Formas en que el consumo de chalotas puede mejorar su salud

Todo el mundo los ha visto en la sección de verduras de su supermercado. Parecen pequeñas cebollas rojas y tienen forma de grandes dientes de ajo. Lo que a menudo suscita la pregunta: ¿qué son exactamente? ¿Cebollas pequeñas? ¿Cómo se cocinan?

Las chalotas se parecen mucho a las cebollas y a los ajos porque forman parte de la misma familia de los alliums. Esto explica su forma de clavo de olor y sus pieles empapeladas. Sin embargo, a diferencia de sus primas las cebollas, estos diminutos alliums tienen un sabor mucho más delicado que resulta más suave para las papilas gustativas, pero que aporta notas de rico dulzor como el ajo. Además, la estructura celular que mantiene unidas las rodajas de chalote se rompe con mucha más facilidad. Esto permite que el sabor se impregne tranquilamente en el resto de los ingredientes.

Aparte de que las chalotas son deliciosas para comer, estas pequeñas verduras también pueden ofrecerle algunos beneficios sólidos para la salud. He aquí 7 razones por las que las chalotas son tan buenas para usted.

Pueden reducir el riesgo de cáncer

¿Sabía que los estudios han relacionado las chalotas con la reducción de los cánceres de pulmón y de boca, así como con el cáncer de estómago, colorrectal y de mama?

Las chalotas, al igual que otros miembros de la familia allium, son conocidas por contener un compuesto llamado acetato de etilo que induce la muerte de las células cancerígenas, deteniendo así el crecimiento del cáncer. Pero eso no es todo.

Las chalotas también presumen de una alta y diversa gama de antioxidantes, como la quercetina y el kaempferol. Cuando la superficie celular de una chalota se rompe, ya sea al cortarla en rodajas, en dados o al aplastarla, estos antioxidantes se liberan, dando lugar a la formación de otro valioso compuesto llamado alicina. Según las investigaciones, la alicina es lo suficientemente potente como para reducir las mutaciones celulares y varios tipos de cáncer.

Ayudan a combatir el colesterol

Resulta que, además de su probada capacidad para reducir el riesgo de ciertos cánceres, la alicina también está directamente relacionada con la regulación de los niveles de colesterol en el organismo. ¿Cómo? Inhibiendo la acción de una enzima reductasa producida en el hígado, que es la que controla la producción de colesterol. Al reducir el nivel total de colesterol en el cuerpo, las chalotas pueden ayudar a ofrecer protección contra enfermedades como la aterosclerosis, las enfermedades coronarias e incluso los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares.

Ayudan a controlar la diabetes

Hay dos compuestos fitoquímicos presentes en las chalotas, el allium y el disulfuro de alilo, que son más conocidos por su capacidad para mejorar la sensibilidad a la insulina y regular los niveles de azúcar en el cuerpo. Por esta razón, se dice que las chalotas tienen propiedades hipoglucemiantes que son útiles para controlar la diabetes y sus síntomas. Y aunque las chalotas no están realmente reconocidas como uno de los principales tratamientos de esta enfermedad, seguramente pueden aportar algunas mejoras significativas a tu salud si tienes el tipo 2.

Ayudan a perder peso

Tanto si tiene una tendencia natural a ganar peso como si es la edad la que se interpone en sus objetivos de mantenimiento del peso, todo el mundo necesita evitar la obesidad, una dolencia que aumenta el riesgo no sólo de diabetes, sino también de cáncer y enfermedades cardíacas. Mantener un peso óptimo no es fácil, pero el consumo de ciertos alimentos puede ayudar a mantener la saciedad durante más tiempo para consumir menos calorías.

Las chalotas contienen extractos de acetato de etilo que ayudan a suprimir la acumulación de grasa en el cuerpo. Además, los antioxidantes de las chalotas ayudan a impulsar el metabolismo, un factor que contribuye enormemente a la regulación del peso. ¿Otro punto extra? Las chalotas son bajas en calorías, lo que las convierte en un excelente ingrediente para cocinar cuando se sigue una dieta restrictiva en calorías.

Ayudan a mejorar la visión

Los estudios sugieren que las dietas ricas en vitamina A pueden ofrecer protección contra las cataratas y la degeneración macular relacionada con la edad. La razón es obvia. Se debe a que esta vitamina es muy importante para una salud ocular óptima.

La vitamina A ayuda a mantener limpia la cubierta exterior del ojo, es decir, la córnea. De hecho, también es uno de los componentes clave de la rodopsina, una proteína de los ojos que ayuda a ver en condiciones de poca luz. Las chalotas, al igual que otros alliums, son una gran fuente de vitamina A, y comerlas sería una forma deliciosa de mejorar la vista.

Mejoran la función cerebral

Las chalotas contienen folato, una de las ocho potentes vitaminas B que desempeña un papel importante en la producción de neurotransmisores en el cerebro. Los estudios demuestran que el folato tiene la capacidad de silenciar o «apagar» los genes que producen el compuesto tóxico: las proteínas beta-amiloides, cuyo exceso aumentaría el riesgo de enfermedades degenerativas del cerebro como el Alzheimer. El folato también ayuda con otros factores que afectan a la salud del cerebro, como la inflamación cerebral y los niveles de homocisteína y, por lo tanto, también mejora automáticamente la función cognitiva.

Ayudan a combatir el estrés

Las chalotas son una fuente de vitaminas y minerales, como la piridoxina, que ayuda a estimular la liberación de gamma-aminobutirato en el cerebro. El gamma-aminobutirato es un neurotransmisor que ayuda a mantener bajos los niveles de estrés y a mantener el equilibrio entre todas las hormonas del cuerpo.

Además, las chalotas también contienen ácido fólico, una vitamina B esencial que regula las reacciones enzimáticas y hormonales en el cerebro.

Por estas razones, se dice que las chalotas son uno de los mejores estimulantes para curar un estado de ánimo especialmente estresante.