Los aceites esenciales pueden ayudar a mantener a raya el cáncer de piel
Los aceites esenciales han sido utilizados por muchas culturas de todo el mundo desde hace muchos siglos. Han formado parte de ceremonias religiosas, métodos curativos tradicionales e incluso terapias aromáticas personales. Aunque no se sabe en qué momento de la historia comenzó el uso de los aceites esenciales, ciertos registros de civilizaciones antiguas de la India, China, Egipto, Grecia y la gran Europa señalan que los aceites esenciales se utilizaban en aquellos tiempos para curar milagrosamente a las personas y promover la buena salud y el bienestar.
¿Qué son los aceites esenciales?
Los aceites esenciales son sustancias de origen vegetal y son extractos puros de plantas que contienen un aroma casi 70 a 100 veces más concentrado que sus respectivas plantas madre. Los aceites esenciales puros se obtienen únicamente de plantas extrayéndolas cuidadosamente con la ayuda de procesos como la destilación y el prensado en frío. Sin embargo, muchos aceites esenciales comerciales pueden contener sustancias químicas, ya que suelen elaborarse en laboratorio. Estos aceites especiales se obtienen de diversas partes de las plantas, como la raíz, las hojas, la corteza, las flores, los frutos, las bayas e incluso la hierba. La forma más pura de los aceites esenciales tiene maravillosas propiedades terapéuticas y la capacidad de tratar muchas enfermedades simples y complejas.
Las investigaciones han demostrado que ciertos aceites esenciales pueden incluso curar algunos tipos de cáncer, que a menudo se consideran las enfermedades más mortales. Siga leyendo para descubrir qué aceites esenciales pueden prevenir el cáncer, concretamente el de piel, y beneficiar increíblemente a la humanidad.
Aceite de incienso
El incienso también se conoce como Olibanum y se obtiene de los árboles Boswellia conocidos como Boswellia Sacra y Boswellia Carteri. El incienso es la savia lechosa extraída de la corteza de estos árboles, que se endurece en una resina de goma y su aceite se produce por destilación al vapor del incienso.
El aceite de incienso cura muchas afecciones de la piel. Sin embargo, varios estudios médicos también han demostrado que este aceite esencial puede combatir las posibilidades de ciertos tipos de cáncer, como el de mama, el de vejiga e incluso el de piel. Esto se debe a la presencia de 17 agentes activos que se encuentran en la mayoría de los tipos de incienso. Este aceite esencial tiene el potencial de reducir los síntomas del cáncer de piel de forma natural.
Aceite de sándalo
El sándalo es un árbol de hoja perenne originario de la India que puede tardar entre treinta y sesenta años en madurar completamente. El aceite esencial de sándalo se extrae por el método de destilación de la madera que se encuentra en el centro del tronco del árbol.
El aceite de sándalo es antiinflamatorio por naturaleza y se sabe que alivia a las personas de inflamaciones leves como la irritación de las lentes de contacto, las picaduras de insectos y otras afecciones cutáneas leves. Sin embargo, en 2017 se publicó un estudio en el European Journal of Cancer Prevention que demostró que el sándalo está lleno de propiedades quimioprotectoras y puede prevenir eficazmente el cáncer de piel. El estudio encontró que el aceite de sándalo tenía la capacidad de disminuir la frecuencia del papiloma hasta en un 67 por ciento, lo que reduce en gran medida las posibilidades de ser atacado por el cáncer de piel.
Aceite de mirra
Extraído por el proceso de destilación al vapor de la resina del árbol Commiphora Myrrha, el aceite esencial de mirra era utilizado por las antiguas civilizaciones de Egipto y China. Sin embargo, lo más sorprendente es que también se ha descubierto que el aceite esencial de mirra inhibe el crecimiento de ciertas células cancerosas.
Cómo hacer en casa una crema para la piel con aceites esenciales
Pruebe esta receta para elaborar en casa su propio producto para el cuidado de la piel y aliviarla utilizando aceites esenciales.
Ingredientes:
20 gotas del aceite esencial que elijas
Media taza de manteca de cacao
Un cuarto de taza de aceite de coco
2 cucharadas de aceite de argán o de jojoba
2 cucharadas de aceite de oliva o de almendras dulces
Método:
Coge un bol y derrite la manteca de cacao. Una vez derretida, añádele el aceite de coco, el aceite de jojoba, el aceite de almendras y el aceite esencial que hayas elegido.
Mézclalos bien y mete el bol en la nevera hasta que empiece a endurecerse. Cuando se haya enfriado, bátelo con una batidora de mano o eléctrica.
Raspa los restos de las paredes del bol con la ayuda de una espátula y sigue batiendo. Repite el proceso hasta que la nata alcance su mejor consistencia. Guárdala en un tarro de cristal y tenla a mano.
Consejo: Puedes guardar la nata en el frigorífico durante los calurosos y húmedos meses de verano. Además, ten en cuenta que sólo debes comprar el aceite esencial puro y ecológico que elijas.