Pruebe Earthing para volver a conectar con la naturaleza y mantenerse sano

Gracias a nuestro estilo de vida acelerado y a nuestro agitado horario de trabajo, se puede decir que nunca hemos estado tan desconectados de la naturaleza. Nos levantamos, hacemos ejercicio, vamos corriendo al trabajo, aspiramos a ascender en la escala corporativa, volvemos a casa estresados y tenemos un sueño agitado. En medio de todo esto, a menudo nos olvidamos de experimentar y valorar las alegrías más sencillas de la vida, ya sea caminar descalzos sobre la hierba o dejar que la brisa fresca nos golpee la cara cada mañana. Aunque a menudo descartamos la importancia de volver a conectar con la naturaleza por considerarla una filosofía moderna, la ciencia cree lo contrario. Exploremos la energía curativa de la tierra, nuestra relación con ella y por qué es importante.

¿Qué es la toma de tierra?

Cuando la piel entra en contacto directo con la superficie de la tierra, se habla de conexión a tierra. La superficie de la Tierra está formada por un gran número de electrones. Cuando se transfieren al cuerpo humano a través de la toma de tierra, pueden promover la salud y aumentar el bienestar. También se teoriza que las dolencias físicas a las que se enfrenta nuestra generación hoy en día son el resultado de nuestra desconexión con la naturaleza. De hecho, varias culturas antiguas de todo el mundo apoyan esta teoría y creen que caminar descalzo nos hace más sanos y felices.

¿Cómo acercarse a la naturaleza?

Reconectar con la naturaleza es más fácil decirlo que hacerlo. Nuestras vidas erráticas no nos dejan mucho espacio para cumplir los plazos del trabajo, y mucho menos para conectar con la tierra. Aunque no es posible dejar atrás todas nuestras tareas diarias y pasar más tiempo al aire libre, hay pequeñas cosas que puedes hacer para conectar con la naturaleza.

Cada mañana, ve a un parque cercano y da un largo paseo. Mejor aún, camina descalzo sobre la hierba. Siente la suave hierba bajo tus pies y observa cómo se posan en el suelo. Mira a tu alrededor y observa los árboles, las plantas y las flores. Observa cómo responden a la luz del sol, al viento y a tu tacto. Si es posible, siéntate bajo un árbol y medita para sentir e impregnarte de la energía de la tierra. También puedes dedicarte a la jardinería y ensuciarte las manos.

¿Qué dice la ciencia?

1. Reduce el dolor y mejora el bienestar fisiológico

El dolor crónico y la artritis pueden ser difíciles de sobrellevar. De hecho, según las estadísticas, una de cada cuatro personas sufre dolor crónico. De ahí la importancia de tomar medidas para prevenir y tratar el dolor crónico. Un estudio piloto que exploró la asociación entre earthing y el dolor corporal, reveló resultados interesantes. A dos grupos de participantes se les dieron colchones de fibra de carbono conductores para que durmieran en ellos. Pero, las almohadillas de un grupo se conectaron a una toma de tierra específica junto a sus ventanas, y las almohadillas del otro grupo se dejaron sin toma de tierra. El grupo cuyas almohadillas estaban conectadas a tierra mostró mejoras significativas no sólo en la artritis y el dolor crónico, sino también en las siguientes condiciones de salud.

Afecciones asmáticas y respiratorias
Síndrome premenstrual
Apnea del sueño
Hipertensión

Además, los estudios también informan de que earthing puede reforzar significativamente el sistema inmunitario y mantener a raya las enfermedades.

2. Mejora el bienestar mental

Otro estudio examinó los efectos de earthing sobre el estrés. Se colocó un parche adhesivo conductor en la planta de los pies de los participantes. Los parches de un grupo de participantes se conectaron a tierra mediante un cable, mientras que el otro grupo no se conectó a tierra. El grupo que se sometió a la conexión a tierra observó una reducción significativa del estrés y un aumento de la función del sistema nervioso autónomo.

La energía de la Tierra es poderosa y curativa. Para estar más sanos mental y físicamente, es importante volver a conectar con la naturaleza y experimentar su energía.