La guía completa para tener una piel radiante
Es absolutamente cierto que somos lo que comemos. Aunque la mayoría de nosotros conocemos este hecho, rara vez nos tomamos un momento para apreciar los alimentos que ingerimos y que contribuyen a nuestra salud, energía y aspecto en general. Aquí aprenderás qué tipos de alimentos debes comer y beber, cómo cuidar tu piel y qué buenos hábitos debes inculcarte para conseguir una piel luminosa, radiante y resplandeciente.
¿Qué debe comer?
Añade superalimentos y antioxidantes a tu dieta para conseguir una piel sana y radiante. Además, toma alimentos especialmente ricos en vitamina C. Consumir a diario suficientes grasas saludables también es recomendable para conseguir una piel suave y flexible. Mientras que los alimentos ricos en vitamina C como las naranjas, la papaya, los arándanos, el kiwi, el boniato, etc. desintoxican a fondo la piel y le proporcionan buena salud, los alimentos ricos en grasas saludables como los frutos secos, las semillas y el aguacate mantendrán la piel suave, tersa y le harán parecer más joven.
¿Qué debes beber?
Hidrátate para hidratar tu piel. Beber suficiente agua al día puede mantener tu piel bien nutrida. Asegúrate de beber 13 vasos de agua si eres hombre y 9 vasos de agua si eres mujer. También puedes beber agua de coco, ya que tiene propiedades hidratantes intensas y además es una buena fuente de vitamina C y minerales esenciales como el calcio, el potasio y el magnesio.
Los zumos de fruta fresca también aportan a la piel varios nutrientes esenciales. Los zumos y batidos son estupendos para curar la piel por dentro y por fuera y mantener su buena salud. Evita siempre los conservantes y el azúcar añadido, ya que nunca son saludables para la piel.
¿Qué hay que ponerse en la cara?
Aunque tanto las cremas como las pomadas son buenas para uso tópico, sólo los mejores productos ayudan a revitalizar la piel desde dentro hacia fuera. Utiliza aquellas cremas que penetran profundamente en la piel, manteniéndola sana y bonita.
Utilice mascarillas faciales, ya que se ha demostrado que las mascarillas hidratan la piel lo suficiente y penetran en profundidad para extraer el exceso de grasa, eliminar las células muertas y potenciar la hidratación.
Cuidado de la piel según la estación
Nuestra piel cambia a medida que cambian las estaciones a lo largo del año, y por eso un remedio que funciona durante los días de verano no funciona bien en invierno. Mientras que una crema hidratante ligera hace maravillas en los días de verano, en invierno se necesita una crema hidratante más hidratante e intensa. En verano, lo ideal es utilizar cremas que tengan SPF para que la piel esté protegida de los duros rayos UV del sol.
Para los meses de invierno, las cremas ricas en vitaminas son muy beneficiosas. Puedes optar por ciertas cremas que son una mezcla de aceites de almendras dulces y onagra, ya que ayudan a tonificar, equilibrar y proteger la piel, manteniendo a raya la sequedad.
Protege tu rostro con mascarillas
Las estancias en lugares con aire acondicionado y los vuelos largos pueden dejar la piel seca y deshidratada. Para evitarlo, puedes empezar a usar mascarillas de láminas. Las mascarillas están saturadas de potentes ingredientes que cuidan la piel y lo único que tienes que hacer es ponértelas en la cara y dejarlas actuar de 10 a 15 minutos para que la piel absorba todos los nutrientes necesarios.
Utiliza los aceites faciales adecuados
Si te preocupa la piel seca y escamosa, no des por sentado que todos los aceites naturales pueden hacer maravillas. Busca aceites reparadores e hidratantes que protejan la piel del aire frío y duro. Siempre puedes mezclar tu aceite con una crema de noche o hidratante nocturna y utilizarlo antes de acostarte para proporcionar amplios nutrientes e hidratación a tu piel durante toda la noche.
Independientemente de cuál sea tu estilo de vida, con estos pocos cuidados, seguro que presumirás de una piel resplandeciente y bonita.