Remedios caseros para el picor y el ardor vaginales
¿Tienes sensación de quemazón o picor en la vagina? La causa más común es una infección o inflamación de la vagina o la vulva, conocida médicamente como vaginitis o vulvovaginitis. También puede provocar síntomas como flujo vaginal inusual, dolor y mal olor. Existen principalmente cuatro tipos de vaginitis:
Vaginosis bacteriana, causada por un crecimiento excesivo de bacterias nocivas en la vagina. Esto altera el equilibrio entre bacterias buenas y malas. Factores como las duchas vaginales, tener una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales, y el uso de antibióticos o de un dispositivo intrauterino pueden afectar al equilibrio de las bacterias en la vagina.
Infección por levaduras, causada por el crecimiento excesivo de levaduras o cándida en la vagina. Esto puede deberse a la toma de antibióticos o corticoesteroides. El embarazo y la diabetes también aumentan las probabilidades de contraer una candidiasis.
Tricomoniasis, que es una enfermedad de transmisión sexual causada por protozoos parásitos conocidos como Trichomonas vaginalis.
Vaginitis atrófica, que se observa cuando hay una disminución de la hormona femenina estrógeno. Esta hormona mantiene hidratados los tejidos vaginales. Normalmente, los niveles de estrógeno disminuyen después de la menopausia. Ciertos medicamentos, la quimioterapia, la radioterapia, el embarazo, el estrés, la depresión y el ejercicio excesivo también pueden provocar un descenso de los niveles de estrógenos. Y los niveles bajos de estrógeno pueden hacer que los tejidos vaginales se adelgacen y se encojan. Esto, a su vez, puede causar inflamación y sequedad.
La sensibilidad a productos como detergentes, sprays vaginales, espermicidas, duchas vaginales o jabones también puede causar sensación de quemazón o picor en la vagina.
El médico puede recetarte medicamentos antifúngicos para las infecciones por hongos y antibióticos para la vaginosis bacteriana y la tricomoniasis. Pero si buscas remedios alternativos que puedan ser útiles para estas afecciones, prueba las siguientes opciones. Pero ten en cuenta que es importante acudir al médico si sufres infecciones vaginales durante el embarazo. Si no se tiene en cuenta, puede afectar al bienestar del bebé.
Consume yogur
El yogur contiene bacterias «buenas» conocidas como Lactobacillus acidophilus que pueden evitar que la cándida crezca en exceso. Según una investigación en la que se estudió a mujeres que sufrían infecciones recurrentes por hongos, consumir yogur a diario redujo significativamente el número de infecciones por hongos que padecían.
Modo de empleo: Consuma diariamente 250 gramos de yogur que contenga Lactobacillus acidophilus.
Pruebe el ajo
El ajo puede ser eficaz tanto contra las infecciones por hongos como contra la vaginosis bacteriana. Un compuesto azufrado llamado alicina, presente en el ajo, inhibe el crecimiento de la cándida, mientras que otro compuesto azufrado llamado alleína es responsable de sus propiedades antibacterianas. En un estudio se llegó incluso a la conclusión de que los comprimidos de ajo tenían una eficacia comparable a la del metronidazol, el medicamento utilizado habitualmente para tratar la vaginosis bacteriana.
Modo de empleo: Pela un diente de ajo, envuélvelo en una gasa y utilízalo como supositorio vaginal. Puede dejarse toda la noche para atajar la infección.
También puede ser útil incorporar el ajo a la dieta. Pero ten en cuenta que el ajo fresco es más eficaz contra los hongos que el ajo en polvo.
Aceite del árbol del té
El aceite del árbol del té es ese ingrediente mágico que funciona contra las infecciones por hongos, la vaginosis bacteriana y las tricomonas. Los compuestos bioactivos como terpinen-4-ol, alfa-terpineol, gamma-terpineno y alfa-terpineno que están presentes en este aceite esencial se consideran responsables de sus propiedades antifúngicas, antibacterianas y antiprotozoarias.
Modo de empleo: Lava tu vagina con una solución de aceite de árbol de té diluida en agua. Puede preparar una ducha vaginal con una concentración del 0,4% del aceite esencial mezclado en un litro de agua. También puedes empapar un tampón en una solución de aceite de árbol de té al 40% y utilizarlo como supositorio. Ten en cuenta que el tampón no debe dejarse más de 24 horas.
Ácido bórico
Las cápsulas de ácido bórico pueden utilizarse como supositorios para tratar la vaginosis bacteriana recurrente, así como las infecciones por hongos. Tienen una potente acción antimicrobiana. Sin embargo, ten en cuenta que no es un remedio adecuado si estás embarazada.
Modo de empleo: Rellenar una cápsula de gelatina con unos 600 mg de ácido bórico en polvo. Introduzca una cápsula en la vagina cada noche y retírela por la mañana durante 2 semanas. Puedes seguir utilizando los supositorios de ácido bórico dos veces por semana con fines preventivos después de que desaparezca la infección.
Prueba el sello dorado
El sello dorado, una planta originaria de Norteamérica, se utiliza habitualmente para eliminar las infecciones por Trichomonas y hongos. Según las investigaciones, contiene un compuesto conocido como berberina que es eficaz contra los hongos y la Trichomonas vaginalis.
