Razones habituales por las que llora tu recién nacido

Los bebés no pueden hablar. Por eso lloran. Es su única forma de comunicarse, así que es importante prestarles atención.

A veces, los bebés lloran sin motivo. La mayoría de las veces, sin embargo, está intentando decirte algo. Suele significar que está angustiado. Como padre o madre, te toca salvar la situación. He aquí las razones por las que tu recién nacido puede estar llorando.

Hambre

Es uno de los motivos más frecuentes del llanto de un recién nacido. Al fin y al cabo, están creciendo rápidamente. La alimentación constante es crucial para un desarrollo normal y sano.

Los bebés necesitan alimentarse cada 2 o 3 horas. Si tu bebé muestra signos de hambre, no esperes para darle de comer.

Eructos

Los gases son otro motivo de llanto. Después de comer, eructar es igual de importante. Es fácil que los bebés traguen aire mientras comen, lo que provoca flatulencias y espasmos intestinales.

Para hacer eructar a tu bebé, apóyalo contra tu pecho y dale suaves palmaditas en la espalda. Otra opción es colocarlo en posición vertical o sobre tu vientre.

Pañal sucio

Un recién nacido llorará si su pañal está sucio. Si fueras tú, ¡también llorarías!

Comprueba el pañal para ver si hay que cambiarlo. A veces, puedes olerlo sin ni siquiera echar un vistazo. Prepárate y ten siempre a mano pañales y toallitas húmedas.

Los bebés pueden orinar entre una y seis horas. ¿Y las deposiciones? Los recién nacidos pueden defecar incluso una vez a la semana. Procura llevar un registro de los cambios de color, consistencia o frecuencia. Informa a tu médico de cualquier novedad.

Cólicos

Si tu bebé parece llorar todo el tiempo, es posible que tenga cólicos. Se define como el llanto durante más de tres horas al día. Afecta a 1 de cada 5 bebés y comienza alrededor de las tres semanas de vida.

Durante este tiempo, su bebé parecerá extremadamente inquieto. Las causas pueden ser gases, hambre, sensibilidad o emociones. Preste atención a lo que desencadena el llanto e intente por todos los medios calmarlo.

Puede ser estresante, pero debes saber que los cólicos no duran para siempre. La mayoría de los casos cesan en torno a los tres o cuatro meses de edad. Si continúa, consulta a tu médico.

Dentición

Alrededor de los seis meses, al bebé le empiezan a salir los dientes. Puede ponerse muy inquieto e irritable, lo que provoca muchos llantos y gritos. También son frecuentes la pérdida de apetito y el insomnio.

Un anillo de dentición puede aliviarle un poco. Las frutas frías, las toallitas y las cucharas también son calmantes. Antes de utilizar medicamentos anestésicos, consulta a tu médico.

Molestias

Los recién nacidos son extremadamente sensibles a su entorno. Un bebé que llora puede sentir demasiado calor o frío. Las personas desconocidas, las luces brillantes y los ruidos fuertes también pueden desencadenar un llanto.

Procura que tu bebé se sienta lo más cómodo posible. En función del tiempo que haga, vístele adecuadamente. Mantente a su alcance cuando le presentes a gente nueva.

Miedo

En la misma línea, los bebés seguirán llorando si sienten miedo. Los bebés anhelan sensaciones familiares como tu voz, tu olor o tu tacto. De lo contrario, pueden asustarse fácilmente. Los bebés quieren -y necesitan- mucha atención.

Recuerda que el llanto es la única forma que tiene tu bebé de hablarte. No le ignores, por muy cansada que estés. Puede que incluso sepas distinguir entre el llanto de hambre y el de dolor.