Problemas que pueden causar mareos repentinos

El mareo es una condición momentánea que casi todos los individuos experimentan una o más veces en su vida. Se trata de una situación debilitante que puede dejar a las personas temblorosas y preocupadas. Los mareos no son una enfermedad en sí, sino más bien un síntoma de una afección subyacente. El mareo siempre llega como un invitado no deseado y se marcha bruscamente después de causar el daño. Aunque puede ser una experiencia aterradora, sólo el 5% de las personas que experimentan mareos son propensas a padecer alguna enfermedad crónica.

Los mareos pueden producirse a veces cuando las personas se ponen de pie demasiado deprisa o se mueven demasiado deprisa. Esto también puede significar que hay que bajar un poco el ritmo y relajarse. Hay enfermedades que pueden tener efectos similares a los mareos. Uno de ellos es el mareo. En este caso, la persona tiende a sentirse mareada debido al cambio en el flujo sanguíneo que llega al cerebro. Otra afección similar es el vértigo, en el que las personas experimentan desorientación. Las personas con vértigo tienen una sensación de movimiento en su entorno. Pero, aparte de estas afecciones, hay muchas otras que pueden causar mareos.

Estrés

Es una de las principales causas de los mareos repentinos. Las investigaciones demuestran que el estrés es la causa principal de más de la mitad de los casos registrados de mareos. Bajo estrés, empezamos a hiperventilar y a respirar superficialmente. Debido a ello, las arterias se contraen y el cerebro se queda momentáneamente sin oxígeno, lo que provoca los mareos. Los mareos debidos al estrés suelen ir acompañados de entumecimiento de los dedos de manos y pies. Si su médico le ha dado el visto bueno, el estrés puede ser la causa de sus mareos.

Nivel bajo de azúcar en sangre

Saltarse comidas y no comer durante horas por hacer otras tareas puede provocar a menudo una bajada del nivel de azúcar en sangre. Una vez que el nivel de azúcar en sangre baja, nuestro cuerpo percibe una situación de estrés. En esta situación, nuestro instinto primario de lucha o huida se activa provocando mareos. Estos episodios de bajada de azúcar pueden evitarse siguiendo un horario regular de comidas. Además, añadir algunos carbohidratos a tu dieta proteica puede ayudarte a evitar estos episodios.

Desequilibrio hormonal en las mujeres

Los cambios hormonales durante el embarazo, antes de la menstruación o durante la menopausia a menudo pueden desencadenar mareos. Los expertos médicos creen que el oído interno es sensible a los cambios en los niveles de estrógeno del cuerpo. Y, a menudo, esto puede provocar mareos. Además, la mala alimentación y la deshidratación pueden empeorar la situación. Las mujeres con tendencia natural a marearse son aún más propensas a sufrir mareos inducidos por las hormonas. Por lo tanto, mantener una dieta sana e hidratarse con regularidad debería ayudar en este caso.

Anemia

La anemia es un problema común en las mujeres menopáusicas. La anemia es una afección en la que se reduce el recuento total de glóbulos rojos en el organismo. Los glóbulos rojos transportan oxígeno por todo el cuerpo. Por lo tanto, esto reduce el suministro de oxígeno en el cuerpo. La anemia puede causar mareos debido a la deficiencia de oxígeno. Tomar pastillas de hierro y alimentos saludables puede revertir esta condición. Dado que la falta de vitamina B12 es también una de las principales causas de la anemia megaloblástica, en la que los glóbulos rojos se deforman, el consumo de alimentos ricos en vitamina B12 también puede ayudar.

Desequilibrio tiroideo

El hipotiroidismo es una afección en la que el cuerpo produce una cantidad insuficiente de tiroides. El oído interno es sensible al flujo y reflujo de esta hormona. Las fluctuaciones en el nivel de esta hormona pueden causar mareos. La pérdida o el aumento de peso y algún tipo de depresión están asociados a esta afección. Consultar a un médico y tomar los medicamentos prescritos junto con una buena nutrición puede ayudar a resolver este problema.

Presión arterial baja

A veces, levantarse demasiado deprisa puede provocarnos una sensación de mareo. Esto ocurre porque la sangre fluye rápidamente hacia las piernas y tarda más en llegar al cerebro. Esto puede provocar un mareo momentáneo. Esto se conoce clínicamente como hipotensión ortostática. Suele ocurrir más en personas altas y delgadas. A veces, incluso cambiar de postura después de estar mucho tiempo de pie o sentado puede producir vértigo. Esto se conoce como hipotensión mediada neuralmente. Si también experimenta mareos después de una comida debido a la hipotensión postprandial, puede correr el riesgo de sufrir tensión arterial baja en general.

Nuestro cuerpo regula muchos nexos complicados de diversas conexiones. De ahí que a veces se produzcan fallos de funcionamiento. Así que no se preocupe si los mareos le ocurren una o dos veces. Pero si son recurrentes, consulta pronto a un médico.