Modo de empleo: Puedes preparar una ducha vaginal con sello dorado y utilizarla para lavarte la vagina. Para un tratamiento potente de la tricomoniasis, combínalo con mirra como se detalla a continuación.
Descubre la mirra
La mirra, una resina del árbol Commiphora molmol, ha sido valorada por sus propiedades medicinales en todo el mundo durante siglos. Y, según las investigaciones, puede actuar eficazmente contra los protozoos que causan la tricomoniasis. De hecho, en un estudio, las mujeres con tricomoniasis que no respondían a los antibióticos se beneficiaron cuando tomaron extracto de mirra en ayunas durante 6 a 8 días.
Modo de empleo: Mezcla media cucharadita de mirra y una de sello dorado con medio litro de agua. Pon esta solución al fuego y déjala hervir a fuego lento durante unos 10 minutos. Cuélala cuando se enfríe y úsala como ducha vaginal dos veces al día durante dos semanas.
Hidratación con aceites naturales
Si la sequedad vaginal y el picor son consecuencia de una vaginitis atrófica, puedes aplicar aceites naturales como el aceite de coco y el aceite de almendras en el interior de la vagina para hidratarla y lubricarla. A diferencia de los aceites sintéticos como la vaselina, que son difíciles de eliminar, tu cuerpo puede eliminar estos aceites. Por otra parte, no utilices aceites sintéticos para lubricar la vagina, ya que pueden permanecer en el cuerpo durante días, haciendo que cambie el nivel de pH (ácido) de la vagina. Como resultado, es más fácil que proliferen los gérmenes nocivos.
Ten en cuenta que no debes utilizar una crema hidratante o lubricante a base de aceite con un preservativo, ya que el aceite puede romper y dañar los preservativos.
Modo de empleo: Aplica aceite de coco o de almendras con los dedos dentro y alrededor de la vagina para eliminar la sequedad vaginal y el picor.
Toma soja y productos de soja
La soja es rica en isoflavonas, un tipo de fitoestrógeno. Los fitoestrógenos son compuestos bioactivos que presentan propiedades similares a las del estrógeno y pueden ser útiles para los síntomas de la menopausia, como la sequedad vaginal. Un estudio descubrió que cuando las mujeres seguían una dieta rica en fitoestrógenos que incluía productos de soja como el miso, el tofu, la bebida de soja y la linaza, se reducía la sequedad vaginal e incluso los sofocos.
Modo de empleo: Dado que la soja es rica en fibra, puede provocar gases e hinchazón. Así que empieza poco a poco y aumenta gradualmente la cantidad de soja en tu dieta para dar tiempo a tu sistema a adaptarse. Y recuerda que siempre es mejor optar por productos de soja enteros, como el edamame, la leche de soja o el tofu, que por soja procesada, como los aislados de proteína de soja. Prueba a sustituir la nata agria de las salsas, salsas y aliños por puré de tofu o utiliza leche de soja en tus batidos.
Semillas de lino
Las semillas de lino contienen fitoestrógenos, al igual que la soja. Los lignanos, el fitoestrógeno de las semillas de lino, pueden ayudar a mejorar los síntomas de la menopausia, como la sequedad vaginal y los sofocos.
Modo de empleo: Muela algunas semillas de lino y tómelas con abundante agua. Pero recuerde que las semillas de lino deben consumirse en las 24 horas siguientes a su molturación para que sigan siendo eficaces. Puede consumir unos 9 g de semillas de lino al día, pero incorpórelas a su dieta gradualmente; al igual que la soja, las semillas de lino también son ricas en fibra.
Ten en cuenta que este remedio puede no ser adecuado para ti si estás embarazada o amamantando debido a su actividad similar al estrógeno. Habla también con tu médico antes de incorporar las semillas de lino a tu dieta si padeces endometriosis, obstrucción intestinal o cáncer de útero, mama u ovarios.
Beba té de regaliz
Las raíces de regaliz tienen un efecto estrogénico. También contienen compuestos que pueden estimular la producción de mucosa, por lo que pueden ser útiles para aliviar la sequedad vaginal.
Modo de empleo: Prueba a tomar 2 ó 3 tazas de té de regaliz al día. Hierve 150 gramos de raíz de regaliz en 500 ml de agua durante unos 15 minutos y cuélalo para obtener la infusión. No obstante, ten en cuenta que el regaliz puede elevar la tensión arterial, por lo que sólo debes tomarlo tras consultar a tu médico. Además, es mejor no tomar regaliz durante más de dos semanas.
Prueba la ashwagandha
La antigua ciencia del ayurveda ha utilizado tradicionalmente la ashwagandha para tratar la inflamación de la vagina. Según las investigaciones, esta hierba puede mejorar la lubricación vaginal e incluso aumentar el éxito de los encuentros sexuales en mujeres sanas.
Modo de empleo: El Ayurveda recomienda tomar ashwagandha con ghee y miel. También puede tomar media cucharadita de polvo de ashwagandha mezclada en una taza de leche antes de acostarse. Sin embargo, antes de tomar ashwagandha, consulte a un médico ayurvédico que podrá determinar si esta hierba es adecuada para usted y aconsejarle sobre la dosis apropiada.