Razones por las que tu bebé debería saborear el yogur

Tu pequeño necesita alimentarse bien con regularidad. Como muchas mamás ocupadas, si estás en un frenesí por encontrar los mejores alimentos que le gusten a tu bebé, entonces el yogur es lo que necesitas. Si tu bebé tiene más de 6 meses, ha llegado el momento de introducir alimentos sólidos. Es entonces cuando entra en escena el supernutritivo alimento yogur.

El yogur es el único producto lácteo recomendado por los pediatras para tu bebé, sobre todo si acaba de empezar a tomar alimentos sólidos. Esto se debe a que, aunque la proteína de la leche está presente en el yogur, ya se encuentra en una forma parcialmente digerida por los lactobacilos. Esto hace que el yogur sea mucho más fácil de digerir y absorber por el ingenuo sistema digestivo de tu bebé.

Razones por las que el yogur es bueno para tu bebé

Una tacita de yogur al día es la mejor forma de alimentar a tu pequeño, sobre todo los días en que es quisquilloso con la comida. Es una rica fuente de calcio, fósforo, potasio y vitamina A. Estos nutrientes son importantes para el crecimiento del bebé.

Alivia sus tripitas

Los bebés son muy vulnerables a los cólicos estomacales y la diarrea. El yogur fermentado contiene cultivos activos de lactobacilos. Ayudan a equilibrar los niveles de pH en el cuerpo del bebé y reducen el malestar estomacal. Al ser un alimento probiótico y alcalino, es muy bueno para el intestino del bebé.

Aumenta su inmunidad

El yogur, al ser una rica reserva de ácido láctico, puede mejorar el funcionamiento del sistema inmunitario de tu bebé. Su consumo regular mantiene alejadas casi todas las infecciones. Si tu bebé llora de dolor al orinar y muestra signos de fiebre, entonces podría estar sufriendo una infección del tracto urinario. Darle yogur a diario es una buena forma de estimular la desaparición de la infección.

Incluso si tu hijo padece ictericia o cualquier otro trastorno hepático, añadir yogur a su dieta puede ayudarle a reducir la acumulación de desechos ricos en nitrógeno.

Asegura un sueño reparador

Si tu pequeño tiene suficiente actividad física, el sueño no será un problema. Pero si a tu bebé le cuesta conciliar el sueño, dale de comer yogur durante la cena. Le ayudará a dormir bien y a despertarse animado.

Fortalece sus huesos y órganos vitales

El yogur está repleto de nutrientes que encantan a los huesos, dientes y músculos de tu bebé. El calcio que contiene hace que, con la ingesta regular de yogur, tu bebé disfrute de los beneficios de un sistema óseo robusto. También es rico en vitaminas del complejo B, necesarias para el desarrollo normal del cerebro y el corazón.

Las proteínas también están presentes en cantidades considerables en el yogur, que son cruciales para regular los procesos corporales y producir tejidos estructurales en el cuerpo de tu bebé.

Antes de incorporar el yogur a la dieta de tu pequeño, debes tener en cuenta algunas cosas. Compra siempre yogures elaborados con leche entera, ya que su mayor contenido en grasa es necesario para el crecimiento y desarrollo general de tu hijo. Los yogures de sabores comprados en la tienda llevan azúcar añadido y otros conservantes. En su lugar, puedes añadir la fruta fresca favorita de tu hijo al yogur natural.

Si tu bebé presenta síntomas como calambres estomacales, fiebre, diarrea o estreñimiento cuando empieces a darle yogur, es mejor que lo evites. Observa cómo reacciona su cuerpo durante los 3 a 5 días posteriores al consumo de yogur.