Reglas a tener en cuenta en la lucha contra la obesidad

Una de las mayores preocupaciones sanitarias de las dos últimas décadas ha sido el aumento del riesgo de obesidad. La obesidad se debe principalmente a una alimentación poco sana y a la falta de actividad física. La ingesta media de comida rápida ha aumentado a lo largo de los años y al mismo tiempo ha disminuido el tiempo dedicado a la actividad física. En un esfuerzo desesperado por arreglar las cosas, las personas obesas a veces deciden hacer dietas de choque o someterse a una actividad física intensa que da resultados positivos hasta el momento en que dejan de hacerlas y vuelven a su mismo patrón de vida poco saludable y acaban volviéndose más obesas que antes. Los dietistas expertos sugieren que la única forma de detener esta progresión del riesgo es que las personas cambien por completo su estilo de vida.

Tomar la decisión de cambiar permanentemente de estilo de vida

El primer y más importante paso que hay que dar antes de emprender un viaje de pérdida de peso es asegurarse de que se ha tomado la decisión de cambiar el estilo de vida de forma permanente. Esto no es fácil y requiere un gran sentido de la autodisciplina. Tendrá que analizar todas las posibles consecuencias que podrían llevarle a volver a su estilo de vida anterior y prepararse para afrontarlas cuando se presenten. Es esencial que tenga un propósito que quiera alcanzar. Recuérdatelo constantemente. Establezca una tabla de objetivos que pueda ayudarle a seguir su progreso con objetivos realistas para que no sea demasiado duro consigo mismo.

Cree un entorno propicio al cambio

Asegúrese de que su entorno sea útil para su causa. Si tiene la nevera llena de comida poco saludable en casa, será contraproducente para su objetivo. El cambio es difícil y tendrá que ayudarse a sí mismo deshaciéndose de la tentación que le rodea y, lo que es más importante, de la tentación que tiene en su mente. Puede serte útil contar con un grupo de apoyo o con otra persona que pueda aconsejarte o ayudarte en el proceso.

Aprovecha todas las oportunidades que puedas para mantenerte activo

Hubo un tiempo en el que no era necesario dedicar pensamiento o energía mental a motivarse para mantenerse físicamente activo. De hecho, no se consideraba en absoluto una tarea, sino algo tan natural como respirar. Pero ahora hemos invertido en gimnasios, clubes deportivos y horas dedicadas a garantizar la salud de nuestro cuerpo. Lo cual está muy bien, pero aparte del tiempo dedicado al fitness, tenemos que aprovechar cualquier oportunidad que nos permita utilizar nuestro cuerpo, como subir las escaleras de vez en cuando o caminar distancias cortas. Cuanto más activo mantengamos nuestro cuerpo, mayor será nuestra tasa metabólica y más calorías quemaremos.

Comer sano

Esto parece muy obvio y no hace falta decirlo, pero es la parte más difícil de todo el proceso. La dura y fría verdad es que la comida basura es mucho más accesible, barata y nos ahorra tiempo. Hoy en día, comer sano se ha convertido en un proceso que requiere un gran esfuerzo y compromiso. Comer sano puede significar dedicar tiempo a comprar las materias primas adecuadas, preparar una comida sana y controlar la ingesta de calorías. Este proceso requiere esfuerzo, pero tu cuerpo te lo agradecerá a su debido tiempo.

Disfrute del proceso

La percepción ayuda mucho a alcanzar el objetivo. Si percibe este cambio de estilo de vida como algo que se le impone o algo que no tiene más remedio que hacer, es probable que pierda la motivación rápidamente. Si aprende a disfrutarlo y a divertirse con ello, es probable que nunca más quiera volver a llevar un estilo de vida poco saludable.