Señales de que necesita comer más grasa
Con los productos en las estanterías de los supermercados luciendo con orgullo las etiquetas «sin grasa», «bajo en grasa» y «reducido en grasa», es natural que la gente dude antes de consumir grasas. Sin embargo, el hecho es que el consumo de grasas insaturadas (poliinsaturadas y monoinsaturadas) junto con los ácidos grasos omega 3 es una parte vital de una dieta saludable.
De hecho, no tener suficiente grasa puede provocar algunas complicaciones relacionadas con la salud en nuestro cuerpo, lo que indica que debemos aumentar nuestra ingesta de grasas. He aquí algunas señales a las que deberías prestar atención.
Antojos de alimentos azucarados
Si tienes antojos de comida azucarada, incluso después de haber comido, la culpa podría ser de tu bajo consumo de grasa. Las investigaciones demuestran que la ingesta de alto contenido en grasas impide la liberación de insulina, lo que estabiliza los niveles de azúcar en sangre. Esto, a su vez, evita los antojos.
Además, varios estudios han afirmado que una dieta rica en grasas aumenta la saciedad y evita que se coma en exceso. Aunque se desconoce la causa exacta de esto, algunos expertos sugieren que las grasas tardan más en digerirse que los carbohidratos, lo que hace que te sientas lleno durante más tiempo. Sin embargo, asegúrese de optar por fuentes de proteína y fibra con alto contenido en grasa, como los frutos secos y el marisco, para aumentar este beneficio.
Desequilibrios hormonales
La palabra colesterol tiene mala reputación, al igual que las grasas. Sin embargo, no es tan malo para tu cuerpo. De hecho, se utiliza para producir vitamina D, hormonas (incluidas la testosterona y el estrógeno) y ácidos biliares que disuelven la grasa en el cuerpo.
Por eso los expertos creen que una posible explicación de los desequilibrios hormonales podría ser una dieta baja en grasas. Además, algunos estudios afirman que el consumo de alimentos bajos en grasa podría provocar trastornos ovulatorios e infertilidad en las mujeres, mientras que un aumento de la grasa podría reducirla. Asegúrate de consultar a un profesional además de aumentar tu consumo de grasas saludables.
Malas condiciones de la piel
Los problemas de la piel, como el acné, la sequedad y las arrugas, podrían atribuirse a no consumir suficientes grasas. Esto se debe a que los ácidos grasos poliinsaturados (omega 3 y omega 6), desempeñan un papel clave en el funcionamiento y el aspecto normal de la piel.
Los estudios también indican que estas grasas controlan las respuestas inflamatorias de la piel y su función de barrera, determinando así la salud de la piel. Y, teniendo en cuenta que no pueden ser sintetizadas en nuestro cuerpo, es vital llevar una dieta rica en estas grasas. Puedes suplementar con estas grasas después de consultar a un profesional o aumentar tu consumo de marisco, frutos secos y semillas.
Baja cognición
Las dietas bajas en grasas están relacionadas con la falta de energía mental para concentrarse o recordar cosas. Las grasas saludables como los ácidos grasos omega 3 desempeñan un papel vital en la plasticidad sináptica. Este proceso determina la capacidad de las sinapsis en el cerebro, una estructura que supervisa la señalización eléctrica entre las neuronas, para fortalecerse o debilitarse con el tiempo.
Los estudios demuestran que los ácidos grasos omega 3 tienen un efecto positivo sobre varias moléculas de las sinapsis relacionadas con el aprendizaje y la memoria. De este modo, se cree que influyen y controlan varios procesos cerebrales. Por lo tanto, la falta de grasas omega 3 adecuadas puede afectar a su cognición.
Aumento de peso
A menudo, las personas hacen dietas bajas en grasas para perder peso. Sin embargo, las estadísticas demuestran que, a pesar de que un gran número de personas se ha pasado a las dietas bajas en grasas en los últimos 30 años, las tasas de obesidad se han disparado.
Además, los estudios demuestran que las personas que siguen una dieta moderadamente rica en grasas saludables o pierden un poco más de peso que las que no comen demasiadas grasas. Esto podría deberse al hecho de que las dietas bajas en grasas tienden a ser altas en carbohidratos, especialmente de fuentes de digestión rápida, como el pan blanco y el arroz blanco, que conducen al aumento de peso. Por lo tanto, si está tratando de perder peso, asegúrese de comer grasas.
Depresión y ansiedad
Los estudios demuestran que una baja ingesta de ácidos grasos omega 3 podría provocar un estado de ánimo bajo, depresión, pesimismo e impulsividad. Además, podría provocar trastorno depresivo mayor, trastorno bipolar, esquizofrenia y abuso de sustancias.
Otros estudios han demostrado que la falta de ácidos grasos omega 3 adecuados provoca ansiedad e inquietud. Por tanto, si últimamente te sientes decaído, consulta a un profesional y aumenta tu consumo de marisco, frutos secos y semillas.
Baja resistencia
Las grasas proporcionan energía al cuerpo para que funcione correctamente. La falta de grasas adecuadas puede, por tanto, hacer que te sientas cansado y perezoso. Sin embargo, las grasas son especialmente importantes si haces ejercicio con regularidad.
Durante el ejercicio, el cuerpo utiliza las calorías de los hidratos de carbono que ha ingerido. Pero, después de 20 minutos, los estudios afirman que el cuerpo depende de las calorías procedentes de la grasa para seguir adelante. Por lo tanto, si no tienes suficiente grasa, te sentirás cansado después de muy poco ejercicio.
También se cree que una dieta baja en grasas afecta a la salud digestiva y a la capacidad del cuerpo para regular la temperatura. Sin embargo, todavía no hay suficientes pruebas que respalden ninguna de estas afirmaciones. Dicho esto, los efectos sobre la salud que se enumeran más arriba, sí que exigen un aumento de la ingesta de grasas alimentarias saludables para llevar un estilo de vida más sano.