Las lesiones más comunes que se producen al caminar y correr

Tanto caminar como correr proporcionan beneficios similares para la salud, como mejorar la forma física, aumentar la resistencia, promover el bienestar emocional y mejorar la inmunidad. Sin embargo, correr tiene la ventaja de quemar calorías a mayor velocidad que caminar. Aunque ambas se consideran formas seguras de ejercicio, existen lesiones potenciales que, si se ignoran, pueden causar complicaciones graves. A continuación se enumeran las lesiones más comunes al correr y caminar.

Fascitis plantar

La fascia plantar es un tejido fibroso grueso que actúa como amortiguador y sostiene el arco del pie. El sobreesfuerzo de este tejido al caminar, correr o utilizar un calzado inadecuado (durante cualquier tipo de actividad física) provoca fascitis plantar.

Sentir un dolor intenso en los pies al dar los primeros pasos por la mañana es uno de los síntomas destacados.

Tendinopatía de Aquiles

Tendinopatía del tendón de Aquiles es un término combinado que se utiliza para la tendinitis del tendón de Aquiles y la tendinosis del tendón de Aquiles. Mientras que la tendinitis de Aquiles es la inflamación del tendón de Aquiles que conecta la pantorrilla y el hueso del talón, la tendinosis de Aquiles es un pequeño desgarro dentro y alrededor del tendón. Se produce principalmente debido al uso excesivo de los tobillos o a un aumento repentino de la intensidad o duración del entrenamiento.

El dolor y la hinchazón en el tobillo son los principales síntomas, además de la inflexibilidad y el debilitamiento de los tobillos. El dolor sigue siendo de moderado a leve y sólo se manifiesta al caminar y correr.

Dolores en las espinillas

El dolor que se siente en la parte delantera e interna de la parte inferior de la pierna, en el hueso de la espinilla, se denomina dolor de espinilla. Suele aparecer al cambiar la superficie sobre la que caminas o corres. También se produce si aumenta la duración de la actividad física.

Rodilla de corredor

A diferencia del nombre, cualquier persona y no sólo un corredor es propensa a padecer rodilla de corredor. Es la afección en la que se siente un fuerte dolor en el interior de la rodilla, como consecuencia de su uso excesivo. El dolor suele aparecer si la rótula está desalineada. El uso excesivo y persistente provoca además el desgaste de la rótula, lo que causa dolor.

Síndrome de la banda iliotibial (síndrome ITB)

La banda iliotibial es un tejido fibroso grueso que recorre la cara lateral de la pierna desde la cadera hasta la rodilla. El uso excesivo de este tejido produce irritación e inflamación, lo que provoca dolor. Un calzado mal ajustado y un aumento repentino de la inclinación o del kilometraje son las causas principales.

El dolor en la rodilla al principio o al final de caminar o correr es el síntoma común. Los síntomas también son prominentes cuando uno está tomando un camino cuesta arriba, inclinaciones o escaleras.

Tirón muscular

No sólo al caminar o correr, un tirón muscular puede producirse incluso cuando uno se estira demasiado para agarrar algo que está fuera de su alcance. Ocurre cuando los pequeños músculos sufren un pequeño desgarro que provoca una distensión. Suele producirse un chasquido. Las zonas más afectadas son los gemelos, la ingle, los isquiotibiales y los cuádriceps.

Fractura por sobrecarga

Una pequeña fisura en el hueso al trabajar demasiado antes de acostumbrarse a un nuevo terreno o actividad se denomina fractura de estrés. Provoca molestias y dolor. El dolor suele aumentar si se continúa con la actividad física sin tomar el descanso adecuado.

Dolor lumbar

Correr puede afectar a la postura si no se hace bajo la orientación y el terreno adecuados. Esto provoca dolor lumbar, que puede extenderse por las piernas. El dolor varía de leve a severo.

Ser consciente del equilibrio y la mecánica de tu cuerpo te ayuda a solucionar la mayoría de estos problemas. Conocer los límites de flexibilidad y elasticidad de tus músculos es importante para evitar cualquier rotura muscular o de ligamentos. Además, si estás pensando en aumentar la intensidad y la duración de la carrera o la marcha, hacerlo gradualmente ahorra a tus músculos un esfuerzo extra e impulsivo.