Posibles causas de la endometriosis y factores de riesgo
La endometriosis es uno de los trastornos ginecológicos más frecuentes en el mundo. Cualquier mujer que haya empezado a menstruar puede desarrollar endometriosis, pero es más frecuente entre las mujeres de 30 y 40 años. El tejido que recubre el interior del útero (el endometrio) crece en la cavidad pélvica, como las trompas de Falopio, los ovarios, fuera del útero o la vejiga, los uréteres, el intestino y el recto. Incluso puede crecer en el callejón sin salida entre el recto y el útero. En muy raras ocasiones, el tejido crece fuera de la cavidad pélvica: también en los pulmones, el cerebro, la médula espinal, la rodilla, la nariz y otras partes del cuerpo.
Los parches de endometriosis se denominan lesiones, implantes o nódulos. Los implantes pueden variar en tamaño, color y forma, pero en las primeras fases suelen ser muy pequeños y parecer granos transparentes. Sin embargo, a medida que crecen, pueden convertirse en pequeños nódulos, lesiones planas o quistes denominados endometriomas. Los quistes pueden ser más pequeños que un guisante o más grandes que un pomelo y son incoloros, rojos o marrón muy oscuro. Los quistes suelen formarse en los ovarios y pueden estar llenos de sangre vieja, espesa y de color marrón oscuro.
A pesar de ser un campo de investigación médica muy activo, nadie sabe con certeza (todavía) cuál es la causa de la endometriosis. Se han propuesto varias teorías plausibles, así que veamos algunas de las más aceptadas.
Hormonas como el estrógeno
Está claro que el estrógeno es la hormona que contribuye a la endometriosis. Una exposición prolongada a los estrógenos puede provocar endometriosis, como en los casos de obesidad, ciclos menstruales cortos y menstruación precoz. Los receptores de las células endometriales se unen al estrógeno y a otra hormona importante, la progesterona, que favorecen el crecimiento y engrosamiento del útero. Y cuando estas células se adhieren a partes del cuerpo y órganos fuera del útero, y las funciones hormonales continúan, se producen cicatrices y hemorragias.
Flujo retrógrado de los restos menstruales (menstruación retrógrada)
Una de las teorías más aceptadas sobre por qué se produce la endometriosis es que parte del tejido uterino que se desprende durante la menstruación fluye de vuelta a la zona pélvica o a la cavidad abdominal a través de las trompas de Falopio en lugar de salir por la vagina. Este fenómeno suele denominarse menstruación retrógrada. Sin embargo, la menstruación retrógrada no explica totalmente la endometriosis, ya que casi todas las mujeres experimentan algún nivel de menstruación retrógrada, pero sólo unas pocas padecen endometriosis.
Problemas del sistema inmunitario
Los trastornos del sistema inmunitario general pueden contribuir a la endometriosis.
Es posible que el sistema inmunitario no sea capaz de detectar y destruir el tejido endometrial como debería, y eso permite que los tejidos crezcan fuera del útero. Esto podría explicar por qué las mujeres con endometriosis también tienden a padecer enfermedades autoinmunes como el síndrome de Sjögren y la artritis reumatoide y enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Sin embargo, la conexión aún no está clara y los investigadores todavía no han decidido si la endometriosis debe tratarse como una enfermedad autoinmune.
Por otra parte, el dolor, la infertilidad y los daños causados por la endometriosis podrían deberse a un sistema inmunitario hiperactivo. El organismo puede percibir los implantes endometriales como hostiles y atacarlos. Los macrófagos o glóbulos blancos grandes siempre están elevados en las mujeres con endometriosis. Los macrófagos producen factores muy potentes, como citoquinas y prostaglandinas, que provocan inflamación y daños en células y tejidos.
Razones genéticas o anomalía congénita
Existe una gran posibilidad de que la endometriosis se herede genéticamente, ya que los antecedentes familiares de endometriosis aumentan las probabilidades de padecerla. Los estudios aún están explorando cómo puede transmitirse exactamente la endometriosis de madres a hijas. Algunos investigadores también creen que la endometriosis es una anomalía congénita en la que las células endometriales se desarrollan fuera del útero en un feto femenino. Más adelante, cuando esta niña empieza a menstruar, estas células se convierten en lesiones dolorosas.
Cirugía en el abdomen o la pelvis
En ocasiones, las intervenciones quirúrgicas pueden causar endometriosis. Por ejemplo, si una mujer con endometriosis se somete a una intervención quirúrgica en la zona abdominal o pélvica (incluida una cesárea), podría tener algunos implantes de endometriosis adheridos a la incisión quirúrgica. Eso podría provocar endometriosis en la cicatriz de la cirugía más adelante.
Transformación de células fuera del útero
Los investigadores creen que a veces las células de fuera del útero cambian y se vuelven como las células que recubren el útero. Así es como aparece la endometriosis en lugares inesperados como el pulgar o la rodilla. Pero la ciencia médica aún no sabe por qué ocurre esto.
Movimiento de las células
Otra razón que se atribuye a la endometriosis en otros órganos del cuerpo, como los pulmones, es que las células del revestimiento uterino se desplazan por el sistema linfático o los vasos sanguíneos y se adhieren a estas partes.
Causas inexplicables
Se sabe que la endometriosis también se desarrolla en mujeres después de una histerectomía (es decir, la extirpación del útero) y, hasta ahora, no se ha encontrado ninguna explicación satisfactoria para ello. Otra situación inexplicable es la rara aparición de endometriosis en hombres que han estado expuestos a estrógenos durante tratamientos médicos.
Factores de riesgo de la endometriosis
Como hemos mencionado antes, cualquier mujer que menstrúe puede desarrollar endometriosis. Sin embargo, es más probable que padezca esta enfermedad si:
Antecedentes familiares: Los antecedentes familiares de endometriosis te hacen 6 veces más propensa a padecerla también.
Menstruación precoz: Empezaste a menstruar antes de los 11 años.
Ciclo mensual corto: Tu ciclo menstrual es inferior a 27 días.
Menstruación abundante: Tu menstruación es especialmente abundante y dura más de una semana.
¿Puedo prevenir la endometriosis?
La verdad es que no. No existe un método infalible para prevenir la endometriosis, pero puedes intentar reducir las probabilidades de desarrollarla disminuyendo la cantidad de estrógeno en tu cuerpo. Después de todo, ésta es la hormona responsable del engrosamiento del revestimiento uterino cada mes. Algunas formas de reducir los niveles de estrógeno son:
Utilizar métodos anticonceptivos basados en hormonas: Hable con su obstetra/ginecólogo sobre las píldoras anticonceptivas o los parches que tienen niveles más bajos de estrógeno.
Evitar el exceso de alcohol: Limite el consumo a una bebida al día.
Evitar el exceso de cafeína: Un exceso de café, refrescos o incluso té verde puede elevar los niveles de estrógeno. Limítese a una bebida con cafeína al día.
Hacer ejercicio con regularidad: Haga al menos 4 horas de ejercicio a la semana para regular sus niveles de estrógeno.
Alrededor del 3-10 por ciento de todas las mujeres en edad reproductiva padecen endometriosis en todo el mundo. Pero como alrededor del 11 por ciento de las mujeres que tienen endometriosis no presentan ningún síntoma revelador, el número real de pacientes podría ser considerablemente mayor. Es importante conocer las causas y los factores de riesgo para saber a qué atenerse.