Razones por las que el pelo deja de crecer y adelgaza
¿A quién no le gustaría tener una melena larga y espesa? Pero a veces puede parecer una tarea hercúlea conseguir que el pelo crezca. Algunos de nosotros también tenemos que lidiar con el debilitamiento o la caída del cabello. Si alguna vez te has preguntado por qué deja de crecer el pelo, te contamos todo sobre este desconcertante fenómeno.
Normalmente, el pelo del cuero cabelludo no crece de forma continua. Cada folículo piloso pasa por una fase de crecimiento conocida como fase anágena, durante la cual se alarga, y luego entra en la fase telógena, en la que descansa. Normalmente, un pelo permanece en la fase anágena entre 2 y 4 años y en la fase telógena entre 2 y 4 meses antes de caerse. En cualquier momento, alrededor del 85-90% del cabello de una persona se encuentra en la fase anágena o de crecimiento y el resto en la fase telógena. Este ciclo suele provocar la caída de unos 100 cabellos al día. Cada folículo piloso pasa por esta fase de crecimiento antes de hacer una pausa y quedar inactivo durante un breve periodo de tiempo. A continuación, el ciclo se reanuda de nuevo. Pero hay muchos factores que pueden alterar este equilibrio e impedir el crecimiento normal del cabello. Veamos algunos de ellos.
Genética
Al igual que el color, la longitud y el grosor del cabello también dependen de los genes. En algunas personas, el pelo tiene naturalmente una fase de crecimiento más larga, mientras que en otras deja de crecer antes. Por eso, si te ha tocado la lotería genética, puede que tu pelo crezca más largo. Por ejemplo, los asiáticos suelen tener una fase anágena o de crecimiento más larga que los caucásicos, mientras que los afrocaribeños tienen una tasa de crecimiento que es la mitad de la de los caucásicos.
Envejecimiento
El envejecimiento cambia el cabello. Por supuesto, todos sabemos que hace que el pelo pierda pigmentación y se vuelva gris. Pero también puede ralentizar el ritmo de crecimiento del cabello y hacer que las hebras se vuelvan más pequeñas. Muchos folículos pilosos también pueden dejar de producir cabello nuevo con la edad.
Alopecia areata
La alopecia areata es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca por error a las células de los folículos pilosos, lo que provoca la caída del cabello en parches. En algunos casos, el pelo puede llegar a caerse por completo (alopecia total). Se cree que la genética desempeña un papel en el desarrollo de esta enfermedad. También se ha descubierto que las personas con fiebre del heno, vitíligo, síndrome de Down, anemia perniciosa, enfermedad tiroidea y asma tienen mayor riesgo de padecer alopecia areata. En más del 90% de los casos, el pelo vuelve a crecer y las calvas desaparecen por sí solas en 12 meses. Los médicos también pueden recomendar medicación o fototerapia para tratar esta afección.
Calvicie de patrón hereditario
La calvicie de patrón hereditario se considera la causa más común de la caída del cabello. Está causada por una combinación del proceso de envejecimiento, los niveles hormonales y la genética. En las personas con esta afección, el ciclo normal de crecimiento del cabello se altera debido a la influencia de la hormona masculina testosterona, lo que da lugar a un cabello más fino y corto. Con el tiempo, el crecimiento del cabello puede detenerse por completo en algunas partes del cuero cabelludo. En los hombres, esto se traduce en el típico patrón de adelgazamiento del cabello en la parte superior o en un retroceso de la línea frontal, mientras que en las mujeres la pérdida de cabello puede ser más difusa.
Estrés físico o psicológico
Un shock físico o psicológico puede desencadenar una afección conocida como efluvio telógeno. En las personas que sufren este trastorno, el cabello entra prematuramente en la fase telógena. Cuando esto ocurre, normalmente alrededor del 30% del cabello deja de crecer y pasa a la fase de reposo (frente al 10% en condiciones normales). El efluvio telógeno puede desencadenarse por un estrés psicológico grave u otros factores que estresen el organismo, como una intervención quirúrgica, un traumatismo físico importante, una pérdida de peso extrema, una infección grave, fiebre alta o una enfermedad. Esta afección no suele durar más de 6 meses.
Cambios hormonales
Los cambios hormonales repentinos, como los que se producen durante el embarazo y la menopausia, también pueden desencadenar el efluvio telógeno. Sin embargo, la caída del cabello asociada a estos acontecimientos suele desaparecer en 6-24 meses. Las fluctuaciones hormonales asociadas al síndrome de ovario poliquístico también pueden provocar la caída del cabello.
Problemas tiroideos
Los problemas de tiroides también pueden provocar la caída del cabello. La glándula tiroides produce la hormona tiroidea, que regula muchas actividades, incluido el metabolismo. Tanto la insuficiencia de hormonas tiroideas (hipotiroidismo) como su exceso (hipertiroidismo) pueden afectar al crecimiento del cabello y provocar su caída. También puedes notar otros síntomas asociados a la enfermedad tiroidea si ésta es la causa de la caída del cabello. El hipertiroidismo puede causar pérdida de peso, latidos irregulares del corazón, ansiedad, aumento de la sudoración, diarrea y debilidad muscular, mientras que el hipotiroidismo puede provocar pereza, estreñimiento, sensación de frío, menos sudoración, aumento de peso, voz ronca y cara hinchada.
Ciertos medicamentos
Muchos medicamentos, como las píldoras anticonceptivas, los antagonistas del calcio, los retinoides, los betabloqueantes, algunos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), algunos antidepresivos, etc., pueden dificultar el crecimiento del cabello y provocar su caída. Si nota que su cabello se vuelve más fino después de empezar a tomar un nuevo medicamento, hable con su médico para averiguar si la medicación podría estar causándolo.
Deficiencias nutricionales de hierro, proteínas, zinc o biotina
Las deficiencias nutricionales también pueden dificultar el crecimiento del cabello. Y las investigaciones indican que la deficiencia de hierro puede ser uno de esos factores que provocan la caída del cabello. Si tienes una carencia de hierro, también puedes experimentar síntomas como uñas quebradizas, grietas en las comisuras de los labios, fatiga, dificultad para respirar y manos y pies fríos. Una carencia de zinc, biotina o proteínas también puede provocar la caída del cabello. Estas deficiencias suelen observarse en personas que siguen dietas restrictivas o tienen algún problema médico que provoca una mala absorción de nutrientes.
Infecciones del cuero cabelludo
Las infecciones fúngicas del cuero cabelludo pueden hacer que el pelo se desprenda de la superficie del cuero cabelludo y provocar una caída irregular. Si padece una infección fúngica, también puede tener zonas del cuero cabelludo con picor, inflamadas y enrojecidas. Esto puede tratarse con medicamentos antimicóticos.
Peinados y tratamientos perjudiciales
Llevar trenzas, extensiones e incluso coletas apretadas puede tirar del pelo y hacer que se rompa. El uso prolongado de estos peinados puede incluso dañar los folículos pilosos y provocar la caída permanente del cabello. Los productos químicos agresivos y el calor extremo también pueden dañar el cabello y hacer que se rompa antes de que crezca en toda su longitud.