¿Por qué orinas tanto? He aquí 6 posibles razones
Hay personas que pueden pasar una hora entera sin orinar ni una sola gota. Y luego hay quienes tienen que inventar constantemente excusas plausibles para enmascarar la verdadera razón de su desaparición cada 20 minutos, es decir, vaciar la vejiga.
Para el primer grupo de personas, esto puede parecer bastante extraño, incluso hilarante. Aunque orinar demasiado o con demasiada frecuencia puede ser el efecto de algo tan simple como beber demasiada agua, también podría ser un signo de una afección subyacente de la que no eres consciente. Así que, para tu información, aquí tienes las 6 razones más comunes por las que puedes estar sintiendo la necesidad de visitar el retrete tan a menudo.
Bebe demasiado
Esta es una de las razones más obvias y conocidas por todos. Cuanto más bebas, más orinarás.
Se ha dado mucho bombo a la ingesta mínima diaria de líquidos de 2,5 litros, por lo que muchas personas intentan ceñirse a esa cifra. Sin embargo, esto no es realmente necesario, ya que parte de la ingesta de agua procede de los alimentos.
Entonces, ¿cómo saber cuánto beber además del agua que consumes a través de las comidas? Escuchando a tu cuerpo. Su cuerpo le indicará cuándo necesita más agua. Por ejemplo, si tiene sed o está deshidratado, es señal de que debe beber agua inmediatamente. Asegúrese también de beber más agua en los días especialmente calurosos, o en los días en que realice actividades extenuantes. Así podrás compensar el agua que pierdes a través de la transpiración.
También puedes utilizar el color de tu orina para determinar cuánta agua deberías beber realmente. La orina normal debe ser de color amarillo pálido y denota que tu ingesta de agua es la adecuada. Si tu orina es de color amarillo intenso, significa que necesitas beber más, y si es demasiado pálida, casi blanca, significa que necesitas beber menos.
Esto, sin embargo, no se aplica a las personas que tienen cálculos renales, diarrea o una infección urinaria, a las que se aconseja beber grandes cantidades de agua para recuperarse de la infección.
Estás nervioso
La mayoría de nosotros nos sentimos identificados con esas terribles ganas de ir al baño justo antes de una cita especial o de un examen importante. Aunque esté seguro de que su vejiga no está llena y de que realmente no necesita orinar, sigue sintiendo esa presión tan familiar en la zona del bajo vientre. No importa lo que hagas, tu mente se negará a calmarse hasta que al menos intentes orinar.
Esto se debe a que cada vez que tu cuerpo se enfrenta a situaciones estresantes, tu sistema nervioso simpático responde poniéndose en modo «lucha o huida». Esto desencadena un repentino aumento de la adrenalina, la hormona del estrés, en el torrente sanguíneo, que a su vez es responsable de aumentar el flujo de orina. Por lo tanto, orinar cuando estás muy estresado o nervioso es completamente normal y no es algo que deba preocuparte.
Tu vejiga es pequeña
Una vejiga de tamaño medio puede contener hasta 300-400 ml de agua. Esto equivale casi a 2 tazas de té o a una botella pequeña de agua. Por lo tanto, la desesperación por orinar después de unas copas no debería sorprenderte.
Sin embargo, si parece que no puedes controlarte después de una sola copa, probablemente sea señal de que tienes una vejiga de menor tamaño.
Del mismo modo, ciertas afecciones, como el embarazo, también pueden hacer que la vejiga se comprima, disminuyendo así su capacidad de retención y haciendo que tengas más ganas de orinar.
Eres diabético
La necesidad de orinar con frecuencia en cantidades anormalmente grandes suele ser un síntoma precoz asociado tanto a la diabetes de tipo 1 como a la de tipo 2.
Cuando una persona es diabética, significa que hay una acumulación excesiva de azúcar en el torrente sanguíneo. Los riñones se ven entonces obligados a filtrar y absorber este exceso de azúcar. Una vez que los riñones ya no pueden almacenar más azúcar, indican al organismo que tome líquidos de los tejidos vecinos para poder excretar el exceso de azúcar en la orina. Así que, en el proceso de intentar deshacerse de la glucosa no utilizada, el cuerpo sigue presionándole para que haga más pausas para ir al baño.
Por este motivo, la sed excesiva también suele asociarse a la diabetes. Esto se debe a que el cuerpo se deshidrata al eliminar tanto líquido, lo que significa que tendrás sed con más frecuencia. Para calmar la sed, beberás más agua, por lo que orinarás más a menudo.
Entonces, ¿cómo puedes evitar entrar en este molesto ciclo si eres diabético? Los médicos recomiendan beber lo justo para mantener a raya el estreñimiento y la concentración excesiva de orina, pero evitar la ingesta de líquidos antes de acostarse. Así no tendrás que ver perturbado tu sueño por querer visitar el baño constantemente.
Tienes problemas de próstata
Si tienes la próstata agrandada, puede presionar contra la uretra, el conducto que permite el paso de la orina fuera del cuerpo. Naturalmente, esto bloqueará el flujo de orina. Como consecuencia, se ejerce una presión adicional sobre la uretra y la vejiga, disminuyendo su capacidad para retener la orina. Su vejiga empezará a contraerse incluso cuando contenga la menor cantidad de orina, lo que, a su vez, provocará que orine con más frecuencia.
Está tomando diuréticos
Los diuréticos son un tipo de medicamento que se utiliza para tratar enfermedades como la hipertensión. Normalmente, los diuréticos obligan a los riñones a liberar más sodio en la orina. Este sodio absorbe el agua del torrente sanguíneo para ayudar a reducir la cantidad de líquido que fluye por los vasos sanguíneos. De este modo, disminuye la presión sobre las paredes de los vasos sanguíneos, pero también hace que orine con más frecuencia.
Si te han recomendado médicamente que tomes diuréticos con regularidad, seguro que irás al baño con más frecuencia de lo habitual. Así que si esto te preocupa, es posible que quieras consultar a tu médico para ver si hay algún medicamento alternativo que pueda recetarte en su lugar.