Grandes consejos para mantener el nivel de insulina bajo control

El aumento de la obesidad en todo el mundo ha contribuido a un rápido incremento de la diabetes de tipo 2 y de todo tipo de enfermedades cardiovasculares. Una razón común para el aumento global de los problemas de salud es el desequilibrio de la insulina.

La insulina es una hormona que regula el metabolismo de los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas promoviendo la absorción de la glucosa en la sangre. La glucosa es el componente que alimenta nuestro cerebro y todas las células del cuerpo. Cuando las células del cuerpo son resistentes a la insulina, no pueden utilizar la hormona para absorber eficazmente la glucosa. Esto conduce a una condición llamada resistencia a la insulina, lo que significa que en lugar de que la insulina sea absorbida por las células, el páncreas aumenta la producción de insulina por encima de lo que produce normalmente en un intento de frenar el aumento de los niveles de glucosa en sangre. Esto conduce a un aumento del nivel de azúcar en sangre y de la insulina, dejándole vulnerable a varios problemas de salud como el acné, la hipertensión, el cansancio, la falta de concentración, la obesidad, la diabetes de tipo 2, los cambios de humor y los problemas articulares. Esta alteración en su fisiología surge comúnmente debido a un estilo de vida poco saludable, y para remediar esta condición, puede seguir algunos consejos simples todos los días.

Coma más alimentos producidos de forma natural

Confía en la madre naturaleza cuando se trata de alimentos. Una dieta equilibrada llena de proteínas, grasas e hidratos de carbono naturales es muy beneficiosa para la salud. Añade siempre más verduras a tu dieta, ya que contienen vitaminas esenciales, minerales, fitonutrientes y mucha fibra. El azúcar natural que se encuentra en las frutas, las verduras y los cereales se libera más lentamente en el torrente sanguíneo que el azúcar refinado y elimina cualquier subida y bajada brusca de los niveles de azúcar en sangre.

Añade verduras en al menos dos comidas al día. Puedes empezar el día con un batido verde y tomar una ensalada durante la comida. Esto también te ayudará a multiplicar las bacterias intestinales esenciales en tu cuerpo.

Evita los alimentos procesados y refinados

La desnutrición es un problema grave que ha afectado a todo el mundo. Esta es la razón por la que hay una alta producción de alimentos no naturales y refinados que se producen a gran escala. Sin embargo, estos alimentos carecen de las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita.

Para mantener los niveles de insulina bajo control, debemos evitar el consumo de alimentos procesados y refinados como el pan, las galletas, los dulces, la pasta, los refrescos, los zumos de fruta envasados, etc. Estos alimentos tienen un impacto negativo en nuestros niveles de azúcar en sangre e insulina. De hecho, los alimentos ricos en calorías pueden causar neuroglicopenia, una situación en la que el cuerpo no recibe suficiente glucosa y provoca la necesidad de comer más a menudo. Comer demasiadas veces al día altera fácilmente los niveles de insulina.

Muévete más a menudo

El movimiento es necesario para mantener una buena salud. Aunque muchos de nosotros preferimos pasear por el parque o ir al gimnasio, también somos muchos los que pasamos el tiempo sin hacer nada. Estar ocioso puede ser tan malo como el tabaquismo y la obesidad para nuestra salud. Estar sentado significa romper nuestra estructura, y nuestro cuerpo está destinado a estar sentado sólo seis horas al día. Por lo tanto, asegúrate de hacer algún movimiento cada media hora durante al menos 1 minuto. Hidrátate bebiendo un vaso de agua, estírate un poco, camina y habla con un compañero, un familiar o tu mascota, o simplemente mueve tu cuerpo como te apetezca.

Sólo recuerda que un estilo de vida sedentario no es bueno para la salud, y para mantener tus niveles de insulina bajos, el ejercicio es clave.

Entender el estrés

Aunque hay diferentes tipos de estrés, recuerda que todos los tipos de estrés no son malos para ti. Siempre hay que aprender a diferenciar los tipos de estrés y averiguar si son beneficiosos o perjudiciales para el organismo.

Mientras que el estrés crónico se prolonga durante un largo periodo de tiempo y acaba perjudicando a nuestro organismo, el eustrés es diferente y nos impacta positivamente. El estrés crónico es perjudicial para nuestra salud y suele estar relacionado con problemas financieros, maritales, familiares y laborales. El estrés crónico produce cansancio, cambios de humor y trastornos del sueño, y también provoca diversos problemas de salud. El eustrés, sin embargo, se produce durante un corto periodo de tiempo y es beneficioso para el nivel de insulina y la salud en general. El eustrés es, por lo general, el estrés que se toma cuando se compra la primera casa o que está relacionado con la asistencia a un concierto o a un evento deportivo, con el ascenso en el trabajo, con la búsqueda de un buen empleo, con la preparación de unas vacaciones o con el reencuentro con los amigos. Este estrés es beneficioso, ya que se toma para lograr un equilibrio, tomar descansos regulares o hacer cosas que nos gustan.

Mantente fiel a ti mismo

Por último, mantente fiel a ti mismo. Cuando te sientes a gusto con lo que haces, comiendo los alimentos adecuados para tu cuerpo, manteniendo una buena rutina de ejercicios y estableciendo los objetivos adecuados para tu acción, estás nutriendo tu salud mental y física en general.

Así pues, ponte en sintonía con tus propios niveles de energía y vive tu vida plenamente. De este modo, también mantendrás equilibrados tus niveles de insulina y te mantendrás feliz.