Los problemas más comunes de los recién nacidos y cómo solucionarlos

Todas las madres se preocupan por el bienestar de su bebé, especialmente durante los primeros días después del parto. Incluso un ligero cambio observado en sus bebés las perturba. Es bastante normal. Sin embargo, conocer los problemas más comunes de los recién nacidos puede ayudarte a reducir la ansiedad innecesaria. La mayoría de los bebés tienen algunos problemas, que son inofensivos, pero que suponen un reto para las mamás. Sé consciente de ellos y sabe cómo tratarlos.

Ictericia

La coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos es una afección común entre los recién nacidos. Sin embargo, suele ser inofensiva. Se desarrolla entre dos y tres días después del nacimiento. La acumulación de bilirrubina en la sangre provoca la ictericia. Como el hígado de los recién nacidos no está completamente desarrollado, la eliminación del exceso de bilirrubina puede no ser eficaz, lo que provoca la ictericia.

En los casos normales, mejora cuando el bebé tiene unas dos semanas. Sin embargo, es necesario consultar al pediatra para asegurarse de que el bebé no necesita tratamiento. Es importante acudir al médico si los síntomas empeoran. La fototerapia y la exanguinotransfusión son los tratamientos para reducir rápidamente los niveles de bilirrubina de tu bebé.

Lactancia materna

Sí, la lactancia materna es una forma natural de alimentar a tu bebé. Pero eso no significa que no sea un reto. A las madres primerizas les resulta difícil dar el pecho, sobre todo en los primeros días. Un mal agarre, una baja producción de leche y una posición inadecuada para amamantar son preocupaciones habituales de las madres.

No dudes en pedir ayuda a una asesora de lactancia si tienes dificultades para conseguir un buen agarre. La boca de tu pequeño debe estar bien abierta para conseguir un buen agarre. Asegúrate de que tu bebé se alimenta de la mayor parte de la areola y del pezón. A las madres les preocupa si su bebé recibe suficiente leche o no. Comprobando el peso y el crecimiento de tu bebé, puedes asegurarte de que recibe suficiente leche. No te preocupes, se necesita tiempo para adaptarse a la lactancia.

Problemas de sueño

Las nuevas mamás esperan que las noches de insomnio formen parte de su maternidad. Pero, incluso cuando las esperas, no puede ser muy duro cuando la realidad te golpea. Tu pequeño se levanta mucho por la noche y, en consecuencia, te faltará el sueño.

No es práctico establecer una pauta de siesta durante los primeros días después del parto. La mayoría de los recién nacidos duermen de dos a cuatro horas seguidas, de día y de noche. Y necesitan alimentarse con frecuencia. Las mamás pueden dormir siempre que sus bebés duerman y deben estar despiertas siempre que los bebés estén listos para alimentarse. Pues bien, ¡es más fácil decirlo que hacerlo! Hay que tener en cuenta que los primeros días puede resultar difícil. Hacia los 3-4 meses, los bebés empiezan a seguir un patrón de sueño diurno más predecible.

Cólicos

Un llanto incómodo es algo que preocupa a la mayoría de las mamás. Se considera que el bebé tiene cólicos si llora más de tres horas seguidas durante tres o más días a la semana. Suelen ser más molestos por las tardes. De hecho, se considera que uno de cada cinco bebés tiene cólicos.

Los cólicos no están causados por ningún problema médico. Los bebés con cólicos son sanos. El hambre, la sobrealimentación o el dolor por los gases pueden ser posibles causas de los cólicos. Si das el pecho al bebé, algunos alimentos que comes pueden irritarlo. La cafeína, el chocolate, los productos lácteos o los frutos secos pueden actuar como desencadenantes. Asegúrate de que tu dieta no tiene un efecto negativo en tu bebé. Sin embargo, los cólicos se resuelven cuando el bebé alcanza los tres meses de edad.

Vómitos

Es habitual que los bebés vomiten en los primeros días. Los bebés suelen escupir la leche después de las tomas. Los problemas de alimentación son una de las principales causas de los vómitos. La sobrealimentación puede provocar vómitos. Si no se hace eructar al bebé, también pueden producirse vómitos.

Tu bebé no necesita ningún tratamiento para curar los vómitos. Por lo general, desaparecen en un día. Sin embargo, asegúrate de que se mantenga hidratado. Sin embargo, si los vómitos van acompañados de otros síntomas como fiebre, deshidratación o rechazo de la lactancia, debes consultar a tu médico. En caso de que tu hijo no gane el peso adecuado, puede necesitar atención médica. Además, recuerda que los vómitos fuertes o en proyectil no son una buena señal. Debes llamar al médico de tu bebé sin demora.