Las causas de los olvidos durante el embarazo y sus soluciones
Cerebro de bebé o cerebro materno. Momnesia. Aunque estos términos suenen extravagantes y un poco graciosos, para muchas mujeres embarazadas (y también para muchas madres primerizas) que experimentan una desconcertante pérdida de memoria durante el embarazo y después del parto, se trata de una experiencia realmente frustrante y preocupante. Así pues, ¿el olvido durante el embarazo es un hecho o se trata de una especie de ruleta rusa que algunos experimentan aleatoriamente? El fenómeno suscita muchas más preguntas. ¿Por qué se producen? ¿Y qué se puede hacer para afrontarlo?
¿Existe el «cerebro de bebé»?
Aunque hay muchas pruebas anecdóticas, la ciencia médica sigue tratando de descifrar el fenómeno de los olvidos relacionados con el embarazo. Todo empezó con unos estudios realizados en la década de 1960 que informaban de la escasa memoria reciente, la distracción y la falta de concentración de las mujeres embarazadas. Posteriormente se realizaron varios estudios. En uno de ellos, dos tercios de las participantes declararon haber experimentado uno o más de los siguientes síntomas: pérdida de memoria a corto plazo, falta de memoria e incapacidad para concentrarse. Curiosamente, las mujeres que estaban casadas o tenían pareja, que eran mayores o tenían un buen nivel educativo declararon más de estos cambios. En otro estudio de investigación realizado, la mayoría de las mujeres embarazadas voluntarias declararon que su memoria se veía afectada. Un estudio investigó la pérdida de memoria relacionada con el embarazo entre 3 grupos de mujeres: las que estaban embarazadas por primera vez, las madres primerizas y un tercer grupo que nunca había estado embarazada. Algunas de sus conclusiones fueron las siguientes:
- Las mujeres embarazadas presentaban cierto grado de pérdida de memoria.
- Varias de las mujeres del segundo grupo continuaron experimentando olvidos en los meses posteriores al parto.
- Las mujeres de los dos primeros grupos obtuvieron puntuaciones considerablemente más bajas en pruebas de memoria a corto plazo.
Este último hallazgo lo corrobora otro estudio reciente que analizó 17 años de investigación sobre el tema. Este estudio concluyó que no todos los aspectos de la memoria se veían afectados por el embarazo. Más bien, el análisis indicaba que las mujeres embarazadas solían experimentar olvidos cuando las tareas implicadas eran difíciles o relativamente desconocidas (por ejemplo, olvidar un número de teléfono memorizado recientemente).
Causas probables de los olvidos durante el embarazo
Los episodios de pérdida de memoria durante el embarazo pueden deberse a varias causas.
Cambios corporales, fatiga, falta de sueño: En un estudio, las voluntarias embarazadas declararon tener dificultades para conciliar el sueño. Es posible, concluye el estudio, que este cambio en su rutina -y la fatiga resultante, tal vez- hiciera que las mujeres sintieran que olvidaban cosas durante las horas de vigilia.
Cambios hormonales: El cuerpo de la mujer experimenta enormes cambios hormonales durante el embarazo para prepararla para la maternidad. Se cree que estos cambios pueden producir pérdidas temporales en la función de la memoria.
Expectativas culturales: ¿Puede la cultura influir en el olvido durante el embarazo? Aunque las pruebas científicas apuntan a cierto declive de las funciones cognitivas, pero no a uno importante, es posible que exista una expectativa social de falta de memoria en torno a la mujer embarazada, ¡y que ella se lo crea!
Agitación emocional: el primer embarazo de una mujer es un laberinto de emociones encontradas, desde la excitación y la alegría hasta la preocupación y la depresión. Los estudios demuestran que estos cambios emocionales extremos en el primer embarazo pueden afectar a la función de la memoria. Afortunadamente, hay indicios de que las mujeres que tienen embarazos repetidos experimentan mucha menos ansiedad y, por tanto, no parecen tener los mismos niveles de pérdida de memoria que las madres primerizas.
