Las principales razones por las que sangras después del coito
Sangrar después del sexo o del coito puede ser realmente desconcertante cuando no es durante el periodo menstrual. En las mujeres menopáusicas, el sangrado puede deberse a la sequedad de las paredes vaginales y es un fenómeno bastante común, pero el sangrado en mujeres más jóvenes puede apuntar a otras afecciones. Alrededor del 9% de todas las mujeres sufrirán hemorragias postcoitales alguna vez en su vida. A veces, la razón puede ser tan simple como la falta de lubricación, y otras veces, podría ser un signo de algo más serio. En cualquier caso, una visita al ginecólogo puede ahorrarte la preocupación constante, así que pide cita para obtener una opinión médica confirmada. A continuación se exponen algunas razones por las que es posible que tengas hemorragia postcoital.
Infecciones de transmisión sexual
Las infecciones de transmisión sexual como la gonorrea y la clamidia pueden provocar hemorragias vaginales. Se trata de infecciones de transmisión sexual comunes que atacan las células del cuello uterino y provocan síntomas como flujo vaginal, dolor pélvico, ardor y picor, además de sangrado durante las relaciones sexuales. Otra infección de transmisión sexual, la tricomoniasis, también provoca sangrado después de las relaciones sexuales, además de flujo y picor. Todas estas infecciones se tratan con antibióticos, pero si no se tratan pueden provocar infertilidad.
Vaginitis
La vaginitis es un problema bastante común en mujeres de todas las edades. Las paredes de la vagina se inflaman por una alteración de los niveles de pH debida a un irritante, y puede ser infecciosa o no infecciosa. Los productos químicos de cremas y sprays, la ropa, las bacterias, las levaduras y los virus son la mayoría de los culpables de la irritación de las zonas vaginales. La mayoría de los tipos de vaginitis pueden tratarse con antibióticos orales, aunque algunos pueden requerir vacunas y agentes externos como bálsamos o cremas para controlar los síntomas.
Cervicitis
La cervicitis es la inflamación del cuello uterino, que es el extremo inferior del útero que se abre en la vagina. Al igual que la vaginitis, puede ser un problema común entre las mujeres, y está causada por factores como infecciones, irritación química o física, o alergias. Junto con el sangrado tras las relaciones sexuales, otros síntomas son flujo vaginal grisáceo, dolor durante las relaciones sexuales y micción difícil, dolorosa o frecuente. El tratamiento incluye antibióticos, antifúngicos y antivirales.
Cáncer de cuello uterino
El cáncer de cuello de útero es el segundo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, pero también uno de los más prevenibles. El diagnóstico suele realizarse mediante una citología vaginal seguida de un cribado de cáncer de cuello de útero. El sangrado irregular y anormal se presenta no sólo después de mantener relaciones sexuales, sino también entre ciclos menstruales, después de un examen pélvico y después de utilizar anticonceptivos. Junto con esto, puede presentar dolor en la zona pélvica, aumento de la frecuencia y dolor al orinar, y flujo abundante que puede ser espeso y con mal olor. El cáncer es un diagnóstico grave, por lo que es importante obtener una opinión médica antes de autodiagnosticarse.
Enfermedad inflamatoria pélvica
La enfermedad inflamatoria pélvica es la infección de los órganos reproductores de la mujer, incluidos el útero, las trompas de Falopio, los ovarios y el cuello uterino. Infecciones como la gonorrea y la clamidia pueden propagarse a los órganos reproductores si no se tratan. La Enfermedad Inflamatoria Pélvica puede no presentar síntomas al principio, pero a medida que la infección avanza, puede aparecer dolor en el bajo vientre, flujo abundante con olor desagradable, hemorragias entre menstruaciones, fiebre y escalofríos, y dolor al orinar o dificultad para orinar. La enfermedad inflamatoria pélvica debe tratarse de inmediato, ya que puede poner en peligro la vida si no se controla.
Endometriosis
La endometriosis es una enfermedad que puede ser extremadamente dolorosa. El tejido endometrial normal crece dentro del útero, se rompe y se desangra, pero en la endometriosis, el tejido crece fuera del útero. Esto significa que el tejido se rompe y sangra, pero no tiene adónde ir. Debido a ello, pueden formarse quistes que, a su vez, pueden provocar adherencias tisulares y cicatrices alrededor del útero, e incluso hacer que los órganos se adhieran entre sí. La endometriosis también puede provocar hemorragias después de mantener relaciones sexuales. Afortunadamente, existe tratamiento, que puede ir desde medicación oral hasta cirugía.