Razones sorprendentes por las que tienes antojo de dulce
La ira de los golosos es feroz. Y cuando se intenta comer bien, puede ser un verdadero fastidio. Es aún peor si estás intentando perder peso o controlarlo. Demasiado azúcar puede conducir fácilmente a un aumento de peso, por lo que es vital acabar con esos antojos de dulce.
La gente come demasiado azúcar. Cada día, una persona media ingiere 22 cucharaditas de azúcar añadido, lo que equivale a 350 calorías. ¿Las fuentes más populares? Los alimentos procesados y preparados, incluidas las bebidas azucaradas como los refrescos. Es fácil echar la culpa de ser goloso a la genética o a los hábitos de la infancia. Sin embargo, puede haber otras razones en juego.
Causas comunes de los antojos de dulce
1. Demasiados edulcorantes artificiales
A primera vista, los edulcorantes artificiales pueden parecer los mejores amigos de los golosos. Tienen pocas calorías y son mucho más dulces que el azúcar, por lo que no es necesario utilizar muchos. Por ejemplo, la sucralosa es 600 veces más dulce que el azúcar. Pero hay un truco. En el cerebro, los edulcorantes artificiales no activan las mismas vías gustativas que el azúcar real. Esto significa que el antojo de azúcar nunca se satisface. A su vez, el antojo crece y crece. Esto demuestra que los alimentos no sólo actúan sobre nuestras papilas gustativas.
2. Deshidratación
La deshidratación a veces se manifiesta como hambre. Y si eres goloso, esto puede jugarte una mala pasada cuando lo único que necesitas es un vaso de agua. Incluso las reservas de glucógeno del hígado se resienten. Los niveles de glucógeno, que es la forma de almacenamiento de la glucosa, disminuyen durante la deshidratación. El resultado es un nivel bajo de glucosa en sangre, hambre y ansia de azúcar.
3. Falta de sueño
Dormir no sólo recarga el cerebro y el cuerpo, sino que también controla el apetito. Pero cuando no duermes lo suficiente, la «hormona del hambre», la grelina, se dispara. Esto hace que aumente la ingesta de dulces, grasas y todo lo demás. Por desgracia, la gente duerme poco. Uno de cada tres adultos duerme menos de 7 horas en un periodo de 24 horas. Esto puede significar problemas para tu salud general y tu cintura.
4. Estrés
Cuando estás estresado, nada parece mejor que comer todo lo que está a la vista. ¿Por qué? El estrés crónico aumenta el cortisol, una hormona relacionada con el apetito. Además, cuando estás ansioso, es más difícil distinguir entre el hambre y la emoción. Puede que ni siquiera sepas cuándo estás lleno, lo que hace que esa tercera galleta te parezca inofensiva. Haz del control del estrés una prioridad. No sólo ayudará a tus hábitos alimentarios, sino que también reducirá el riesgo de enfermedades y mejorará la salud en general.
5. Estilo de vida sedentario
La inactividad física tiene una fuerte relación con comer en exceso, el aumento de peso y la obesidad. En concreto, la televisión y los videojuegos son dos de los principales motivos: el tiempo frente a la pantalla es el escenario perfecto para los tentempiés azucarados (y grasos). Se podría argumentar que el ejercicio también abre el apetito. Pero todo depende de lo que se coma. Después de sudar un poco, te sentirás más inspirado para comer algo sano.
Formas saludables de frenar un antojo de dulce
Saber que no debes comer alimentos azucarados no significa que no puedas disfrutar de las «cosas dulces». Siempre que puedas, elige opciones naturales y saludables. Éstas satisfarán tu antojo de azúcar sin el bajón de azúcar y las calorías poco saludables. Algunas opciones son las siguientes
Helado de plátano: Mezcla rodajas de plátano congeladas con bayas o cacao en polvo. En segundos, tendrás un nutritivo helado no lácteo. Si quieres más dulzor, añade copos de coco o rocíalo con miel.
Dátiles: Se les conoce como el edulcorante de la naturaleza. En un batido, los dátiles pueden endulzarlo todo. Incluso puedes comerte uno o dos tal cual.
Chocolate negro: No rehúyas el chocolate negro, un «alimento para el cerebro» que mejora la función cognitiva. Gracias a sus beneficios antiinflamatorios y antioxidantes, el chocolate negro es justo lo que necesitas. Añádelo a los copos de avena, al yogur o a la mezcla de frutos secos.
Si controlas todas las cosas que te provocan antojos de dulce, podrás evitar darte un capricho con alimentos poco saludables. Esto no significa que no puedas ceder a ellos de vez en cuando. Opta por opciones más sanas que te satisfagan y no arruinen tu dieta.