Remedios naturales para combatir la artritis reumatoide

La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica que puede causar rigidez, dolor, hinchazón, calor y enrojecimiento en las articulaciones, sobre todo en las de las muñecas, las manos y los pies. Esta enfermedad autoinmune que afecta al movimiento, la movilidad e incluso la calidad de vida es el resultado de que el sistema inmunitario ataca inadvertidamente a las células que recubren las articulaciones. Con el tiempo, puede hacer que las articulaciones afectadas se dañen, se desalineen y se deformen. Pero el daño de la artritis reumatoide no se limita sólo a las articulaciones. También puede afectar a los cartílagos, huesos y tejidos, y provocar problemas en órganos como el corazón, los pulmones o los ojos. El tratamiento convencional consiste en medicación y terapia de apoyo, como terapia ocupacional y fisioterapia, para ayudar a la movilidad. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para corregir los problemas articulares. Muchos remedios naturales también pueden ayudarle a combatir los síntomas de esta enfermedad.

Pruebe la terapia de calor

El calor relaja los músculos y mejora la tolerancia al dolor, por lo que los fisioterapeutas suelen recomendarlo para la artritis reumatoide. También puedes utilizar el calor para tratarte en casa:

Utiliza una almohadilla térmica: Las almohadillas térmicas están disponibles en el mercado y pueden ayudar a aliviar los síntomas de la artritis reumatoide, pero también puedes utilizar una compresa casera. El calor húmedo funciona mejor que el calor seco. Calienta una toalla húmeda en el microondas hasta alcanzar una temperatura agradable. Esto puede llevar entre 20 y 60 segundos, dependiendo del grosor de la toalla. Envuelve esta toalla húmeda y calentada con otra seca y fina y aplícala para aliviar la rigidez de las articulaciones dolorosas. Eso sí, asegúrate de que la toalla no esté demasiado caliente antes de usarla.

Dúchate o báñate con agua caliente: Una bañera con chorros de agua funciona casi como las bañeras de hidromasaje que utilizan los terapeutas para dar masajes con agua caliente. Y un baño de 15-20 minutos en agua caliente puede ayudar a relajar los músculos que soportan el peso. Una ducha caliente también puede ayudar a aliviar la rigidez.

Prueba un baño de parafina: Al tomar un baño de parafina, sumerges los pies o las manos en cera que se ha fundido en un aparato que mantiene una temperatura segura. Una vez que la cera se endurece, se envuelve la zona afectada en una manta o lámina de plástico para retener el calor durante unos 20 minutos. Después, se retira la cera. Su fisioterapeuta debería poder recomendarle un kit de baño de parafina adecuado que pueda utilizar en casa.

Tomar aceite de pescado

El aceite de pescado contiene ácidos grasos omega 3 beneficiosos y puede ayudar a combatir la artritis reumatoide. Un estudio descubrió que las personas que tomaban suplementos de aceite de pescado experimentaban una reducción de la duración de la rigidez matinal, del número de articulaciones sensibles y del dolor. De hecho, en el estudio se observó que algunas personas que tomaron suplementos de aceite de pescado pudieron incluso dejar de utilizar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) sin ningún problema. Los efectos beneficiosos del aceite de pescado podrían deberse a su capacidad para disminuir significativamente los niveles de interleucina-1 beta, una proteína presente en el organismo que desempeña un papel en la erosión del hueso y el cartílago en las personas con artritis reumatoide.

Tome suplementos de aceite de borraja o de onagra

El aceite de borraja contiene ácido gamma linolénico (GLA), que es un ácido graso insaturado que ha resultado ser eficaz para reducir la inflamación de las articulaciones en las personas con artritis reumatoide. Según un estudio, el consumo de suplementos de GLA durante 6 meses disminuyó no sólo el número de articulaciones sensibles e inflamadas, sino también la duración de la rigidez y el dolor matutinos en quienes padecen esta enfermedad. El GLA puede ser beneficioso porque se convierte parcialmente en prostaglandina E1 en el cuerpo. Se trata de una sustancia similar a una hormona con propiedades antiinflamatorias. Hable con un profesional de la medicina alternativa sobre la dosis ideal. También puede probar el aceite de onagra o el aceite de semillas de grosella negra para obtener los mismos beneficios.

Aplicar crema de capsaicina

La capsaicina, un compuesto que se encuentra en los pimientos, puede aliviar el dolor provocado por la artritis reumatoide. Se cree que este compuesto agota las reservas de la sustancia P, que es un neuropéptido que ayuda a la transmisión de señales de dolor al cerebro y que se ha implicado en el dolor y la inflamación relacionados con la artritis. Un estudio descubrió que las personas con artritis reumatoide que se aplicaron una crema que contenía 0,025% de capsaicina durante 4 semanas experimentaron una reducción media del dolor del 57%.

