Razones por las que se engorda aunque se coma sano

Quienes intentan perder peso o combatir la obesidad saben lo difícil que resulta. Y a veces, no importa lo bien que regule su dieta, su cuerpo simplemente no pierde esos kilos. Esto le ocurre a tu cuerpo cuando experimentas ciertos problemas de salud, que te hacen ganar peso en un santiamén. Aquí hay algunas razones que no tienen nada que ver con la comida y que pueden ser la posible fuerza detrás de esa grasa terca en tu cuerpo.

Exceso de estrés

Según la Asociación de Psicología, el estrés es una de las principales razones de crisis de salud como la obesidad y la depresión. Cuando estás estresado, tu cuerpo libera un exceso de la hormona del estrés (cortisol), que provoca graves desequilibrios hormonales. La fórmula es sencilla: El exceso de estrés produce un exceso de cortisol, que aumenta el aumento de peso.

Empiezas a comer por estrés y a comer por emociones, lo que provoca depósitos de grasa en la cintura y el abdomen, la cara y el cuello comparativamente más llenos que los brazos y las piernas, azúcar y presión arterial elevadas, cambios de humor extremos y fatiga muscular. Lo mejor es hacer ejercicio con regularidad, dormir bien, meditar para mejorar la respuesta al estrés y aprender a controlar la respiración.

Cambios relacionados con la edad

Este es un problema que no puedes ignorar: dolor en las articulaciones, fatiga, canas y arrugas, junto con el inevitable aumento de peso. Esto se debe a que, junto con su inmunidad, su metabolismo también baja. Aunque hayas mejorado tus hábitos alimentarios a lo largo de los años, los atracones y los picoteos nocturnos te pasarán factura.

Junto con la disminución del metabolismo y el aumento de grasa, empezarás a perder masa muscular, que te ayudará a quemar calorías. Con la edad, más que controlar la dieta, hay que hacer ejercicio con regularidad en la medida de lo posible. Reduce los carbohidratos en tu dieta y opta por proteínas bajas en grasa.

Medicamentos con receta

Casi todos los medicamentos tienen al menos un pequeño efecto secundario. En el caso de muchos medicamentos con receta, uno de ellos es el aumento de peso. El aumento de peso anormal y persistente es frecuente en personas que toman antidepresivos, antipsicóticos, anticonvulsivos, medicamentos para la tensión arterial, la regulación del ritmo cardiaco y la diabetes, píldoras anticonceptivas e incluso terapia hormonal.

Hable con su médico siempre que le receten medicamentos. Sigue un estilo de vida adecuado y saludable para contrarrestar los efectos secundarios o busca una medicina alternativa.

Sueño inadecuado

Algunas personas están perfectamente bien y con energía con 6 horas de sueño y otras necesitan hasta 8 horas. No importa cuántas horas necesites, dormir lo suficiente es un requisito indispensable para llevar una vida sana. ¿No lo cree? Observa tu peso si llevas mucho tiempo durmiendo menos.

La falta de sueño hace que tu cuerpo esté tan fatigado como un cuerpo envejecido. Estás de mal humor, extremadamente hambriento y raramente bajo control. También eres más propenso a cargarte de chatarra y aperitivos nocturnos con menos horas de sueño. Inadvertidamente, aumentará de peso. Así que, además de dormir lo suficiente, asegúrate de que la calidad del sueño también sea buena. Consulta a tu médico si no puedes con ninguno de los dos.

Problemas hepáticos

Aunque el exceso de peso y la obesidad pueden provocar problemas hepáticos, algunas personas también experimentan un aumento de peso debido a un hígado poco saludable. Así que esto es sólo una posible razón para su peso acumulado al azar y sólo un médico puede decidir por usted. Los síntomas de esto podrían incluir un exceso de presión arterial, colesterol, azúcar en sangre, alergias y dolor en las articulaciones.

Hipotiroidismo

El hipotiroidismo, o tiroides hipoactiva, significa que la glándula tiroides funciona con lentitud y produce menos hormonas tiroideas de las necesarias. Esta afección es más común en mujeres mayores, afecta a su metabolismo y conduce a un aumento de peso definitivo. Además del exceso de peso, el hipotiroidismo también provoca estreñimiento, fatiga, caída del cabello, disminución de los latidos del corazón, depresión y cara hinchada.

Cambios hormonales

Algunos problemas comunes en las mujeres, como el síndrome de ovario poliquístico, la perimenopausia, la menopausia y la andropausia en los hombres, provocan un cambio en el equilibrio hormonal. Este desequilibrio le dificultará perder peso y le provocará un aumento de peso aunque coma de forma saludable y haga ejercicio todos los días. En tales situaciones, también experimentará síntomas como antojos de dulces, dolor en los ovarios en las mujeres y aumento de grasa en la parte inferior del cuerpo.

Entre ellos, el síndrome de ovario poliquístico es el más problemático, ya que causa otros problemas como periodos irregulares, infertilidad y exceso de vello facial, además de aumento de peso.

Aumento de peso hereditario

En algunos casos, el aumento de peso es culpa suya. Pero en algunos casos raros, es simplemente hereditario. No importa lo mucho que hagas dieta y ejercicio, tu predisposición a la obesidad con antecedentes familiares se interpone en tu camino. Tu única salida es encontrar un régimen de adelgazamiento que pueda vencer a tu mutación genética.

Síndrome de Cushing

Se trata de un síndrome bastante raro, que afecta sólo a 1 de cada 50 mil personas. Pero si eres el desafortunado, tus niveles de cortisol serán extremadamente altos. El síndrome de Cushing puede deberse a un tratamiento con esteroides o a un tumor. Sea cual sea la causa, te hará ganar peso. En este caso, notarás una deposición excesiva de grasa en la parte superior de tu cuerpo, incluyendo la cara, el estómago y el pecho.

Retención de líquidos

Esta es una causa muy común de aumento de peso, en la que su cuerpo se hincha con la acumulación de líquido. Lo experimentarás si necesitas estar de pie durante mucho tiempo o si estás premenstrual. El líquido suele depositarse en alguna parte del cuerpo, como los tobillos. Los casos extremos de retención de líquidos pueden hacerte sentir sin aliento y también pueden indicar problemas renales o cardíacos.