Guía práctica para detectar rápidamente los problemas cutáneos más comunes
A todos nos ha pasado. Una piel impecable durante toda la semana y un brote justo cuando necesitas que esté perfecta. Los brotes en la piel parecen tener mente propia y aparecen justo cuando se acerca un acontecimiento importante. Pero a veces, el problema de la piel que tenemos no está relacionado con los brotes. Aquí tienes una guía práctica que te ayudará a identificar los problemas de la piel cuando te enfrentas a algo más que un grano.
Rosácea
La rosácea es un problema cutáneo que se observa con más frecuencia en personas con tendencia a ruborizarse o sonrojarse con más facilidad que otras. A veces, esta afección se confunde con el acné. Se trata de una erupción crónica causada por un exceso de producción de grasa en la piel. También puede presentarse en forma de manchas rojas, descamación e hinchazón. La exposición al sol, la comida picante, los baños calientes, etc. pueden agravar esta afección. El uso de un protector solar SPF 30 puede limitar su aparición. Si la afección empeora, es buena idea visitar a un dermatólogo, que puede tratarla con pomadas tópicas y una dosis de antibióticos.
Hiperplasia sebácea
Se trata de una afección benigna de las glándulas sebáceas muy frecuente en adultos, en la que las glándulas sebáceas aumentan de tamaño y aparecen como protuberancias en la cara caracterizadas por un núcleo hundido. Pueden aparecer como una lesión única o como lesiones múltiples en la nariz, las mejillas y la frente. Esta afección es más común en personas con un tipo de piel grasa. El uso de productos para el control de la grasa y retinol y la exfoliación suele ser todo lo que se necesita para deshacerse de ellas. Algunos casos pueden requerir electrodesecación en la consulta de un dermatólogo.
Milia
Los milios pueden aparecer en personas de cualquier edad, pero son más frecuentes en los recién nacidos y también se denominan de forma imprecisa «acné del bebé». Se manifiestan como pequeños quistes duros de color blanco nacarado que contienen queratina atrapada bajo la superficie de la piel, y suelen aparecer cerca de las mejillas y los párpados. Reventarlos es una mala idea y puede dejar cicatrices o empeorarlos. Suelen desaparecer por sí solas en unos meses y una crema retinoide puede ayudar a acelerar el proceso. También pueden ser eliminados por tu dermatólogo en su consulta utilizando una cuchilla estéril o una herramienta como un extractor de comedones.
Papilomas cutáneos
Un papiloma cutáneo es un trozo pequeño y blando de piel colgante (y muy visible) que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero se observa con más frecuencia en las partes del cuerpo donde la piel roza con la piel o la ropa. Aunque son bastante inofensivos, pueden resultar realmente molestos a la vista y su número puede aumentar con la edad. No es aconsejable eliminar los papilomas cutáneos por cuenta propia, y la mejor forma de hacerlo es a través de un dermatólogo, que puede congelarlos con nitrógeno líquido o cauterizarlos mediante calor.
Eczema
El eccema o dermatitis atópica es una afección cutánea muy común que casi todo el mundo padece en algún momento de su vida. Se trata de una afección en la que las zonas de la piel se enrojecen, pican, se hinchan, se agrietan y se vuelven ásperas. A veces también se manifiesta en forma de ampollas. El tratamiento del eccema consiste en utilizar sobre la piel productos suaves, sin perfume y no irritantes, e hidratarla en profundidad y con frecuencia. Deberá acudir a un dermatólogo si la afección empeora con la aparición de escamas, grietas dolorosas y ampollas. El dermatólogo puede recetarle un corticoesteroide y antibióticos para reducir la inflamación y prevenir o detener una infección. En algunos casos, también pueden ayudar los antihistamínicos y la fototerapia.
Melasma
El melasma es un problema cutáneo frecuente, que se manifiesta con la aparición de manchas marrones o marrón grisáceo en la cara. La mayoría de las personas lo tienen en las mejillas, la frente, la nariz, la barbilla o el labio superior. También puede aparecer en los antebrazos y el cuello. Se trata de una afección cutánea que se observa con mayor frecuencia en las mujeres debido a sus mayores niveles de estrógenos (relacionados con las píldoras anticonceptivas y el embarazo) es el Melasma. Para evitar que la piel se oscurezca, hay que limitar la exposición al sol y aplicar diariamente un protector solar en las zonas de la piel más expuestas al sol.
El melasma suele resolverse por sí solo, pero si no es así, una opción de tratamiento podría ser una sesión de rejuvenecimiento con láser en la consulta de su dermatólogo. Para obtener los mejores resultados, pueden ser necesarias varias sesiones.