Qué es la vaginosis bacteriana y cómo saber si la padeces

La vagina segrega muchos tipos diferentes de fluidos a lo largo del día y, la mayoría de las veces, esto es completamente normal. Sin embargo, si de repente notas que tus fluidos vaginales tienen un olor especialmente extraño, puede ser síntoma de un problema de salud más profundo. Muchas veces, las mujeres experimentan secreciones anormales debido a una afección conocida como vaginosis bacteriana. Si este término te suena completamente extraño, a continuación te explicamos qué es exactamente y a qué síntomas debes prestar atención.

¿Qué es la vaginosis bacteriana?

En la vagina viven millones de bacterias. Si esto te asusta, no debería. En realidad, muchas de estas bacterias son buenas para ti y te ayudan a mantener la vagina sana. Algunas bacterias vaginales no son tan bienintencionadas, pero no debería preocuparte. Mientras tengas una mayor proporción de bacterias buenas, las malas se mantendrán a raya. A veces, debido a determinados factores, las bacterias malas se multiplican rápidamente y superan en número a las buenas. Esto da lugar a lo que llamamos «vaginosis bacteriana».

Durante mucho tiempo se pensó que la vaginosis bacteriana era el resultado del crecimiento incontrolado de un solo tipo de bacteria dañina, la Gardnerella. Sin embargo, los frotis vaginales actuales revelan que en realidad se trata de una superpoblación de muchos tipos diferentes de bacterias nocivas. Además de Gardnerella, crecen y se multiplican bacterias como Lactobacillus, Peptostreptococcus y Fusobacterium. Como el número de bacterias buenas se reduce considerablemente, no pueden impedir que las bacterias nocivas causen estragos en la vagina.

¿Qué causa la vaginosis bacteriana?

Los investigadores no han podido dar una respuesta concluyente sobre las causas de la vaginosis bacteriana. El equilibrio entre las bacterias buenas y malas de la vagina es delicado, pero no se sabe con exactitud qué lo altera. Una de las causas más citadas de la vaginosis bacteriana es el uso de antibióticos. Los antibióticos eliminan las colonias bacterianas de nuestro cuerpo, tanto las buenas como las malas. Esto puede causar una disminución de las bacterias vaginales buenas, dando a las bacterias dañinas la oportunidad de crecer y multiplicarse.

Si eres una gran aficionada a las duchas vaginales, ésta también podría ser una de las razones por las que tu flora vaginal está desequilibrada. Las duchas vaginales no tienen ninguna base científica y son completamente innecesarias. En lugar de limpiar tu vagina, altera su equilibrio de pH, que es crucial para un equilibrio saludable entre las bacterias vaginales buenas y malas. Las duchas vaginales perfumadas son aún peores porque contienen compuestos que favorecen la multiplicación de las bacterias malas.

Sin embargo, las relaciones sexuales no pueden provocar vaginosis bacteriana. Entre un hombre y una mujer, la vaginosis bacteriana no puede transmitirse sexualmente. Sin embargo, entre dos mujeres, esto puede no ser cierto. Si una mujer tiene vaginosis bacteriana, su pareja sexual femenina puede correr el riesgo de contraerla también.

¿Cuáles son los síntomas?

Cambio en el olor vaginal

Uno de los síntomas más comunes de la vaginosis bacteriana es un flujo vaginal de olor muy fuerte. Este olor suele describirse como «acre» y «a pescado». Definitivamente, no es a lo que quieres que huelan tus partes íntimas.

Cambio en la consistencia de las secreciones

Otro síntoma es el cambio en la consistencia del flujo vaginal. El flujo vaginal sano suele ser ligeramente viscoso y de color blanco lechoso. Las mujeres con vaginosis bacteriana pueden notar que su flujo es mucho más acuoso y grisáceo.

Dolor anormal

En algunos casos, la superpoblación de bacterias malas puede provocar dolor al mantener relaciones sexuales. Esto podría deberse a que el tejido circundante de la vagina está inflamado o dolorido a causa de la infección. Esto también puede provocar dolor o sensación de quemazón al orinar.

¿Cuál es el tratamiento?

La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, la vaginosis bacteriana es bastante común y rara vez es perjudicial. La excepción es el caso de las mujeres embarazadas. A veces, la vaginosis bacteriana puede provocar complicaciones durante el parto, por lo que es mucho más peligrosa. Sin embargo, aunque no estés embarazada, debes acudir inmediatamente al ginecólogo si notas secreciones y olor anormales.

Una vez que acudas a revisión, tu ginecólogo te hará algunas pruebas rutinarias para asegurarse de que no se trata de una enfermedad de transmisión sexual más grave o de una infección de transmisión sexual. El tratamiento más habitual son los antibióticos orales o tópicos. La vaginosis bacteriana suele desaparecer rápidamente tras el tratamiento, sin efectos secundarios duraderos. Así que si tu vagina huele a pescado, no te asustes. No es permanente.