Remedios caseros para combatir los cólicos y calmar al bebé
Un bebé que llora durante horas prácticamente todas las noches puede cansar a cualquier padre. Pero si está luchando con un bebé con cólicos, sepa que no está solo. Se calcula que hasta el 40% de los bebés tienen cólicos, una afección que se caracteriza por un llanto intenso y agudo sin causas identificables y durante el cual el bebé está inconsolable. Técnicamente, el cólico se define como el llanto de más de 3 horas diarias durante más de 3 días a la semana durante un periodo de 3 semanas, pero su médico puede proporcionar un diagnóstico de esta condición antes de eso. Afortunadamente, los cólicos no están asociados a ningún problema de salud y se resuelven por sí solos con el tiempo.
Aunque la causa exacta de los cólicos no está clara, se han propuesto varias teorías. Una de ellas sugiere que el bebé es incapaz de hacer frente a factores ambientales como el sonido o la luz y reacciona negativamente a ellos. Otras posibles causas son los gases abdominales, la indigestión, la sensibilidad a los azúcares o las proteínas de la leche o la inmadurez del sistema nervioso. Aunque no existe un método infalible para atajar los cólicos, las medidas y remedios que hemos enumerado aquí pueden ayudar. Pero ten en cuenta que cada bebé puede responder a técnicas diferentes, por lo que es posible que tengas que averiguar qué funciona para tu pequeño a través de la prueba y el error.
Minimizar la estimulación y envolver al bebé
A veces, la sobreestimulación puede empeorar o incluso desencadenar un episodio de llanto. Por eso, si tu bebé empieza a ponerse inquieto en un momento determinado, intenta crear un entorno tranquilo durante esos periodos. Evita los sonidos fuertes y las luces brillantes, limita las visitas y no toques a tu bebé innecesariamente.
Envolver al bebé también puede ayudar. Cuando envuelvas a tu bebé con la tela o la manta, procura que no le apriete las piernas o las caderas, ya que esto podría provocar problemas de cadera. Además, asegúrate de que tu bebé no esté demasiado abrigado. Los bebés de menos de dos meses pueden estar especialmente bien si se les envuelve en una habitación tranquila y oscura.
Prueba a mecer a tu bebé
Algunos bebés responden bien al movimiento. Así que mece a tu bebé con suavidad, camina con él en brazos o ponlo en un asiento con vibración o en un columpio. Algunos bebés prefieren un paseo en coche, o puedes ponerlos en un cochecito y dar un paseo.
Calma con el sonido
El ruido blanco es otro remedio que puede calmar a tu bebé. Aunque existen máquinas de ruido blanco, el zumbido de una secadora de ropa, un ventilador o una aspiradora también pueden ayudar. Para combinar el movimiento con el sonido, haz un sonido «shushing» o «whooshing» mientras llevas o meces a tu bebé. Incluso puedes pasar la aspiradora con el bebé en un portabebés. Se cree que el ruido blanco es tranquilizador, ya que recuerda el sonido constante que el bebé oía en el vientre materno.
Dale un masaje al bebé todos los días
Un masaje al día puede ser la solución. Un estudio reveló que, durante un periodo de 4 semanas, los masajes tuvieron un impacto significativo tanto en el llanto por cólicos como en el llanto total de los bebés: el llanto total se redujo en un 48%, mientras que el llanto por cólicos disminuyó en un 64%. En el estudio, los bebés recibieron dos masajes diarios de cuerpo entero durante 20-30 minutos y un masaje en el vientre durante unos 15 minutos. He aquí algunos consejos que debes tener en cuenta cuando lo intentes:
Dale al bebé un masaje de cuerpo entero una o dos veces al día cuando esté tranquilo y contento. Acaricia suavemente la cabeza, las extremidades y el resto del cuerpo con aceite de oliva. También puedes probar con aceite de sésamo o de coco después de hacer una prueba de parche para asegurarte de que tu bebé no es alérgico a él.
Sigue las indicaciones de tu bebé a la hora de decidir la duración del masaje. Mientras que algunos bebés sólo toleran uno de 2 a 5 minutos, a otros les puede gustar un masaje más largo. Además, no le des un masaje cuando tenga hambre o esté lleno.
Asegúrate de que la habitación está caliente y cómoda.
Un masaje en el vientre también puede ser útil, especialmente cuando el niño tiene cólicos. Para ello, pon al bebé boca arriba en la cama, en una toalla o en tu regazo y mueve las palmas de las manos suavemente en círculos rítmicos en el sentido de las agujas del reloj sobre el abdomen. Asegúrate de aplicar sólo una ligera presión.
Prueba a utilizar un chupete
Los bebés de menos de 3 meses no tienen la madurez neurológica suficiente para calmarse a sí mismos. Chupar puede ayudar a aliviar el estrés y calmar a los bebés. Así que prueba a ofrecerle a tu bebé un chupete. Pero ten en cuenta que no debes dejar que tu bebé use el chupete hasta que se haya establecido la lactancia materna. Como los movimientos de succión del chupete y de la lactancia materna son diferentes, pueden confundir al bebé y dificultar su agarre.
