Razones de la alimentación emocional y cómo detenerla
Las emociones nos controlan, nos guste o no admitirlo. Esto incluye incluso la alimentación emocional, uno de los mayores obstáculos para perder peso. Pero no se trata sólo de autocontrol. Comer emocionalmente se debe a razones psicológicas y biológicas. Cuando los sentimientos alimentan la comida, hay más posibilidades de tomar malas decisiones. Esto nos aleja de la alimentación consciente. Sin embargo, la salud depende de esa atención plena, así que hay que pensar en ello. De nuevo, la autodisciplina no es el único factor. A continuación te explicamos por qué se produce la alimentación emocional y cómo puedes detenerla.
Razones para comer emocionalmente
Comer emocionalmente da placer
Comer puede inducir emociones de «sentirse bien». Algunas personas lo hacen cuando están aburridas, mientras que a otras simplemente les gusta sentirse bien. Los alimentos dulces son uno de los principales culpables. De hecho, el azúcar aumenta las betaendorfinas, un tipo de neuropéptido opioide. Y sí, esta sustancia química cerebral es la misma que se libera durante el ejercicio. Forman parte del sistema de recompensa del cerebro y te proporcionan un «subidón» placentero. Obviamente, a pesar del efecto similar, el ejercicio y el azúcar tienen resultados muy diferentes. Pero esto explica por qué los pasteles y las galletas hacen tan feliz a la gente.
Comer emocionalmente por estrés
Comer por estrés es muy real. Después de todo, cuando el cerebro está pre-ocupado, ¿quién quiere pensar en comida? Tomar decisiones saludables supone un gran esfuerzo. No es de extrañar que las personas tomen peores decisiones alimentarias cuando están estresadas. Alrededor del 38% de los adultos lo hacen. De esas personas, el 33% lo utiliza como distracción, mientras que el 27% lo hace como forma de control. Nuestra cultura nos enseña que evitar los sentimientos es mejor que afrontarlos. Lamentablemente, esta mentalidad es la receta perfecta para comer emocionalmente.
Comer emocionalmente por agotamiento
El sueño es necesario para el funcionamiento normal y saludable del cerebro. Si no se duerme lo suficiente, el pensamiento y el aprendizaje se resienten. También te hace más vulnerable a la alimentación emocional. Cuando no se duerme, aumenta la «hormona del hambre», la grelina. Mientras tanto, la leptina, la hormona de la saciedad, cae en picado. Es el escenario perfecto para un apetito voraz. Cuando aparezcan los antojos, estarás demasiado cansado para combatirlos. También es difícil luchar contra las señales del cerebro cuando se está ejecutando en vacío.
Cómo dejar de comer emocionalmente
Encuentre distracciones más saludables para dejar de comer emocionalmente
En lugar de comer sólo para pasar el rato, distráigase. Renueve su casa haciendo limpieza. Pruebe un nuevo pasatiempo o haga recados al azar. Incluso puede dar un paseo o llamar a un viejo amigo, dos cosas que también pueden estimular las endorfinas. ¿La principal diferencia? No acumularás calorías. Sepa que la televisión no es la mejor opción. Te distraerá a ti y a tu alimentación, un hábito que está relacionado con el aumento de peso.
Aprenda a controlar el estrés
Sabemos que es más fácil decirlo que hacerlo. Sin embargo, es un proceso de aprendizaje que dura toda la vida, y hay que empezar por algún sitio. Practicando un alivio saludable del estrés, puede reducir las probabilidades de comer emocionalmente. Reconoce lo que no puedes cambiar. Cambiando de mentalidad, puedes aprender a aceptar y seguir adelante. Hacer cosas que te gustan, como la jardinería o la pintura, también puede ayudar. Recuerda que no necesitas ser un profesional para obtener beneficios. Simplemente diviértete con ello. El yoga, la meditación y el ejercicio también proporcionan alivio. La actividad física también libera endorfinas.
Duerme lo suficiente
Lo has oído una y otra vez: Dormir es importante. Te ayudará a ser productivo, haciendo que la jornada laboral sea un poco menos miserable. Y, lo que es más importante, será menos probable que coma emocionalmente. Hay una razón por la que dormir previene la obesidad, la diabetes y la inmunidad deficiente. Cuanto más descanse, mejor elegirá sus alimentos. Su salud en general mejorará. Intenta dormir entre 7 y 8 horas cada noche. Si tienes problemas para dormir, practica buenos hábitos como limitar el tiempo de pantalla y la cafeína por la noche.
Si tienes una alimentación emocional, no te deprimas. Ajustar tus hábitos requiere tiempo y conciencia. Si miras el panorama general, podrás vencer la alimentación emocional.