Formas fáciles de aliviar la presión en los oídos
Esa sensación de presión o hinchazón en los oídos puede ser bastante incómoda, ya sea porque estás volando o debido a un ataque de sinusitis. Entonces, ¿qué la provoca exactamente y, si la culpa es de los senos paranasales, qué puedes hacer al respecto?
¿Por qué sientes presión en los oídos?
Esa sensación de taponamiento y molestias en los oídos es el resultado de una diferencia de presión dentro y fuera del tímpano, debido a una obstrucción en la trompa de Eustaquio. La trompa de Eustaquio conecta la parte posterior de la nariz y la garganta con el oído medio y, cuando está abierta, permite que el aire entre y salga del oído medio. Esto ayuda a igualar la presión a ambos lados del tímpano. Condiciones como volar o bucear, en las que se experimentan cambios de altitud -y, por tanto, de presión atmosférica-, pueden alterar este equilibrio. Tener la nariz congestionada, como ocurre cuando se padece sinusitis, también puede hacerte propenso a este problema.
Presión en los oídos por sinusitis
La sinusitis es la inflamación de los senos paranasales, las cavidades que rodean la nariz. En los senos paranasales se produce mucosidad, que drena hacia la nariz a través de canales estrechos y pequeños. La obstrucción de los senos paranasales suele deberse a la inflamación de las fosas nasales provocada por un resfriado o una alergia. También pueden deberse a problemas estructurales, como un tabique desviado o pólipos nasales. Cuando los senos nasales se obstruyen, se acumula mucosidad, lo que proporciona un hogar perfecto para que las bacterias crezcan sin control. Esto provoca infecciones y una respuesta inflamatoria del sistema inmunitario. Y entonces aparecen los síntomas habituales de la sinusitis: dolor de cabeza, mucosidad, congestión nasal, fiebre, presión en los oídos, mal aliento y dolor alrededor de la frente, los ojos o las mejillas.
El tratamiento de la sinusitis depende de la causa, pero algunos remedios caseros pueden resolverla en la mayoría de los casos. Si los síntomas no mejoran en unos 7 a 10 días, o si parecen empeorar, hay que ir al médico. El médico puede recetarte medicamentos como antibióticos o aerosoles o gotas de corticoesteroides. En algunos casos, como cuando la raíz del problema es una cuestión estructural, también puede estar indicada la cirugía.
Cosas como masticar chicle, bostezar o chupar caramelos suelen abrir la trompa de Eustaquio y aliviar la presión en los oídos. Pero una de las formas más importantes de eliminar la sinusitis es favorecer el drenaje. Por lo tanto, cuando la presión en los oídos está causada por la sinusitis y la nariz está congestionada, es fundamental despejar las fosas nasales. He aquí algunos consejos sobre cómo hacerlo:
Prueba la irrigación nasal
Hacer correr agua por las fosas nasales puede eliminar la mucosidad e hidratar las membranas. Para ello, puede utilizar un neti pot, un dispositivo de irrigación nasal muy utilizado en los tratamientos ayurvédicos.
Cómo hacerlo Prepara una solución de media cucharadita de bicarbonato sódico y sal no yodada en un par de tazas de agua tibia estéril. Llene un neti pot (o incluso una jeringa de pera) con esta solución, inclínese sobre un lavabo, deje correr el agua en su fosa nasal y deje que salga por la otra fosa nasal. Si sale por la misma fosa nasal, tampoco pasa nada. Ahora puede repetir este procedimiento con la otra fosa nasal. También puedes aprender a hacerlo correctamente con la ayuda de un terapeuta cualificado.
Bebe agua
El agua ayuda a mantener la mucosidad fina y fluida. Por lo tanto, no olvides beber mucha durante el día. Tener una botella de agua a mano o en el escritorio puede servirle de recordatorio.
Utiliza un humidificador
Si el tiempo es seco, utiliza un humidificador. Así evitarás que se sequen las fosas nasales. Sin embargo, ten en cuenta que los humidificadores deben limpiarse con regularidad; de lo contrario, pueden convertirse en un caldo de cultivo para el moho y las bacterias.