Asegúrate de que tu bebé recibe suficiente leche materna
Si le das el pecho, asegúrate de que tu bebé termina un pecho antes de ofrecerle el siguiente. La leche inicial o «leche de inicio» que sale es baja en calorías y grasa. Si cambias de pecho antes de vaciar el primero y tu bebé no recibe cantidades suficientes de la leche posterior, más rica, puede tomar un gran volumen de alimento bajo en grasa que se vacía rápidamente en el intestino grueso desde el estómago. También es posible que tu bebé no tenga suficiente enzima lactasa para descomponer la lactosa de esta leche, lo que puede provocar gases y cólicos.
Dale una dosis de probióticos
Los probióticos o bacterias beneficiosas pueden ayudar a aliviar los cólicos. Un estudio descubrió que dar a los bebés con cólicos bacterias probióticas conocidas como Lactobacillus reuteri mejoraba los síntomas y reducía el llanto considerablemente. Los probióticos pueden cambiar la composición de los microorganismos presentes en el intestino y mejorar la salud digestiva. Existen suplementos probióticos para bebés, así como fórmulas infantiles que contienen probióticos, pero debe consultar a su médico antes de utilizarlos.
Pruebe remedios herbales como la manzanilla, el hinojo y el toronjil
Un estudio analizó el impacto de dar una combinación de hinojo, manzanilla y melisa a los bebés con cólicos dos veces al día durante una semana. Este remedio fue eficaz para reducir el tiempo de llanto en el 85% de los bebés estudiados. Cabe destacar que las tres hierbas incluidas aquí son bien conocidas por su capacidad para calmar las molestias intestinales. Aunque en el estudio se utilizó un extracto estándar, se puede preparar una infusión débil con estos ingredientes y dar un par de cucharaditas hasta tres veces al día. Estas hierbas también pueden tomarse individualmente en forma de té diluido para aliviar los cólicos. Sin embargo, no olvides consultar a tu médico antes de dar a tu bebé cualquier remedio a base de hierbas.
El agua de grifo es otro remedio antiguo para los cólicos del bebé. Sin embargo, las investigaciones sobre su eficacia no son concluyentes, ya que algunos estudios han llegado a la conclusión de que no funciona e incluso puede causar problemas como vómitos o estreñimiento. Aunque originalmente se elaboraba con azúcar, agua, bicarbonato sódico y alcohol, el alcohol ya no se añade en la mayoría de los preparados comerciales. Puede contener varias hierbas beneficiosas como canela, cardamomo, eneldo, manzanilla, clavo, regaliz, hinojo, melisa y jengibre. Si decides utilizar agua para la gripe, consulta antes con tu médico y opta por productos sin alcohol ni azúcar.
Tome medidas para prevenir y aliviar los gases
Dado que los gases intestinales pueden ser una de las causas de los cólicos, los hábitos saludables que previenen este problema pueden ayudar con los cólicos. He aquí algunos consejos:
Acostarse boca arriba puede atrapar los gases. Dar a tu bebé un poco de «tiempo boca abajo» o sostenerlo en posición vertical puede ayudar a aliviar las molestias. Sin embargo, ten en cuenta que tu bebé debe dormir siempre boca arriba para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.
Los bebés menores de 12 meses pueden tener dificultades para digerir la leche de vaca, mientras que los menores de 4 meses pueden tener problemas con los cereales. Por tanto, asegúrate de no dar a tu bebé estos alimentos antes de que esté preparado para ellos según su edad.
Los zumos también pueden provocar gases. Espera a que el bebé tenga al menos 12 meses antes de introducirle este alimento.
Asegúrate de hacer eructar al bebé durante la sesión de alimentación, así como después de la misma.
Comprueba y ajusta la dieta de la madre
Las madres que dan el pecho a veces notan que ciertos alimentos de su dieta parecen provocar cólicos. Algunos alimentos pueden pasar a través de la leche materna y provocar problemas digestivos o gases en los bebés. Aunque se requiere más investigación en este sentido, algunos alimentos relacionados con los cólicos son
Cebollas, ajo, brócoli, judías y nabos
Ruibarbo, melones, ciruelas pasas, albaricoques y melocotones
Cafeína
Leche de vaca
Si ves que tu bebé tiene cólicos después de la lactancia, lleva un registro de lo que comes para comprobar si algún alimento en particular puede estar contribuyendo al problema. Identificar y evitar estos alimentos puede ayudar.
Cuidar de un bebé con cólicos puede ser difícil y frustrante. Así que no dudes en acudir a tus familiares o amigos si necesitas ayuda. Si te sientes abrumada y no hay ayuda inmediata, coloca a tu bebé en la cuna y tómate un descanso para reponerte antes de intentar calmarlo de nuevo.