La primera vez que se utiliza una pomada de capsaicina, suele provocar una sensación de ardor, pero ésta se disipa en unos minutos y tiende a disminuir con las aplicaciones repetidas. Tenga cuidado de no utilizar una almohadilla térmica en la piel donde ha aplicado la capsaicina. Tampoco utilice una pomada que contenga este componente sobre la piel irritada o rota.

Toma jengibre

El jengibre se ha utilizado tradicionalmente en los sistemas médicos sino-japoneses y en el ayurveda durante años para tratar las afecciones reumáticas e inflamatorias. Los estudios indican que el consumo de jengibre puede aliviar el dolor y la inflamación asociados a la artritis reumatoide. El jengibre puede actuar inhibiendo la biosíntesis de leucotrienos y prostaglandinas, compuestos que desempeñan un papel importante en la inflamación. Incorporar esta beneficiosa especia a tus platos no sólo potencia el sabor, sino que también otorga a tus alimentos poderes curativos. También puedes preparar un té de jengibre y tomarlo dos veces al día.

Bebe té verde

El té verde es conocido por sus potentes efectos antiinflamatorios y puede ayudar a combatir la artritis reumatoide. Las investigaciones indican que un fitoquímico conocido como epigalocatequina-3-galato (EGCG) presente en el té verde puede inhibir una proteína de señalización conocida como TAK1, que desempeña un papel importante en la destrucción del tejido y la inflamación que se observa en la artritis reumatoide. Así que prepárese una buena taza de té verde y beba.

Incorpore la cúrcuma a su dieta

La cúrcuma se ha utilizado tradicionalmente en la India para hacer frente a las enfermedades asociadas a la inflamación, como la artritis reumatoide. La curcumina, un compuesto presente en esta especia, es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y es la responsable de sus efectos beneficiosos. Un estudio descubrió que cuando los pacientes con artritis reumatoide recibían curcumina, mostraban una mejora significativa de su estado y experimentaban una reducción de la hinchazón y la sensibilidad de las articulaciones. Curiosamente, la curcumina resultó ser más eficaz que los medicamentos utilizados para tratar la artritis reumatoide. Añada cúrcuma a sus platos o tome un té de cúrcuma para experimentar sus efectos curativos. También puede consultar a su médico sobre la posibilidad de tomar suplementos de curcumina.

Adopte una dieta mediterránea

La dieta mediterránea es famosa por estar relacionada con muchos beneficios para la salud, como un menor riesgo de morir de cáncer o de enfermedades cardíacas. Y resulta que también es beneficiosa para las personas con artritis reumatoide. Los estudios han demostrado que seguir esta dieta puede mejorar la función física y reducir el dolor en las personas con esta enfermedad al combatir la inflamación. ¿Cuáles son los elementos de la dieta mediterránea? Suele ser rica en frutos secos, legumbres, cereales integrales, pescado y marisco, pequeñas porciones de carne magra y pollo, y cantidades limitadas de carne roja, huevos, mantequilla y dulces. Esta dieta es naturalmente alta en fibra e incluye más frutas y verduras que la típica dieta americana.

Explore los tratamientos ayurvédicos

El Ayurveda también ofrece regímenes estructurados para ayudar a aliviar la artritis reumatoide. Los médicos ayurvédicos suelen ofrecer una terapia individualizada, por lo que el tratamiento puede variar de una persona a otra en función de su constitución individual. Incluye la toma de hierbas medicinales, terapias purificadoras como el enema medicado (vasti) y la purgación terapéutica (virechana), y la aplicación de pastas de hierbas (lepa) y aceites medicados, así como la modificación del estilo de vida y la dieta. Un estudio en el que se analizaron 290 pacientes que se sometieron a un tratamiento ayurvédico durante periodos que oscilaban entre un mes y seis meses informó de una mejora en aspectos como el número de articulaciones inflamadas y dolorosas, la fuerza de agarre, el tiempo de marcha, etc., tras el tratamiento.

Practicar Tai Chi o Yoga

Las prácticas ancestrales de mente y cuerpo, como el tai chi y el yoga, pueden ser beneficiosas para las personas con artritis reumatoide. El tai chi coordina movimientos suaves y lentos con la respiración, la concentración mental y la meditación, mientras que el yoga combina potentes posturas físicas con ejercicios de respiración y meditación. Las investigaciones indican que el tai chi puede mejorar la condición física y el equilibrio, así como reducir el dolor; sin embargo, es posible que no pueda abordar aspectos como la inflamación y el dolor de las articulaciones, que son específicos de la artritis reumatoide. Por su parte, el yoga puede reducir el número de articulaciones inflamadas y sensibles y también mejorar la función física.

Busque la orientación de profesionales con experiencia para que le ayuden a diseñar y practicar un régimen que le ayude con la artritis reumatoide. Por ejemplo, su profesor de yoga puede modificar las posturas para minimizar la tensión en las articulaciones o aconsejar el uso de accesorios para ayudar a mantener el equilibrio.