Qué es la deshidratación: Síntomas, riesgos y prevención

El agua es la esencia de la vida. Desde tiempos inmemoriales, la clave de la supervivencia de todas las especies que se han desplazado a tierra firme es mantenerse hidratadas. El agua constituye el 75% del cuerpo humano, donde transporta, disuelve y repone los nutrientes, así como la materia orgánica, al tiempo que arrastra el material de desecho. Además, regula las actividades de los fluidos, las células, los tejidos, la sangre, la linfa y las secreciones glandulares.

Una persona media tiene 42 litros de agua en su cuerpo. Incluso una pequeña pérdida de agua puede provocar deshidratación.

La deshidratación no es un simple problema de salud. Tu cuerpo puede acabar perdiendo líquidos en cualquier momento debido a diversas razones. Por eso es vital que te mantengas hidratado en todo momento.

¿Qué es la deshidratación?

El agua constituye al menos dos tercios de su cuerpo y desempeña un papel importante en las funciones corporales normales, como eliminar toxinas nocivas y facilitar una digestión adecuada. A medida que el cuerpo consume el agua que contiene, es necesario reponer adecuadamente los líquidos perdidos para evitar un posible desequilibrio entre las sales y el azúcar del organismo.

La deshidratación se produce cuando se consume o se pierde más agua de la que se ingiere. En consecuencia, el organismo tiene dificultades para realizar sus funciones normales. Podemos perder agua cada día a través del aire exhalado o de otras excreciones corporales como el sudor, la orina y las heces. Su cuerpo también puede acabar perdiendo pequeñas cantidades de sales de esta manera. A medida que se pierde más agua sin reponerla, aumenta el riesgo de deshidratación. Si no se trata, la deshidratación grave puede incluso provocar la muerte.

¿Quién corre el riesgo de deshidratarse?

Independientemente de la edad, puedes deshidratarte si no has bebido suficiente agua, sobre todo cuando hace calor o realizas una actividad física intensa. Los montañeros y excursionistas son más propensos a perder agua rápidamente debido al mayor intercambio de gases en los lugares de gran altitud. Los deportistas también están predispuestos a los efectos de la deshidratación.

Cuando se trata de niños o bebés, hay que tener especial cuidado, ya que sus cuerpos son más susceptibles de perder agua. En consecuencia, su necesidad de agua es mayor que la de los adultos. Con la edad, se puede perder la sensación de sed, lo que aumenta el riesgo de deshidratación. Incluso las personas con demencia tienen un riesgo seis veces mayor de deshidratarse.

Las personas que padecen enfermedades renales, diabetes o trastornos de las glándulas suprarrenales también son propensas a la deshidratación. Si se está bajo los efectos del alcohol, el cuerpo tiende a perder más agua de lo normal al orinar con más frecuencia, lo que en última instancia conduce a la deshidratación.

Signos y síntomas de deshidratación que hay que tener en cuenta

Los primeros signos de deshidratación pueden ser cara enrojecida, boca seca o lengua seca con saliva espesa. Otros síntomas de deshidratación leve son

Sed extrema.
Piel seca y caliente.
Dificultad para orinar.
Orina amarilla y oscura.
Orina escasa o nula.
Mareos.
Debilidad.
Dolores de cabeza.
Llanto con pocas o ninguna lágrima.
Somnolencia o irritabilidad.
Estreñimiento.
Calambres musculares.

En caso de deshidratación grave, las cosas pueden ponerse un poco más serias. Puedes tener mucha sed o sentirte irritable y confuso; tu tensión arterial puede bajar drásticamente; puedes tener el ritmo cardiaco acelerado y respirar con dificultad; incluso puedes sentir fiebre o perder el conocimiento.

La deshidratación crónica puede afectar a los órganos del cuerpo y provocar cálculos renales, daños hepáticos, articulares y musculares o incluso problemas de colesterol. Tanto si padece una deshidratación leve como grave, debe tener mucho cuidado y reponer los líquidos perdidos lo antes posible.

Causas de la deshidratación

Desde la pérdida de agua debido a la micción frecuente hasta la pérdida de líquidos corporales a través del sudor, existen varias formas de deshidratarse. Existen otras causas principales de deshidratación, como:

Diarrea.
Vómitos.
Fiebre.
Gastroenteritis vírica.
Infecciones bacterianas.
Intoxicación alimentaria.
Diabetes insípida.
Alcoholismo.

¿Cuándo se debe buscar ayuda médica?

Aunque hay ciertos signos que apuntan al hecho de que está deshidratado, tener uno o más de estos síntomas durante un período de tiempo prolongado podría significar que es hora de buscar atención médica. Asegúrate de visitar a un médico si experimentas:

Fiebre superior a 38 Celsius.
Diarrea durante más de 2 días.
Vómitos crecientes o constantes durante más de un día.
Pérdida de peso.
Confusión.
Debilidad.
Disminución de la producción de orina.

¿Cuándo es el momento de recibir asistencia médica de urgencia?

Sus síntomas pueden agravarse si sigue perdiendo líquidos corporales con regularidad sin reponerlos. En tal caso, debe buscar ayuda médica de urgencia inmediatamente. Los síntomas en tales casos incluyen:

Fiebre superior a 39 Celsius.
Letargo.
Dolores de cabeza.
Desmayos.
Convulsiones.
Dolor torácico o abdominal.
Dificultad para respirar.
Ausencia de orina en las últimas 12 horas.

Signos de deshidratación en bebés

Como ya se ha comentado, los bebés son más vulnerables a la deshidratación. Por eso hay que prestarles atención médica inmediata si se observan síntomas como:

Fontanela hundida en la cabeza.
Llora poco o no llora.
Boca seca.
Pocos pañales mojados.
Somnolencia.
Respiración acelerada.

Consejos para prevenir la deshidratación

El agua desempeña un papel muy importante a la hora de garantizar que tus funciones corporales se desarrollen sin contratiempos. Es importante que repongas tu cuerpo con una cantidad suficiente de agua para contrarrestar los efectos de los líquidos corporales perdidos.

Acuérdese de llevar agua consigo dondequiera que vaya, sobre todo cuando realice alguna actividad física constante o cuando el tiempo en general sea demasiado caluroso para su gusto. Una buena regla general es beber tanta agua como sea posible hasta que la orina adquiera un color amarillo claro. La orina oscura sólo puede significar que su cuerpo está haciendo todo lo posible por retener líquidos corporales.

También es importante prestar atención individual a las personas enfermas, ya que tienden a deshidratarse rápidamente. Si se ignora o no se trata, la deshidratación puede convertirse en una enfermedad potencialmente mortal.