Los mejores remedios caseros para tratar la vaginosis bacteriana
La vagina es un ecosistema complejo, en el que las bacterias buenas se enfrentan constantemente a las malas, y normalmente ganan. Pero a veces, este delicado equilibrio vaginal se rompe cuando las bacterias malas superan a las buenas. El resultado es la vaginosis bacteriana. Esta afección, que afecta a muchas mujeres, suele provocar un flujo vaginal anormal que puede ser de color gris o blanco, acuoso y poco denso. También puede percibirse un fuerte olor a pescado, especialmente después de las relaciones sexuales o durante la menstruación. Sin embargo, entre el 50 y el 75% de las mujeres no experimentan ningún síntoma.
El tratamiento típico de la vaginosis bacteriana incluye medicamentos antibióticos o antibióticos tópicos. Pero hay varios remedios naturales que también pueden ayudar a vencer la infección. Esto es lo que deberías probar:
Prueba el ajo
El ajo es conocido por sus poderes antimicrobianos y puede librar a tu vagina de esa infección bacteriana. En concreto, un compuesto sulfúrico conocido como alleína presente en el ajo tiene potentes propiedades antibacterianas. De hecho, según un estudio, los comprimidos de ajo y el metronidazol, que se utiliza convencionalmente para tratar la vaginosis bacteriana, tienen una eficacia comparable.
Cómo utilizarlo: Añade ajo fresco a tu dieta. También puedes utilizar el ajo como supositorio para tratar las infecciones vaginales. Envuelve un diente de ajo pelado en una gasa e introdúcelo en la vagina durante la noche para combatir las bacterias malas. Retíralo por la mañana y repite la operación durante unos días.
Enjuágate con aceite de árbol de té diluido
El aceite del árbol del té es el aceite esencial que se obtiene de la planta Melaleuca alternifolia. Y este potente antimicrobiano se ha utilizado durante mucho tiempo para tratar las infecciones bacterianas. ¿Cómo funciona? Los compuestos bioactivos como el alfa-terpineno, el terpinen-4-ol, el gamma-terpineno y el alfa-terpineol le confieren propiedades antibacterianas, así como antifúngicas y antiprotozoarias.
Modo de empleo: Aclare su vagina con aceite de árbol de té diluido. Para preparar las duchas vaginales, mezcla una concentración del 0,4 por ciento del aceite esencial en un litro de agua. También puedes preparar un supositorio de aceite de árbol de té empapando un tampón en una solución de aceite de árbol de té al 40 por ciento. Ten cuidado de no dejarlo durante más de 24 horas.
Utiliza el ácido bórico
El ácido bórico es otro compuesto que puede eliminar las bacterias dañinas. Se puede utilizar una cápsula de bórico como supositorio para tratar la vaginosis bacteriana recurrente. Sin embargo, este remedio no se recomienda durante el embarazo. Además, hay que tener en cuenta que puede ser tóxico si se toma internamente y tampoco debe usarse en heridas abiertas.
Modo de empleo: Utiliza una cápsula de gelatina con unos 600 mg de ácido bórico en polvo como supositorio durante 2 semanas. Puede introducir la cápsula antes de acostarse y retirarla por la mañana. Seguir utilizando un supositorio de ácido bórico un par de veces a la semana incluso después de que la infección desaparezca puede funcionar como medida preventiva.
Prueba el yogur
Las bacterias beneficiosas, como el Lactobacillus, que se encuentran en el yogur, pueden crear un entorno hostil para los organismos nocivos de la vagina. Los supositorios de Lactobacillus acidophilus pueden ayudar a tratar la vaginosis bacteriana, mientras que las cápsulas vaginales de Lactobacillus rhamnosus y Lactobacillus gasseri pueden mantenerte libre de infecciones durante más tiempo.
No obstante, hay que mencionar que el uso del yogur todavía no está totalmente establecido: según algunos investigadores, el lactobacilo lácteo que se encuentra en el yogur no puede ayudar a tratar la vaginosis bacteriana porque esta cepa láctea no se encuentra normalmente en la vagina. Obviamente, es necesario realizar más investigaciones, pero no está de más probar este remedio natural para ver si te funciona.
Cómo utilizarlo: Aplica yogur en tu vagina, deja que se seque y aclara con agua corriente. Hazlo dos veces al día durante una semana. Además, recuerda que añadir yogur a tu dieta puede aumentar tu cociente probiótico y ayudar a prevenir las infecciones vaginales.
Utiliza peróxido de hidrógeno
Cuando tienes vaginosis bacteriana, las bacterias normales productoras de peróxido de hidrógeno en tu vagina son reemplazadas por un gran número de bacterias anaeróbicas. Por eso, el peróxido de hidrógeno puede ayudarte a combatir esta afección. Un estudio descubrió que lavar la vagina con una solución diluida de peróxido de hidrógeno eliminaba eficazmente los síntomas de la vaginosis bacteriana. De hecho, su eficacia fue comparable a la del metronidazol o la clindamicina, medicamentos utilizados convencionalmente para tratar esta enfermedad. Además, el peróxido de hidrógeno ayudó a restablecer la flora bacteriana normal en la vagina.
Cómo utilizarlo: Lavar la vagina una vez al día con 30 ml de solución de peróxido de hidrógeno al 3 por ciento durante una semana.
Comprueba el sello de oro
El sello de oro es una hierba que se ha utilizado tradicionalmente para tratar la vaginosis bacteriana. El rizoma y la raíz seca de esta hierba se suelen utilizar para ello. Su eficacia en la lucha contra la vaginosis bacteriana se ha atribuido al alcaloide berberina, que tiene propiedades antibacterianas beneficiosas.
Modo de empleo: Mezcla de 1 a 2 cucharadas de esta hierba en medio litro de agua. Utilízala para limpiar tu vagina dos veces al día.
Reduzca el riesgo de vaginosis bacteriana con algunas prácticas cotidianas
Las razones exactas de la vaginosis bacteriana siguen siendo un misterio médico, por lo que no es posible prevenirla por completo. Sin embargo, hay algunas medidas cotidianas sencillas que puedes adoptar para reducir el riesgo de contraer esta infección. Reducir o evitar por completo los productos femeninos como sprays, jabones y toallitas que alteran el equilibrio vaginal. Utilizar sólo agua tibia para limpiar el exterior de la vagina, limpiarse de adelante hacia atrás después de ir al baño y usar ropa interior de algodón o forrada de algodón puede ayudar a proteger las bacterias buenas de la vagina y mantenerte libre de infecciones. La vaginosis bacteriana puede propagarse a través de las relaciones sexuales. Por ello, el uso de preservativos o barreras dentales cuando se mantienen relaciones sexuales puede tener un efecto protector. Mantener una relación monógama con una pareja que te sea fiel también puede reducir el riesgo.
Ten cuidado si estás embarazada
La vaginosis bacteriana es común durante el embarazo gracias a los cambios hormonales. Estadísticamente, 1 de cada 4 mujeres embarazadas tiende a contraer vaginosis bacteriana. Si estás embarazada y experimentas cualquier síntoma que indique vaginosis bacteriana, consulta a tu médico antes de automedicarte. La vaginosis bacteriana puede aumentar las posibilidades de que surjan complicaciones, como un bebé de bajo peso, un parto prematuro o incluso un aborto espontáneo, por lo que debe tratarse lo antes posible.