Remedios caseros de eficacia probada para eliminar la tos
Todos nos hemos resfriado alguna vez. Es una infección vírica muy común. Esta infección puede afectar a la nariz, los senos paranasales, la garganta y las vías respiratorias superiores y deja dolor de garganta y secreción o congestión nasal. Y no olvidemos la molesta tos que puede provocar.
Causas de la tos
- Resfriado común.
- Infecciones de las vías respiratorias superiores.
- Infección de las vías respiratorias inferiores.
- Inhalación de humo o polvo.
- Reagudización de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma o bronquitis crónica.
- Alergias.
La tos es un acto reflejo del organismo para eliminar mucosidades o sustancias irritantes, como el humo o el polvo, de las vías respiratorias. Puede tener una «tos productiva», en la que se eliminan las flemas de las vías respiratorias, o una «tos seca», que no produce flemas.
Un resfriado debería empezar a mejorar por sí solo en 7 o 10 días, y cosas tan sencillas como beber mucho líquido pueden ser útiles. Y aunque hay medicamentos que pueden aliviar los síntomas del resfriado y la tos, puede que no sean adecuados para todo el mundo. Algunos remedios naturales pueden aliviar los molestos síntomas y ayudarte a sentirte mejor.
Gárgaras con agua salada
Hacer gárgaras con agua salada templada es un remedio habitual para tratar el picor de garganta. No sólo alivia el dolor de garganta, sino que, según las investigaciones, hacer gárgaras con regularidad puede incluso evitar que te resfríes al eliminar los gérmenes causantes de infecciones.
- Disuelve una cucharadita de sal en 250 mililitros de agua tibia y haz gárgaras para aliviar el dolor de garganta. Hazlo de 3 a 5 veces al día hasta que mejores.
Bebe agua de limón y miel
Tanto la miel como el limón tienen propiedades antivirales. Además, el limón contiene vitamina C, que es un potente antioxidante y puede reforzar tu sistema inmunitario. La miel también recubre tu garganta para aliviar la irritación que puede causar la tos. Así que no es de extrañar que la bebida caliente de limón y miel sea un tratamiento popular para la tos y los resfriados. Este remedio puede reducir eficazmente la frecuencia y gravedad de la tos.
- Exprime medio limón, dilúyelo en agua caliente y añade un par de cucharaditas de miel para preparar una bebida calmante. También puedes diluir una taza de miel caliente con 1/4 de taza de agua tibia y añadir 3 cucharadas de zumo de limón para obtener un jarabe más espeso. Ahora, ¡bebe dos veces al día! Puedes elegir la combinación que mejor se adapte a tu paladar.
Toma un poco de sopa de pollo
Sí, ¡el remedio de la abuela figura en esta lista! La sopa de pollo se ha utilizado durante generaciones para tratar el resfriado y la tos. Y puede funcionar a muchos niveles. El calor de la sopa y el aminoácido cisteína de la carne de pollo pueden ayudar a aflojar y diluir la mucosidad. Hierbas como el jengibre y el ajo añaden no sólo sabor, sino potentes propiedades antivirales a tu sopa de pollo favorita. Así que la próxima vez que te resfríes, recurre a este remedio tradicional para aliviarte.
- Puede que tengas una receta familiar muy bien guardada a la que recurrir. Si no, aquí tienes una que puedes probar.
Necesitará
1 kilo de carne de pollo con huesos.
4 zanahorias, picadas.
4 tallos de apio, picados.
1 cebolla grande, picada.
Jengibre al gusto.
Ajo al gusto.
Sal al gusto.
Pimienta al gusto.
Añadir el pollo, las zanahorias, el apio, el jengibre, el ajo y la cebolla a una olla. Cubrir con agua y cocer a fuego lento hasta que el pollo se cueza lo suficiente como para que la carne se desprenda de los huesos. Ahora cuela el caldo y pela el pollo. Añade la carne de pollo y las verduras al caldo. Sazona con sal y pimienta y disfruta de tu deliciosa sopa.
Inhalación de vapor
El aire caliente y húmedo puede aflojar la mucosidad para despejar la congestión nasal y facilitar la respiración. Hágalo al menos dos veces al día y respire mejor.
- Hierve agua en un recipiente de borde ancho e inhala el vapor cuando el agua haya dejado de burbujear. Colócate una toalla sobre la cabeza y el recipiente para evitar que salga el vapor. Hazlo tres veces al día.
Aceite de eucalipto
Al igual que los aborígenes de Australia, que han utilizado tradicionalmente el eucalipto para tratar problemas respiratorios, usted también podría beneficiarse de las propiedades antisépticas del eucalipto.
- Añada un par de gotas de aceite de eucalipto al agua caliente para aumentar la eficacia de una inhalación de vapor y eliminar la congestión. También puedes hacer gárgaras calientes con hojas frescas de eucalipto o un par de gotas de aceite de eucalipto de calidad alimentaria para aliviar el dolor de garganta.
Tenga en cuenta que el eucalipto no es apto para niños ni mujeres embarazadas o en período de lactancia. Sin embargo, puede beneficiarse de una simple inhalación de vapor.
