Qué es la vestibulodinia y cómo afecta a la vagina

Ya hay bastante tabú en torno a la salud sexual de la mujer y la educación sexual. Cuando se trata del dolor vaginal, apenas se habla de él. Esto explica por qué es posible que nunca hayas oído hablar de esta afección. La vestibulodinia es un tipo de vulvodinia (dolor inexplicable en la zona de la vulva) que se caracteriza por dolor y sensibilidad en la abertura vaginal en respuesta a un toque ligero. Debido a la ignorancia, la desinformación y los tabúes en torno a los problemas de salud sexual, muchas mujeres sufren en silencio porque no encuentran el tratamiento adecuado o nunca se dan cuenta de que se trata de una afección física reconocida y tratable.

Síntomas

Las mujeres que padecen vestibulodinia experimentan dolor, ardor y crudeza en la entrada del canal vaginal en respuesta a cualquier tipo de toque ligero en esa zona.

No hay síntomas físicos aparentes, salvo enrojecimiento y sensibilidad en algunos casos.

El dolor puede impedir a las mujeres realizar varias actividades, como mantener relaciones sexuales con penetración, utilizar tampones o incluso montar en bicicleta.

Algunas pueden experimentar dolor al llevar ropa ajustada.

El dolor también puede aparecer al orinar, al hacer ejercicio o simplemente al permanecer sentada demasiado tiempo.

Diagnóstico

El diagnóstico de la vestibulodinia es un proceso de eliminación. Normalmente, los médicos realizan biopsias y pruebas para descartar otras causas de dolor, como infecciones o cáncer. A menudo se diagnostica erróneamente como candidiasis vaginal, un tipo de infección por hongos que se produce en la vagina. Los tratamientos frecuentes contra la candidiasis pueden empeorar el dolor, así que pide siempre a tu médico que lo confirme con las pruebas adecuadas.

Causas

No se conoce con certeza la causa de la vestibulodinia. La hipótesis de los médicos es que es el resultado de terminaciones nerviosas hipersensibles en la piel sensible de la abertura vaginal. También puede ser consecuencia de factores hormonales y genéticos, así como de una disfunción del suelo pélvico.

Sin embargo, los siguientes factores pueden agravarla.

Repetidas infecciones por hongos y tratamientos que provocan dolor.
Abuso sexual.
Parto.
Tratamiento con láser o cirugía.
Irritantes cutáneos procedentes de duchas vaginales, detergentes o productos de higiene.

Tratamiento

Una vez realizado el diagnóstico, existen varias formas de tratar el dolor como:

Anestésicos, cremas tópicas.
Antidepresivos.
Anticonvulsivos.
Cirugía para extirpar el tejido afectado.

Por desgracia, estos medicamentos pueden causar efectos secundarios adversos, y la cirugía es sólo una opción de último recurso. Los tratamientos no médicos que pueden ayudar incluyen:

Terapia psicosocial para ayudar a tratar los síntomas de depresión o ansiedad que suelen acompañar a la enfermedad.

Meditación y técnicas de relajación.

Acupuntura (sólo con un profesional autorizado con experiencia en el tratamiento del dolor vulvar).

Excluir de la dieta alimentos que contengan oxalato, como las espinacas, la remolacha, los cacahuetes y el chocolate.

Otra forma de tratamiento son los ejercicios de fortalecimiento de los músculos pélvicos. Fortalecer estos músculos puede ayudar a aliviar parte del dolor asociado a la vestibulodinia, pero es importante que lo hagan todas las mujeres. Los ejercicios de Kegel mantienen los músculos y tejidos pélvicos lo suficientemente fuertes como para mantener los órganos en su sitio. Cuando los músculos pélvicos se debilitan, puede producirse una disminución del control de la vejiga y muchas otras complicaciones.

Cómo realizar el ejercicio de Kegel

Localiza los músculos que rodean la uretra y el ano y que utilizas para retener la orina o detener la micción a medio flujo.

Estos son los músculos que tendrá que aprender a contraer y soltar.

Siéntese cómodamente en una silla de escritorio y exhale mientras contrae estos músculos pélvicos.

Mantén la contracción durante 2-3 segundos y suéltalos.

Con cada repetición, intenta alargar el tiempo que mantienes la contracción.

Una vez que domines este ejercicio, podrás realizarlo en cualquier momento y lugar de forma discreta. Incluso puedes incluirlo en algunos estiramientos pélvicos básicos o posturas de yoga.

Este tipo de dolor puede ser muy difícil y casi traumático de sobrellevar. Las mujeres que lo padecen pueden llegar a asociar el sexo con el miedo y el dolor extremo. En última instancia, esto conduce a la frustración en las relaciones sexuales y románticas. Es importante que las mujeres sean capaces de informarse sobre su cuerpo. Las parejas, la familia y los amigos que las apoyan y están informados también pueden ser de gran ayuda para tratar la vestibulodinia.