sexual
Uno de los signos más comunes del desequilibrio hormonal es la disminución del interés por las actividades sexuales o incluso la reducción del deseo sexual. Un descenso de los niveles de estrógeno en el cuerpo o una insuficiencia ovárica prematura (una condición en la que los ovarios dejan de funcionar antes de los 40 años) pueden causar esto en las mujeres. A veces, incluso un descenso mínimo de los niveles de testosterona, que las mujeres producen de forma natural, puede provocar desinterés sexual.
Fatiga
Si se siente cansada la mayor parte del tiempo, podría deberse a desequilibrios de ciertas hormonas.
Un nivel reducido de estrógenos puede provocar dolores de cabeza.
La progesterona, otra hormona responsable de varias funciones corporales, puede causar fatiga: una cantidad insuficiente de esta hormona puede dificultar el sueño, mientras que una cantidad excesiva puede provocar cansancio.
Una producción insuficiente de hormonas tiroideas puede provocar una disminución de los niveles de energía, haciendo que te sientas cansada y débil. El pensamiento confuso o poco claro es otro síntoma de desequilibrio hormonal, especialmente durante la mediana edad. El estrés, la falta de sueño y una dieta poco saludable pueden desencadenar pensamientos distorsionados que pueden causar cansancio mental.
Ansiedad y depresión
El alcance de un desequilibrio hormonal llega hasta tu estado de ánimo, provocando ansiedad, irritabilidad, depresión y otros trastornos del estado de ánimo. Esto es especialmente probable en la pubertad, el embarazo y la menopausia, ya que son los periodos de la vida que provocan una mayor variación en los niveles hormonales. El estrógeno, por ejemplo, es responsable de la producción de serotonina, la sustancia química responsable de la felicidad y otros estados de ánimo positivos. Muchas mujeres experimentan cambios de humor y emociones negativas como la ansiedad y la irritación durante sus años de perimenopausia (el periodo justo antes de la aparición de la menopausia) debido a la disminución de los niveles de estrógeno.
Ciclos de sueño deficientes
¿No duerme lo suficiente y de buena calidad? Las hormonas pueden estar en juego. Muchas mujeres sufren insomnio, sobre todo durante la menopausia, debido a la disminución de la producción de estrógenos y progesterona en el organismo. Además, cuando se experimenta estrés, el cuerpo produce más cortisol, la hormona del estrés. Una producción excesiva de cortisol durante un largo periodo de tiempo puede alterar los patrones normales de sueño. Combinado con otros desequilibrios hormonales, puedes decir adiós al sueño.
Sudoración excesiva
Sudar más de lo habitual es, a veces, un signo de desequilibrio hormonal. Una producción excesiva de hormonas tiroideas, que provoca un desequilibrio en el metabolismo, puede hacer que aumente la temperatura interna del cuerpo y provocar una sudoración excesiva. Durante la menopausia, los niveles de estrógeno descienden drásticamente y las mujeres experimentan síntomas como el sudor nocturno y los sofocos, que se asocian a la sudoración excesiva.
Problemas digestivos
Las hormonas femeninas estrógeno y progesterona tienen un impacto en el tracto gastrointestinal. Cualquier desequilibrio de estas hormonas afecta al sistema digestivo. A veces, acelera el proceso, provocando diarrea, náuseas y dolor abdominal. Otras veces, puede ralentizar el proceso y provocar hinchazón y estreñimiento.
Los niveles de la hormona tiroidea también afectan al buen funcionamiento del sistema digestivo. En el hipotiroidismo (cuando los niveles de tiroides son bajos), la digestión se ralentiza y la concentración de ácido estomacal y enzimas digestivas puede reducirse. Estos patrones se han reportado durante la pre-menstruación, la menstruación y la perimenopausia en las mujeres.
Si ha experimentado uno o más de estos síntomas, sepa que es probable que el culpable sea un desequilibrio hormonal. Estos cambios hormonales pueden deberse al proceso normal de envejecimiento o a algunas condiciones de salud subyacentes. Así que, para estar segura, hable de los síntomas con su médico para conocer sus opciones de tratamiento.