Mantén la cabeza elevada
La mucosidad suele acumularse en los senos nasales cuando se baja la cabeza. Por eso, puede ser útil apoyar la cabeza en una almohada extra mientras duermes.
Utilice una compresa caliente
Aplicarse una compresa caliente en la cara puede ayudar a licuar la mucosidad espesa y aliviar el dolor. Para hacer una compresa tibia, basta con empapar un paño limpio en agua tibia y escurrirlo. Aplica ahora la compresa sobre la cara.
Inhala vapor
El aire caliente y húmedo puede ser útil para aflojar la mucosidad. Por eso, inhalar vapor de 2 a 4 veces al día también puede despejar las fosas nasales y eliminar la mucosidad.
Cómo hacerlo Hierve un recipiente con agua. Cuando deje de burbujear, inclínate sobre él e inhala el vapor. También puedes cubrirte la cabeza y el cuenco con una toalla para evitar que se escape el vapor. Inhala continuamente durante unos 10 minutos y deja que el vapor haga su magia.
No tiene por qué limitarse a este método de inhalación de vapor tradicional. Tomar una taza de té caliente o un plato de sopa de pollo, o incluso pasar un par de minutos más en una ducha de vapor, puede hacer que el vapor llegue a las fosas nasales.
Inhalación de vapor de eucalipto
¿Busca una forma de potenciar su inhalación de vapor? Simplemente añada unas gotas de aceite de eucalipto al agua una vez hervida. El eucaliptol, un aceite volátil que se encuentra en el eucalipto, tiene propiedades antisépticas y expectorantes. Puede eliminar la mucosidad e incluso ayudar a combatir los gérmenes que infectan las fosas nasales.
Sin embargo, ten en cuenta que el eucalipto no está recomendado para niños ni mujeres embarazadas o lactantes.
Bebe té de cúrcuma
La curcumina, un compuesto presente en la especia dorada cúrcuma, es conocida por sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias. La cúrcuma también se ha utilizado tradicionalmente para tratar enfermedades respiratorias como resfriados y tos en el sudeste asiático. Según las investigaciones, la cúrcuma puede inhibir la liberación de histamina, la sustancia química de nuestro cuerpo que desempeña un papel importante en la inflamación y que puede provocar congestión nasal, ya sea debido a una infección o a una alergia.
Cómo: Prueba un té de cúrcuma caliente y humeante para obtener los beneficios de esta especia. Para preparar té de cúrcuma, hierve unas 4 tazas de agua, añade una cucharadita de cúrcuma en polvo y cuece a fuego lento durante unos 10 minutos. Cuela y bebe. Puedes añadir un toque de pimienta para mejorar la absorción de la cúrcuma. Y un poco de miel antibacteriana puede endulzar tu taza de té curativo.
Toma rábano picante
El rábano picante se ha utilizado tradicionalmente para tratar la sinusitis. Se cree que los compuestos que contienen azufre en esta raíz vegetal ayudan a ablandar y licuar la mucosidad, facilitando su drenaje. Algunos estudios de laboratorio también muestran que los aceites volátiles presentes en el rábano picante tienen propiedades antibióticas que pueden ayudar a tratar las infecciones respiratorias.
Modo de empleo: Ralle la raíz fresca. Tome de media a una cucharadita de la raíz rallada tres veces al día.
Té de menta
La menta es una hierba que se usa comúnmente para problemas respiratorios. Funciona bien como expectorante y descongestionante, ya que contiene mentol, que afloja y diluye la mucosidad.
Cómo hacerlo Tómate un té de menta caliente. Hierve una cucharadita de hojas de menta durante unos 10 minutos en una taza de agua caliente para preparar esta infusión. Y no te olvides de respirar esa fragancia curativa mientras disfrutas de tu té. De hecho, el aceite de menta también puede añadirse a una inhalación de vapor para aumentar su eficacia. No obstante, ten en cuenta que este remedio no es apto para niños.