Los antiinflamatorios pueden hacer más mal que bien

Es posible que haya oído el término inflamación en muchos contextos. La mayoría de las veces se ve como algo que hay que detener. Y suele relacionarse con cambios en el estilo de vida y la dieta. Es un proceso que está estrechamente relacionado con enfermedades como la diabetes y el cáncer. Antes de hablar de los antiinflamatorios, entendamos por qué se recetan.

¿Qué es la inflamación y por qué debemos detenerla?

Nuestro sistema inmunitario está diseñado para impedir que los invasores entren en nuestro organismo y lo dañen. Esto provoca un proceso llamado inflamación. Puedes verlo en acción cuando tienes una infección de garganta y ésta empieza a hincharse y a dolerte. Es el cuerpo intentando deshacerse de la infección invasora. La inflamación es excelente para las defensas de nuestro organismo, pero el problema surge cuando se produce en exceso. Es entonces cuando puede provocar problemas como cáncer, diabetes y Alzheimer.

Nuestro cuerpo necesita corticosteroides para ayudar a prevenir la inflamación. Pero, ahora los expertos médicos han formulado una versión artificial de estas hormonas para ayudar a prevenir la inflamación. En su mayoría, están disponibles en forma de comprimidos orales. Algunos ejemplos son la prednisona, la cortisona y la hidrocortisona. Aunque son eficaces, muchos se quejan de extraños efectos secundarios que se vuelven graves en raras ocasiones. En algunos casos, pueden ser mortales.

Riesgos de los corticosteroides orales

Se han notificado los siguientes efectos secundarios en quienes toman corticosteroides orales.

Aumento de la presión ocular (glaucoma).
Retención de líquidos, que a menudo provoca hinchazón en la parte inferior de las piernas.
Hipertensión.
Problemas de humor, memoria, comportamiento y otros efectos psicológicos.
Aumento de peso, con depósitos de grasa en el abdomen, la cara y la nuca.

Otros efectos más graves son la muerte del tejido óseo, lo que significa que el flujo sanguíneo al hueso acaba por detenerse. Es lo que se denomina necrosis avascular. Esto puede provocar el colapso del hueso. Otro efecto secundario grave pero poco frecuente es contraer el virus de la varicela zoster, que causa un tipo de herpes en los seres humanos. En algunos casos, puede ser mortal.

Estos medicamentos afectan negativamente a nuestra inmunidad en un intento de disminuir la inflamación. Esto nos hace vulnerables a las infecciones. Los estudios demuestran que los enfermos de asma bronquial que recibieron corticosteroides orales mostraron una inmunidad suprimida. Esto les hizo más susceptibles a las infecciones bacterianas y víricas.

Cómo reducir el riesgo de los corticosteroides

Reduzca la dosis

Pregunte a su médico si podría tomar estos fármacos de forma intermitente a la dosis más baja posible. Por ejemplo, tómelos en días alternos en lugar de a diario.

Cambie a formas no orales

Utilizar un método como la inhalación para el asma, asegura que la medicación llegue directamente a sus pulmones en lugar de afectar a otras partes del cuerpo en el proceso.

Tome decisiones saludables

Para minimizar los efectos secundarios, intenta comer sano y realizar una buena cantidad de actividad física para mantener un peso saludable y fortalecer tus músculos y huesos.

Alimentos que provocan inflamación

Hidratos de carbono simples

Se ha demostrado que los carbohidratos como el pan blanco y la bollería causan inflamación. Aunque esto sin duda tendrá beneficios para la salud, algunos recomiendan eliminar el gluten por completo. La lógica es que usted puede ser sensible al gluten sin darse cuenta, razón por la cual su cuerpo experimenta inflamación.

Alimentos fritos

La mayoría de los alimentos fritos aumentan la actividad de los radicales libres en el organismo. Los radicales libres son sustancias que causan y favorecen la inflamación.

Azúcar

Se sabe que el azúcar aumenta la inflamación. Así que asegúrate de eliminar los refrescos, las bebidas azucaradas, así como los aperitivos procesados con azúcar. El azúcar puede ser difícil de evitar, así que asegúrate de reconocerlo en todas sus formas, especialmente en las etiquetas de los alimentos que te dan información nutricional. La mayoría de las palabras que terminan en «-osa», como fructosa, dextrosa, maltosa, etc., son alguna forma de azúcar. Mantente alejado de ellos.

Otros alimentos son la carne roja, la carne procesada y productos como la manteca de cerdo, la margarina y la manteca vegetal. Se trata principalmente de grasas saturadas que contribuyen directamente al aumento de peso. El aumento de peso es un factor importante que promueve la inflamación. Y la inflamación está directamente relacionada con el desarrollo de enfermedades como la diabetes, el cáncer y las cardiopatías.

Alimentos que reducen la inflamación

He aquí algunos buenos ejemplos que puedes añadir a tu dieta para reducir la inflamación.

Tomates.
Aceite de oliva.
Verduras de hoja verde, como las espinacas, la col rizada y las berzas.
Frutos secos como las almendras y las nueces.
Pescados grasos como el salmón, la caballa, el atún y las sardinas.
Frutas como fresas, arándanos, cerezas y naranjas.

Si le recetan corticoesteroides para cualquier enfermedad, hable con su médico sobre los riesgos que conllevan y vea si puede buscar alternativas mientras intenta hacer cambios importantes en su estilo de vida y su dieta.