Razones para incluir alcaparras en sus comidas

Las alcaparras son capullos sin abrir ni madurar de la planta Capparis spinosa. Al ser gordas, pequeñas y de color verde oscuro, tienen un sabor picante y único. Por eso son un buen complemento para la pasta, las sopas, las ensaladas y las salsas. Al ser bajas en calorías (1 cucharada de alcaparras contiene 2 calorías), son una de las opciones a las que recurren las personas preocupadas por la dieta. Debido a su intenso sabor, unas pocas alcaparras dan para mucho. A continuación se enumeran los beneficios de las alcaparras para la salud.

Previenen los radicales libres

Las alcaparras son las fuentes vegetales con mayor cantidad de flavonoides como la quercetina y la rutina. 100 g de alcaparras contienen 180 mg de quercetina y 322 mg de rutina. Ambos compuestos son potentes antioxidantes que previenen los radicales libres. Estos radicales libres son potentes carcinógenos y también son responsables del envejecimiento prematuro y otras enfermedades de la piel.

Además, la rutina también interviene en la circulación sanguínea, ya que inhibe la formación de grumos y refuerza los capilares. La quercetina tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antibacterianas.

Ayuda a la digestión

Las alcaparras son ricas en fibras alimentarias. Ablandan las heces y aumentan la absorción de agua en el cuerpo, previniendo el estreñimiento. Mantienen a raya los problemas relacionados con el colon al reducir el tiempo que éste está expuesto a alimentos sin digerir y la tensión causada por el estreñimiento. Esta propiedad, junto con la presencia de rutina y quercetina, también ayuda a prevenir el cáncer de colon.

En las personas que consumen a diario carne roja y colesterol malo, las alcaparras ayudan a deshacerse de los subproductos de su digestión, que son potentes carcinógenos e inducen enfermedades cardiovasculares. Los subproductos también causan dolor de estómago y flatulencias, que se evitan con las alcaparras.

Reduce el colesterol

100 g de alcaparras contienen 0,652 mg de niacina, que ayuda a reducir el colesterol. Esto protege aún más de las enfermedades cardiovasculares. La niacina también potencia las capacidades cognitivas al ayudar al sistema nervioso.

Como ya se ha mencionado, la rutina, un antioxidante, impide la formación de cúmulos de grasa en los vasos sanguíneos. Esto, a su vez, impide que las arterias y las venas se obstruyan con colesterol malo, favoreciendo una circulación sanguínea adecuada.

Favorece unos huesos sanos

Las alcaparras son ricas en vitamina K. Cada 100 g de alcaparras contienen 24,6 mg de vitamina K. Se trata de una vitamina liposoluble. Se trata de una vitamina liposoluble importante para el desarrollo celular, especialmente de los huesos. Su carencia provoca efectos secundarios graves como la osteoporosis. La otra razón de la osteoporosis es la reducción de la densidad ósea debido a hemorragias anormales. Dado que la vitamina K también desempeña un papel vital en la coagulación de la sangre, el riesgo de desarrollar osteoporosis se reduce aún más.

El calcio presente en las alcaparras también contribuye a la formación de células óseas sanas.

Te mantiene activo

El hierro es uno de los principales minerales que necesita nuestro cuerpo. Asegura el suministro adecuado de oxígeno a todas las partes de las células y cualquier deficiencia del mismo conduce al letargo y la fatiga. En casos graves, la falta de hierro provoca anemia. Las alcaparras contienen cantidades moderadas de hierro que, aunque no cubren las necesidades diarias de hierro, ayudan a obtener una buena dosis.

Los suplementos de hierro suelen provocar gases, estreñimiento o deshidratación en algunas personas. En su lugar, opte por cantidades suficientes de alcaparras, añadiéndolas a sus comidas dos veces al día.

Además, el cobre presente en las alcaparras se combina con ciertas proteínas para producir enzimas y acelerar diversas funciones corporales, manteniéndole activo.

Favorecen la salud de la piel y el cabello

Las propiedades antioxidantes previenen el envejecimiento de la piel. Como resultado, varios productos para el cuidado de la piel utilizan actualmente alcaparras como uno de sus ingredientes. Los beneficios terapéuticos incluyen la eliminación del enrojecimiento y la irritación de la piel.

La vitamina B y el hierro fortalecen el cabello, le dan brillo y aceleran su crecimiento. Como la rutina ayuda a una circulación sanguínea adecuada, el cabello recibe los nutrientes apropiados, lo que previene su caída.

Controle la diabetes

Las investigaciones indican que las alcaparras tienen la capacidad de controlar los niveles de azúcar en sangre, lo que ayuda a curar la diabetes. Sin embargo, los estudios que respaldan esta teoría aún están en curso. En caso de que esté tomando pastillas para la diabetes, asegúrese de discutir la cantidad de alcaparras que ingiere cada día.

A pesar de todos estos beneficios, algo que hay que tener en cuenta antes de consumir alcaparras es el nivel de sodio que contienen. Como se conservan en sal o en salmuera, tienen un alto contenido en sodio que puede provocar problemas como hinchazón y sed extrema. Se sugiere a las personas con hipertensión que eviten por completo el consumo de alcaparras, ya que afectan en gran medida a la tensión arterial. En el caso de las personas con una salud óptima, como con cualquier otro alimento, la clave está en la moderación.