Remedios caseros para la tos de tu hijo pequeño

Todas las madres están de acuerdo en que es duro ver a un niño pequeño con tos. Aunque se trata de una forma natural de expulsar partículas no deseadas de las vías respiratorias, los niños lo pasan fatal hasta que se les pasa. Con el cambio de estación, los niños tienden a resfriarse y a toser. Pero confiar siempre en los medicamentos sin receta no es aconsejable. Aquí tienes algunos remedios naturales que puedes probar en casa.

Miel de alforfón

La miel de alforfón es rica en antioxidantes y tiene propiedades antimicrobianas. Resulta muy eficaz para reducir la gravedad de la tos y mejorar el sueño de los niños. Sin embargo, la miel no se considera segura para los niños menores de un año. Existe riesgo de botulismo.

Administre 1,5 cucharaditas de miel de trigo sarraceno pura antes de acostarse como remedio para la tos. También puedes mezclar 1 o 2 cucharaditas de miel en un vaso de agua tibia y dárselo al bebé. Añadir una pizca de pimienta blanca a la miel también reconfortará a tu pequeño.

Zumo de limón

La vitamina C del limón actúa como antioxidante y refuerza el sistema inmunitario del niño.

Toma un vaso lleno de agua tibia y añade zumo de limón recién exprimido. Añade un edulcorante natural y remueve bien el zumo. Darle un brebaje de limón, miel y agua caliente también puede aliviarle la garganta.

Vinagre de manzana

Repleto de nutrientes, el vinagre de manzana tiene potentes propiedades antimicrobianas. Puede prevenir las infecciones de tu hijo.

Añade una cucharadita de miel y vinagre de manzana a un vaso de agua. Mézclalos bien y dáselo a tu hijo.

Vapor

Es eficaz para aliviar la congestión nasal y torácica. Respirar aire húmedo calmará a tu hijo.

Coloca un humidificador o vaporizador de vapor frío en la habitación de tu hijo cuando duerma o juegue. O dale un baño de vapor. Exponer al niño al vapor caliente de una ducha también es un remedio eficaz. Hay otro método. Coge un recipiente con agua caliente. Ayúdale a cubrirse la cara con una toalla. Deja que inhale el vapor lenta y profundamente. Asegúrate de que está bajo tu supervisión.

Solución salina y gotas

Las gotas salinas aflojan la mucosidad y alivian la congestión. Evitan que tu hijo tenga la nariz taponada.

Añade una cucharadita de sal a una taza de agua tibia. Deja que el niño se tumbe en la cama. Vierte unas gotas en cada fosa nasal. Deja que tu hijo permanezca en esa posición durante algún tiempo para que las gotas de solución salina fluyan hacia las fosas nasales.

Aceite de eucalipto

El aceite de eucalipto afloja las flemas. Muchas personas inhalan vapor de eucalipto para aliviarse de la bronquitis, la tos y la gripe. De hecho, muchos medicamentos para tratar la tos contienen eucalipto.

Aplica unas gotas de aceite de eucalipto en el vestido de tu hijo o en la manta de la cama cuando duerma. No apliques demasiado. A veces, su intenso olor puede irritar a tu hijo pequeño. Sin embargo, no lo utilices en niños menores de dos años.

Líquidos calientes y claros

Los líquidos calientes ayudan a despejar la garganta y a aliviar la congestión. Deja que beban agua limpia en la medida de lo posible. Los zumos de frutas como la naranja y la manzana también ayudarán. Y éste es el mejor momento para darle sopa de pollo casera.

Es posible que tu hijo no necesite ningún medicamento si los síntomas no le molestan mucho. Sin embargo, si la tos es severa y perturba su sueño, entonces debes probar estos remedios caseros sin demora.