Lo que tu vagina intenta decirte sobre su salud

La vagina, como cualquier otra parte del cuerpo, necesita cuidados regulares, higiene y atención. Desgraciadamente, muchas mujeres se avergüenzan demasiado de buscar ayuda cuando se trata de su salud sexual. Independientemente del nivel de actividad sexual, todas las mujeres deberían someterse a revisiones periódicas con un ginecólogo. Para empezar, aquí tienes algunos signos que te indican que tu vagina no se encuentra bien.

Cuando empieza a picar

El picor puede ser un signo de infección o de una enfermedad de transmisión sexual. La causa más probable es una infección por hongos, que puede deberse a la toma de antibióticos, a un pH desequilibrado, al uso de ropa interior o prendas ajustadas no transpirables, a las duchas vaginales o a una dieta poco saludable demasiado rica en azúcares. También puede producir picor debido a un exceso de sequedad. Bebe suficiente agua para hidratarte y favorecer la lubricación.

Cuando hay un olor extraño

La mayoría de las vaginas no huelen como un lecho de rosas, pero tampoco deberían oler demasiado mal. Las vaginas normales tienen un olor rancio, terroso y acre. Si experimentas un olor desagradable, vagamente a pescado, junto con más flujo de lo habitual, es posible que tengas una infección bacteriana.

Cuando nota un flujo descolorido

Es completamente normal que de vez en cuando se produzca algún flujo claro, sobre todo antes y después de la menstruación. Sin embargo, es importante prestar atención al color, la regularidad, la cantidad y la textura del flujo. Los colores anormales como el amarillo, el verde, el gris, el blanco o el marrón son motivo de preocupación. Si alguno de estos colores va acompañado de un flujo con una textura parecida al requesón, es hora de visitar al médico.

Sangrado anormal

Cualquier tipo de manchado o sangrado entre dos menstruaciones merece una revisión. Es habitual que las mujeres presenten hemorragias después de la primera relación sexual, pero si esto ocurre con regularidad, asegúrate de acudir al médico, ya que puede ser un síntoma de cáncer de cuello de útero. Las hemorragias abundantes e inusuales también son motivo de preocupación.

Relaciones sexuales dolorosas

Las relaciones sexuales dolorosas pueden deberse a varias causas. Puede deberse a infecciones, una infección urinaria, infecciones cutáneas, irritación, etc. También puede ser un signo de alguna enfermedad subyacente como la endometriosis, una enfermedad en la que el revestimiento o tejido uterino se forma fuera de la pared uterina. Puede llegar a ser grave si no se trata.

Cuando se siente muy seca

La mayoría de las mujeres se quejan de sequedad después de la menopausia, cuando disminuyen sus niveles de estrógeno. En algunos casos, la piel de los labios puede descamarse y picar. Esto puede incluso causar molestias durante el coito. Su médico le ayudará a encontrar una solución que alivie la irritación y haga menos incómodo el coito.

Cuando aparezcan lesiones cutáneas

Esté atenta a la aparición de llagas o protuberancias inusuales en la piel que rodea los labios y el orificio vaginal. Pueden ser signos de una ETS no tratada. En cualquier caso, pide cita con tu médico inmediatamente.

Cuando tienes ardor al orinar

Tener sensación de ardor al orinar es el síntoma más frecuente de una infección urinaria. Una ITU puede contraerse fácilmente y se trata con la misma facilidad. Es posible que tu médico te recete antibióticos para combatir la infección. Mientras tanto, bebe mucha agua para ayudar a eliminar las bacterias de tu organismo.

Cómo mantener la vagina sana y saludable

La vagina tiene un delicado equilibrio de pH que la ayuda a mantenerse limpia. El flujo está pensado para eliminar las bacterias dañinas. Sin embargo, algunas cosas que hacemos pueden alterar este equilibrio y provocar algunos de los síntomas que acabamos de enumerar. La buena noticia con respecto a la mayoría de estos signos o síntomas es que casi siempre se pueden prevenir. Aquí tienes algunas cosas sencillas que puedes hacer para mantener sana tu vagina.

No utilices duchas vaginales, lavados vaginales ni jabones fuertes alrededor del orificio vaginal. Pueden eliminar las bacterias beneficiosas que mantienen sana la vagina. Si necesitas utilizar un jabón, hazlo cerca de los labios exteriores.

Sigue una dieta sana con menos azúcar, ya que el exceso de azúcar en la dieta puede provocar infecciones recurrentes por hongos.

Orina siempre justo después de mantener relaciones sexuales. Cuando utilices papel higiénico, límpiate siempre de delante hacia atrás para evitar la propagación de bacterias fecales al canal vaginal. Estas prácticas reducen la probabilidad de contraer una ITU.

Utiliza un espejo sentada para ver si hay alguna anomalía en la piel. Cuanto más familiarizada estés con tu vulva, más fácil te resultará detectar cualquier cosa fuera de lo normal.

A partir de los 20 años, se recomienda que todas las mujeres se sometan a una revisión anual con un ginecólogo específica para su salud sexual, independientemente de su actividad sexual.

No tengas miedo de mantener conversaciones abiertas con tu médico sobre la salud vaginal. Al fin y al cabo, para eso están. Ahora que ya sabes qué debes tener en cuenta, estás preparada y armada con la información necesaria para cuidar de tu salud sexual de forma responsable.