¿Qué significa una secreción vaginal parecida al requesón?

Si eres mujer, entonces sabes que tu vagina va a segregar todo tipo de flujo. El flujo puede estar regulado por el ciclo menstrual, variando de transparente a cremoso según el día del ciclo que sea. Este flujo es la forma que tiene tu cuerpo de eliminar las células viejas que recubren la vagina y de mantenerla sana. La textura y el color pueden cambiar de claro y acuoso a espeso y cremoso cuando ovulas o estás excitada sexualmente. Sin embargo, un flujo inusual también podría ser el primer signo de una infección. Si notas un nuevo tipo de flujo que se parece al requesón, aquí tienes algunas cosas que podrían ser.

Flujo similar al requesón durante el embarazo

El flujo espeso y cremoso que suele ser inodoro es normal durante el primer trimestre y puede continuar hasta el tercer trimestre del embarazo. Durante el primer trimestre, el cuerpo se esfuerza mucho por mantener el cuello uterino húmedo y taponado. El calor corporal de todo este trabajo podría licuar este sellador, lo que hace que se descargue en mayor cantidad. Puedes ignorar esto a menos que haya sangre en la secreción. En el tercer trimestre, el cuerpo sólo está lubricando la vagina para el parto, lo que también es completamente normal.

Una infección por hongos

Una vagina sana siempre tiene alguna cantidad de levadura, pero si se deja que crezca sin control, puede provocar una infección. La secreción que provoca esta infección puede ser blanca y grumosa como el requesón, y también puede ir acompañada de un fuerte ardor o picor. Ciertas condiciones pueden causar esto, como el embarazo, la diabetes, un curso de antibióticos o incluso demasiada sudoración y humedad en la zona vaginal. La infección por hongos nunca está causada por las relaciones sexuales; sin embargo, si tienes relaciones sexuales durante esta época, es mejor que utilices preservativos. Las pomadas de venta libre son el mejor tratamiento, pero aun así necesitarás que un médico diagnostique esta infección primero.

Vaginosis bacteriana

La vagina también alberga millones de bacterias, tanto del tipo bueno como del malo. Cuando las bacterias malas se multiplican más rápido que las buenas, se produce la vaginosis bacteriana. Esta enfermedad se caracteriza por un flujo blanquecino con olor a pescado. El tratamiento de la vaginosis bacteriana suele incluir antibióticos orales y geles vaginales. La vaginosis bacteriana no es peligrosa, pero si no se trata puede hacer que seas susceptible de contraer enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea y la clamidia. Siempre es mejor consultar a un médico para descartar la posibilidad de que las infecciones de transmisión sexual sean la causa del flujo.

Trichomonas

La tricomoniasis, o tric, está causada por la bacteria Trichomonas y es muy común. El problema es que el 30% de las personas no presentan síntomas perceptibles. Cuando las personas no son conscientes de que tienen tricomoniasis, pueden contagiarla sin saberlo a través del semen y los flujos vaginales durante las relaciones sexuales sin protección. Afecta tanto a las mujeres como a los hombres, pero las mujeres mayores parecen ser más propensas a padecerla. Las mujeres que presentan síntomas pueden tener la vulva enrojecida y con picor y un flujo de color blanco a verde con mal olor. Aunque puede tratarse fácilmente con un tratamiento de antibióticos, puede perdurar durante años si no se atiende.

Prevención y alivio cuando se tiene una infección

Si utilizas productos de limpieza femenina, puede que te sorprenda que éstos puedan hacerte más susceptible a las infecciones. Las duchas vaginales son malas para ti, incluso cuando tienes una infección y tu zona genital no huele bien. Las duchas vaginales destruyen las bacterias buenas y los hongos que son importantes para tu salud vaginal. Lo único que necesitas para mantenerte limpia es agua y jabón. Evita los sprays de higiene femenina, los papeles higiénicos perfumados, las compresas desodorantes, los baños de burbujas o los tampones cuando tengas una infección. Evita llevar prendas ajustadas que corten la circulación, como leotardos, pantalones o pantimedias apretados. Deja que tu zona vaginal respire usando ropa interior sencilla de algodón. Mejor aún, no lleves ropa interior por la noche.