¿Qué es un trastorno del equilibrio? Síntomas, causas y tipos

Los mareos no se limitan a las heroínas de las novelas victorianas o a quienes se dan a la botella para ahogar sus penas. Imagínese que se sienta y el mundo a su alrededor le da vueltas de repente; o que camina y de repente siente que se vuelca, con las extremidades agitándose para mantener el equilibrio. Para las personas que padecen un trastorno del equilibrio, ésta es una realidad constante.

¿Cómo mantenemos el equilibrio?

Los sensores de presión de todo el cuerpo envían señales al organismo sobre su posición en relación con el mundo. Esto se denomina propiocepción. Estas señales se procesan en el oído interno, donde actúan miles de células ciliadas sensoriales y grupos de pequeñas extensiones similares a pelos denominadas haces ciliados. Los haces pilosos se activan con los sonidos y abren canales para crear señales eléctricas que envían información al cerebro. El cerebro utiliza esta información, junto con las señales de los ojos, los huesos y las articulaciones, para ayudar a mantener el equilibrio.

¿Qué es el trastorno del equilibrio?

Los mareos recurrentes o continuos que le hacen perder el equilibrio se denominan trastornos del equilibrio. Ya se trate de un mareo, de un desmayo pasajero o de que el mundo que te rodea dé vueltas cada cierto tiempo, el trastorno del equilibrio puede presentarse de distintas formas. Estos episodios pueden aparecer y desaparecer o durar mucho tiempo. Este trastorno puede afectar a las actividades cotidianas y tener un impacto emocional y psicológico cuando es intenso.

Síntomas del trastorno del equilibrio

Si padece un trastorno del equilibrio puede

Tambalearse al intentar caminar.
Tambalearse o caerse al intentar ponerse de pie.
Marearse constantemente o de forma recurrente.
Sentir que flota.
Sentirse desorientado o confuso.
Experimenta vértigo, una intensa sensación de dar vueltas.
Se siente mareado.
Visión borrosa.
Sentir náuseas.
Sentir ansiedad, miedo o pánico.

Si estos signos duran mucho o se repiten a intervalos cortos, pueden causar fatiga, depresión y ansiedad social.

¿Cuáles son las causas de los trastornos del equilibrio?

Las afecciones médicas más comunes que causan trastornos del equilibrio están relacionadas con el oído interno. Otros desencadenantes son las infecciones de oído, la tensión arterial alta o baja, un traumatismo craneal o cualquier otro problema que afecte al cerebro.

En algunos casos, los trastornos del equilibrio empiezan de repente y no tienen una causa obvia. Ciertos medicamentos tóxicos para el oído también pueden ser responsables. También pueden serlo afecciones como el desequilibrio de los músculos oculares o la artritis, es decir, trastornos que afectan al sistema visual o esquelético.

El riesgo de trastornos del equilibrio aumenta con la edad. Esto se debe a que nuestro control motor multisensorial disminuye con la edad, lo que contribuye a los mareos o a los desequilibrios posturales.

Tipos de trastornos del equilibrio

Una de estas afecciones puede ser la responsable de su trastorno del equilibrio.

Vértigo Posicional o Vértigo Posicional Paroxístico Benigno (VPPB)

En esta afección, un episodio breve pero intenso de vértigo se desencadena por un cambio en la posición de la cabeza. Puede deberse a una lesión o simplemente a la edad. Las otoconias desplazadas en el oído interno -pequeños cristales de carbonato cálcico- estimulan las células nerviosas que envían señales al cerebro y provocan el vértigo. Si padece vértigo posicional paroxístico benigno, inclinar la cabeza, mirar por encima del hombro, darse la vuelta en la cama o simplemente agacharse puede provocar un ataque de vértigo intenso.

Laberintitis

Se trata de una infección del oído interno. En el interior del oído existe una delicada estructura llamada laberinto. Una infección de esta estructura provoca inflamación y se denomina laberintitis. La infección afecta al equilibrio y a la audición. Suele estar asociada a infecciones de las vías respiratorias altas, como la gripe.

Enfermedad de Ménière

La enfermedad de Ménière está relacionada con cambios en el volumen de líquido en algunas partes del laberinto. Si padece la enfermedad de Ménière, experimentará episodios de vértigo, pérdida de audición y zumbidos en el oído.

Neuronitis vestibular

En esta enfermedad, el nervio vestibular se inflama debido a una infección vírica. Si padece esta enfermedad, experimentará vértigo.

Fístula perilinfática

Es una afección en la que el líquido del oído interno se filtra al oído medio. Si esto ocurre, se sentirá inestable y cualquier actividad aumentará la inestabilidad. Incluso puede sentir náuseas y mareos. Un traumatismo craneal, una operación de oído, una infección o esfuerzos físicos como el submarinismo, que provocan cambios drásticos en la presión atmosférica, pueden causar este trastorno.

Mal de Debarquement (MdDS)

Es una sensación de balanceo continuo. Suele producirse tras largos viajes por mar. Por lo general, los síntomas desaparecen en unas horas o tras descansar un poco una vez finalizado el viaje.

Tratamiento de los trastornos del equilibrio

Si padece un trastorno del equilibrio, se examinarán las posibles afecciones que lo causan. También se evaluará cualquier medicación que tome como posible causa.

Por ejemplo, si se le diagnostica vértigo posicional paroxístico benigno, se le recomendarán algunos movimientos sencillos para ayudar a desalojar la otoconia del canal semicircular. Estos movimientos se denominan maniobra de Epley. Estas maniobras sólo deben ser realizadas por profesionales médicos entrenados para descartar lesiones cervicales o dorsales.

Del mismo modo, si lo que padece es la enfermedad de Ménière, es posible que su médico le recomiende algunos cambios en el estilo de vida y la dieta. Deberá:

Limitar el consumo de sal.
Dejar de fumar.
Limitar el consumo de alcohol.
Reducir el consumo de cafeína.

Se le recetarán medicamentos para controlar los síntomas y, en casos graves, puede aconsejarse la cirugía. Un terapeuta vestibular puede crear un plan de tratamiento personalizado para ayudarle a sobrellevar sus mareos. También puede enseñarle ejercicios de rehabilitación vestibular.

Precauciones si padece un trastorno del equilibrio

Haga cambios en su casa para minimizar el riesgo de caídas, por ejemplo, añadiendo pasamanos. Cambie a zapatos de tacón bajo o zapatillas de andar por casa y, si es necesario, empiece a utilizar un bastón o andador. Hable con su médico para saber si puede conducir sin peligro.