Pero no todo es blanco o negro. Confusamente, otras investigaciones niegan muchos de estos hallazgos. También se ha cuestionado la objetividad de algunos de estos estudios en los que los participantes «informan» de sus problemas, y algunos investigadores indican que factores como la falta de sueño o el bajo estado de ánimo, la ansiedad o incluso la depresión podrían estar en el origen de esta supuesta pérdida de memoria. Un estudio llegó incluso a la conclusión de que la falta de memoria sólo está presente en el último trimestre, ¡pero no puede atribuirse a los cambios de humor, la pérdida de sueño o cualquier otro cambio corporal durante el embarazo!
La conclusión es que, aunque incluso a los científicos les resulta difícil ignorar las evidencias anecdóticas generalizadas sobre la falta de memoria durante el embarazo, las razones de este fenómeno desconcertante no son tan fáciles de desentrañar, e incluso las investigaciones rigurosas arrojan resultados contradictorios.
Controlar los olvidos durante el embarazo
Mientras la ciencia médica se pregunta sobre la existencia del «cerebro del bebé», ¿qué puede hacer una mujer embarazada olvidadiza? Unas cuantas medidas sensatas le ayudarán en esos momentos difíciles:
Evite hacer varias cosas a la vez. Por ejemplo, si estás intentando recordar un número de teléfono relativamente nuevo, deja de hacer cualquier otra cosa. Intenta visualizarte llamando al número de esa persona. Limitarse a una sola tarea, y el efecto calmante que esto tiene, puede ayudar.
Organice su espacio. Guarde las cosas importantes, como las llaves o los archivos, siempre en el mismo sitio, en lugar de dejarlas donde le convenga.
Lleve una agenda. Anota las tareas importantes por fechas en el momento en que se te ocurran. Si eres de los que dejan las cosas para más tarde, ¡este es el momento de cambiar!
Establezca bien sus prioridades. Ése es quizá el mensaje que tu cuerpo -y tu cerebro- te están enviando. Así que reduce las tareas sin importancia y céntrate en lo esencial.
Descansa. Cualquiera estaría de acuerdo en que la falta de sueño, aunque no se esté embarazada, puede provocar olvidos ocasionales. Mimarse con varias cabezadas extra le ayudará a sentirse fresca, alerta y menos ansiosa, todo lo cual puede evitar los fallos de memoria.
Alimente su cerebro. Los alimentos adecuados pueden ayudar a potenciar la memoria. Evite los alimentos ricos en grasas, ya que aumentan los niveles de colesterol, lo que a su vez reduce el suministro de oxígeno al cerebro. En su lugar, consuma alimentos que nutran las funciones cerebrales y nerviosas. El arroz integral, la soja, las lentejas y al menos cinco raciones de frutas y verduras son algunos de los alimentos que debe incluir en su dieta. El romero, a menudo llamado «la hierba del recuerdo», es un ingrediente fácil de añadir a la cocina. La lecitina (presente en la soja y el germen de trigo) y los estrógenos vegetales (de semillas y frutos secos) también pueden ayudar a las funciones de la memoria.
Medita. Meditar es fácil y gratis. Aunque su efecto calmante es ampliamente conocido, también hay indicios de sus efectos beneficiosos sobre la función cognitiva y la pérdida de memoria. La meditación de atención plena, por ejemplo, es una práctica suave en la que se aprende a centrarse en el presente y a liberarse de los pensamientos estresantes del pasado y el futuro.
También puede probar la meditación con música. Programe un momento del día en el que no le molesten. Siéntate cómodamente y calma tus pensamientos. Cierra los ojos mientras escuchas cánticos o música instrumental. Ésta también es una forma de meditación que te ayudará a calmarte, reducir el hipo mental y frenar la fatiga.
También después del embarazo, cuando estás incesantemente ocupada cuidando de tu bebé, los olvidos se dan por descontados y no son motivo de preocupación, como te aconsejarán las madres mayores. No obstante, si te sientes constantemente angustiada o deprimida, habla con tu médico.