Beber leche de cúrcuma
La leche de cúrcuma se utiliza tradicionalmente en el sudeste asiático para tratar la tos. La curcumina, un compuesto que se encuentra en la cúrcuma, tiene propiedades antiinflamatorias, antisépticas y antioxidantes.
También se ha descubierto que la cúrcuma inhibe la liberación de histamina, la sustancia química presente en nuestro organismo que es responsable de muchos de los síntomas que se producen durante las reacciones alérgicas, como estornudar o moquear. Así que, tanto si toses y estornudas a causa del polvo o de una alergia como si estás resfriado, un vaso de leche de cúrcuma puede venirte muy bien.
- Hierve una cucharadita de cúrcuma en polvo en un vaso de leche para preparar una bebida curativa. Tomar leche de cúrcuma dos o tres veces al día será suficiente.
Tomar yogur
El yogur contiene bacterias beneficiosas, conocidas como probióticos, que pueden ser útiles para combatir el resfriado. Los estudios demuestran que los probióticos pueden reducir la gravedad de las infecciones de las vías respiratorias y acortar su duración. También hay pruebas de que pueden ayudar a prevenir resfriados e infecciones de las vías respiratorias e incluso a reducir las reacciones alérgicas al polen.
- Recuerda que no debes tomar yogur recién sacado de la nevera si tienes tos. Además, no esperes a tener una infección para añadir el delicioso yogur a tu dieta. Si eres propenso a la tos y el resfriado, tomar una taza de yogur al día puede ser de gran ayuda.
Té de jengibre
El jengibre, una hierba calentadora, contiene unos compuestos bioactivos llamados shogaoles que son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y antitusivas (capacidad de aliviar o suprimir la tos).
- Lava, pela y pica el jengibre fresco. Ahora hierve a fuego lento un par de trozos del jengibre picado en unas 3 tazas de agua durante 10 minutos. Cuela y tómate la infusión de jengibre dos o tres veces al día hasta que sientas alivio. Y recuerda, añadir un poco de miel y limón no sólo lo hará más delicioso, sino que también aumentará el poder curativo de tu té.
Tomar ajo y miel
El ajo es una hierba común que se encuentra en la mayoría de las cocinas. ¿Sabías que también puede ayudarte a combatir el resfriado? Según un estudio, los participantes que tomaron durante 12 semanas un suplemento de ajo que contenía alicina, un compuesto organosulfurado beneficioso presente en el ajo, tuvieron muchos menos resfriados y se recuperaron más rápido cuando se resfriaron que el grupo de control, que tomó un placebo.
- Machaca unos dientes de ajo y tómalo mezclado con una cucharadita de miel para librarte de la tos. Si prefieres algo menos dulce, simplemente toma 5 gotas de zumo de ajo mezcladas con agua caliente dos o tres veces al día para aliviarte.
Prueba un lavado nasal salino
Un lavado nasal salino puede ayudar a despejar la congestión nasal. Este tratamiento consiste en verter agua salina en una fosa nasal y sacarla por la otra. A medida que el agua fluya de una fosa nasal a la otra, eliminará la mucosidad o los alérgenos y le facilitará la respiración.
- Mezcla una cucharadita de sal en 500 ml de agua para hacer una solución de agua salada. Inclínate sobre un lavabo, inclina la cabeza hacia un lado y vierte suavemente la solución en una fosa nasal y deja que salga por la otra. Empieza haciéndote un lavado nasal una vez al día y, si te sientes cómodo, puedes aumentar la frecuencia a dos veces al día.
¿Cuándo debe acudir al médico?
Es una buena idea consultar a un médico si el resfriado o la tos no desaparecen en tres semanas. Además, acude al médico si tienes dolor en el pecho, te falta el aire o toses con sangre.
Prevenir la tos y los resfriados
Practicar algunos hábitos saludables puede reducir las probabilidades de resfriarse.
Cuidado con los gérmenes: Lavarse las manos con regularidad, sobre todo antes de comer o tocarse la boca o la nariz, puede evitar que contraigas gérmenes nocivos. Además, asegúrate de no compartir objetos como toallas o cubiertos con alguien que esté resfriado.
Fortalece la inmunidad: Un estilo de vida sano que incorpore factores como el ejercicio, una dieta equilibrada y suficientes horas de sueño te proporcionará un sistema inmunitario fuerte capaz de resistir a los gérmenes que causan resfriados y otras enfermedades.
Come frutas y verduras: Los estudios demuestran que los flavonoides, compuestos beneficiosos que se encuentran en las plantas, pueden reducir significativamente el riesgo de resfriados y tos. Así que acuérdate de saborear tus frutas y verduras, especialmente productos como la col rizada, los arándanos, las manzanas y las cebollas. El té verde y el cacao también son buenas fuentes.
Medita: Los investigadores han descubierto que las personas que practican la meditación consciente tienen menos infecciones respiratorias que las que no lo hacen. El objetivo de la meditación consciente es centrar la atención en el momento presente sin juzgar.