Signos de carencia de vitamina A a los que hay que prestar atención
Los ojos, la piel y los huesos dependen de la vitamina A que aportan los alimentos. Pero, ¿qué ocurre si no recibes la suficiente? Aunque es poco frecuente en los países desarrollados, una carencia de vitamina A puede suponer un problema para todo el organismo. Esta vitamina liposoluble desempeña un papel fundamental, ya sea en la salud ocular, la cicatrización de heridas, la reproducción o la formación de los huesos. También ayuda a que el sistema inmunitario funcione correctamente y a que la piel y las membranas mucosas que recubren algunas partes del cuerpo, como la nariz, se mantengan sanas. Si te preocupa la posibilidad de una carencia de vitaminas, aquí tienes algunas señales de alarma a las que debes prestar atención.
Ceguera nocturna
Los niveles bajos de vitamina A pueden causar una falta de rodopsina, que es una proteína sensible a la luz presente en su ojo. Y la falta de esta proteína perjudica la visión con poca luz. Por lo tanto, puede que le resulte difícil ver bien por la noche si tiene una carencia de vitamina A. Esté atento a signos reveladores como la dificultad para conducir de noche. ¿O le resulta cada vez más difícil ir al baño cuando las luces están apagadas? Puede que incluso se encuentre encendiendo las luces cada vez más temprano por las noches. La pérdida de visión es progresiva, por lo que verá que estos signos empeoran con el tiempo.
La ceguera nocturna es más difícil de notar en los niños porque puede que no sepan lo suficiente como para quejarse de ella. Como padre, ¿ha notado que su hijo se comporta de forma diferente cuando no hay luz o cuando está en una habitación oscura? Si el niño está inactivo o se muestra aprensivo a la hora de moverse, indague más.
Ojos secos
Las personas con deficiencia de vitamina A descubren que las glándulas de la membrana mucosa que recubre el interior de los párpados y cubre la parte delantera de los ojos dejan de funcionar correctamente. Esto provoca una falta de lágrimas y mucosidad, que sirven para mantener los ojos húmedos. Por lo tanto, los ojos secos que se irritan fácilmente pueden apuntar a una deficiencia de vitamina A.
Piel seca, sarpullidos y uñas rotas
La vitamina A interviene en la formación y el mantenimiento de una piel sana. Y a veces, en las primeras etapas de la deficiencia de vitamina A, notará una piel seca, escamosa y con picores (prurito). La sequedad puede incluso extenderse al cabello, haciendo que se rompa y se caiga con frecuencia. La piel llena de bultos o las erupciones como el acné, las llagas en la boca y los labios agrietados son otros signos reveladores. Las uñas también pueden empezar a romperse con facilidad.
Manchas espumosas blancas o grises plateadas en el ojo
Otro signo de deficiencia de vitamina A es la formación de manchas espumosas conocidas como manchas de Bitot en el blanco de los ojos. Las manchas de Bitot pueden tener forma triangular o irregular y suelen aparecer en las posiciones de las 3 o las 9 horas. Aparecerán ligeramente elevadas y se parecerán más a la piel que a una membrana mucosa. Se forman esencialmente a partir de una acumulación de queratina debido a la desecación de la córnea.
Úlceras corneales y ceguera
Sin el tratamiento adecuado, una deficiencia de vitamina A puede provocar la aparición de llagas o úlceras en los ojos. Una úlcera en el ojo puede tener el aspecto de una pequeña zona perforada o tener una apariencia esponjosa. A la larga, los daños en los ojos pueden provocar ceguera. De hecho, la carencia de vitamina A es la principal causa de ceguera evitable en los niños, pero se observa con más frecuencia en el mundo en desarrollo.
Infecciones frecuentes
La vitamina A se ha ganado el nombre de «la vitamina antiinfecciosa» por su papel vital en el buen funcionamiento del sistema inmunitario. La piel y las células de la mucosa que recubren el tracto urinario, el tracto digestivo y las vías respiratorias funcionan como barrera y primera línea de defensa contra las infecciones. Y la vitamina A interviene en la formación y el bienestar de estas células. Una deficiencia de esta vitamina crítica puede perjudicar la inmunidad y dejarte vulnerable a una serie de infecciones, como las de la vejiga, las del tracto respiratorio, las gastrointestinales y las vaginales. También son frecuentes las infecciones estomacales y problemas como la diarrea.
Retraso del crecimiento en los niños
En los niños con una carencia grave de vitamina A, el crecimiento y el desarrollo normales pueden ralentizarse.
Las necesidades de vitamina A varían según el sexo y la edad
La ingesta de vitamina A varía en función de la edad, el sexo y si está o no embarazada o amamantando. Los hombres adultos, en general, necesitan 900 mcg y las mujeres 700 mcg. Sin embargo, si está esperando un bebé, necesitará 770 mcg. Las mujeres lactantes necesitan 1.300 mcg. La vitamina A está disponible en una variedad de verduras, frutas, carne y productos lácteos, por lo que una dieta equilibrada que explore diferentes grupos de alimentos debería ayudarle a obtener suficiente de esta vitamina vital.
Lo ideal es que puedas alcanzar tu valor diario consumiendo fuentes alimentarias variadas de vitamina A. Sin embargo, si decides optar por los suplementos, consulta a tu médico para evitar interacciones y toxicidad.