Formas naturales y seguras de tratar la vaginosis bacteriana

Se ha informado de que 1 de cada 5 mujeres sufre un episodio de vaginosis bacteriana al llegar a los 50 años. La vaginosis bacteriana (VB) es una infección vaginal muy común y tratable causada por bacterias. Algunas mujeres sufren un ataque recurrente de vaginosis bacteriana a lo largo de su vida. Aunque no es una enfermedad de transmisión sexual, es fácilmente transmisible.

La vagina tiene microbios protectores y un pH ácido que impiden el crecimiento excesivo de bacterias nocivas. Pero, cuando se produce un desequilibrio en el pH vaginal y en el recuento de bacterias protectoras, puede aparecer una infección. Este cambio en el equilibrio suele producirse por motivos como tener varias parejas, llevar un dispositivo intrauterino o la aplicación de productos perfumados en la vagina.

Síntomas comunes de la vaginosis bacteriana

Flujo vaginal de color blanco o gris con olor a pescado o a humedad.
Flujo vaginal espumoso o grumoso que enturbia la orina.
Dolor y sensación de quemazón alrededor de la vagina y al orinar.
La piel vaginal se ve enrojecida y sensible.

Tratamientos naturales para los síntomas de la vaginosis bacteriana

Tratar la vaginosis bacteriana incluye adoptar ciertas modificaciones en el estilo de vida para combatir la infección.

No te laves la zona genital con productos agresivos

La vagina y la zona perianal son las zonas más sensibles del cuerpo. Absténgase de utilizar jabones o desodorantes cargados de productos químicos en estas regiones. Así evitarás el grave desequilibrio del pH vaginal y de la microflora que pueden provocar los productos químicos. Utiliza sólo agua tibia para mantener la vagina limpia durante un brote de infección y evita por completo el jabón.

Mantén una higiene íntima adecuada

Para ayudar a una recuperación más rápida, lo mejor es utilizar tejidos de algodón limpios y ligeros como ropa interior durante la vaginosis bacteriana. No utilices compresas ni tampones perfumados si tienes la regla durante la infección. Cambia las compresas o tampones cada 4-6 horas para mantener la infección bajo control.

Mantén siempre seca la zona vaginal y no lleves ropa interior ajustada y húmeda.

Dedica tiempo a los baños de asiento diarios

Un baño de asiento caliente es la mejor forma de aliviar una región genital y anal inflamada. Todo lo que tiene que hacer es encontrar tiempo para darse un baño de asiento al menos 2 veces al día. Un baño de asiento alivia la inflamación, mejora la circulación y favorece la curación de los tejidos vaginales afectados. Incluso puedes añadirle vinagre de sidra de manzana, bicarbonato de sodio o aceite de árbol de té para potenciar su acción antimicrobiana.

Llena una bañera con agua tibia y añade 1-2 tazas de vinagre de sidra de manzana ecológico o añade 1-2 cucharadas de bicarbonato de sodio o 2-3 gotas de aceite de árbol de té. Sumerge la parte inferior del cuerpo durante 15 minutos. Seque la zona genital y deseche el agua.

Haz del aceite de coco parte de tu estilo de vida

El aceite de coco es un conocido agente antibacteriano y antifúngico. Varios estudios científicos han identificado que el aceite de coco puede ser un remedio casero rentable para la vaginosis bacteriana. Puedes aliviar los tejidos vaginales irritados aplicando aceite de coco directamente sobre ellos. El aceite de coco, consumido en la dieta mientras cocinas, puede regular los niveles de azúcar en sangre y aumentar la inmunidad.

No te duches a toda costa

Muchas mujeres tienen la idea errónea de que las duchas vaginales pueden eliminar la vaginosis bacteriana. Sin embargo, esta práctica puede provocar la eliminación de las bacterias vaginales sanas. Estudios a largo plazo han demostrado que en realidad puede empeorar la infección.

Sigue una dieta alcalina

Seguir una dieta alcalina es la mejor manera de hacer que el entorno de tu cuerpo no sea propicio para el crecimiento bacteriano. Los microbios florecen en un pH ácido y tomar alimentos alcalinos evitará que el desequilibrio del pH se produzca a su favor. Incluye estos alimentos en tu dieta si actualmente padeces vaginosis bacteriana o la has padecido en el pasado.

Frutas y verduras frescas como champiñones, cítricos, dátiles, pasas, espinacas, pomelos, tomates, aguacate, brócoli, orégano, ajo, jengibre, judías verdes, escarola, col, apio, remolacha roja, sandía, higos y plátanos maduros.

Proteínas vegetales como las almendras y las judías.

Beber agua alcalinizada añadiéndole limón o bicarbonato sódico.

Zumo fresco de verduras de hoja verde o hierba de trigo, ya que la clorofila que contienen ayuda a alcalinizar la sangre.

Aumente su consumo de probióticos

Los probióticos son excelentes para aumentar la flora intestinal y las bacterias útiles en el cuerpo. Asegúrese de complementar su dieta con alimentos cultivados o fermentados que contengan lactobacilos activos. Entre ellos se incluyen alimentos como el yogur, el kimchi, el kéfir y la kombucha.

Practica sexo seguro

Durante la vaginosis bacteriana, la inmunidad de la vagina es baja. Esto la hace muy vulnerable a las infecciones bacterianas y fúngicas. Para estar más segura, abstente de mantener relaciones sexuales o hazlo con métodos de protección de barrera como el preservativo. Esto no sólo evitará el contagio de la infección a tu pareja, sino que también protegerá tu vagina de otros microbios dañinos. Tampoco se recomienda practicar sexo oral durante la vaginosis bacteriana, ya que aumenta las posibilidades de transmisión.

Especialmente en las mujeres embarazadas, la vaginosis bacteriana puede poner en peligro la vida del feto en desarrollo. Para evitar complicaciones, consulta inmediatamente a tu ginecólogo si estás embarazada o en período de lactancia. Pon en práctica los remedios anteriores, no te estreses y descansa para acelerar la recuperación.